Hay
mil y un maneras de jugar al fútbol. Casi tantas como formas de planificar un
partido. Todas ellas válidas para llegar al mismo objetivo: ganar. En la
historia del fútbol argentino sobran ejemplos para justificar las diferentes
acepciones de “jugar bien”. Desde los
equipos de Menotti hasta los de Bilardo, desde las intenciones de Zubeldía
hasta las de Cappa. Por eso este juego es tan apasionante. Son tantas las
variables de análisis y aplicación que el debate es interminable.
Esta
tarde en el Parque de la Independencia habrá un nuevo choque entre dos estilos
que marcan la confrontación filosófica más discutida de los últimos tiempos en
el fútbol: posesión del balón vs posesión del espacio. Ganar jugando con o sin
la pelota. Esa es la cuestión.
Claro
que la génesis de la idea de juego que domina a los protagonistas del partido
de hoy es diferente. Uno lo hace por convicción, el otro por necesidad. De un
lado existe una escuela que produce jugadores que responden a esa idea. Del
otro surgieron valores olvidados que reaccionaron de modo casi instintivo ante
la escasez y las urgencias.
Newell’s
Old Boys de Rosario juega a partir de la tenencia de la pelota, busca avanzar
desde la posesión para construir situaciones de gol. Siempre en sus formaciones
la mayoría de los jugadores son de buena técnica y casi todos ellos actúan en
función ofensiva cuando ataca. Más allá del momento futbolístico que atraviese,
la Lepra no negocia su idea. Hace algunos años estuvo a punto de descender y
para salvarse contrató a Gerardo Martino. Al influjo del Tata, Ñuls recuperó la
memoria y terminó consagrándose Campeón. Hoy los tiempos no son buenos, después
del éxito los resultados le dieron la espalda. Pero la idea está tan arraigada
que ni siquiera se discute que camino hay que tomar.
Colón
está en las antípodas. Por desinterés de la dirigencia anterior, nunca pudo
desarrollar un proyecto que atraviese todas sus categorías y se refleje en el
primer equipo. Y para colmo de males, a partir de la decadencia institucional
provocada por la última gestión, debió afrontar con lo puesto la segunda parte de la temporada. Sin embargo, el
plantel comandado por Osella transformó las debilidades en fortalezas y está
saliendo airoso de una misión que parecía imposible. El sabalero está logrando
su objetivo recorriendo caminos muy distintos a los transitados por Newell’s.
Colón
juega casi el 70 por ciento del tiempo sin la pelota. Se siente cómodo sin
ella. Se la entrega al rival y lo espera agrupado en media cancha. Cuando el
contrario llega a esa zona activa el sistema de presión, punto inicial de su
estrategia. Achica espacios y produce superioridad numérica para recuperar el
balón. Cuando lo logra, dispara a sus volantes externos y genera contragolpes
de rápida resolución. La receta incluye concentración, solidez, solidaridad,
despliegue, velocidad y efectividad. Con esos elementos en cancha, los soldados
de Osella se mantuvieron punteros del Torneo Final durante nueve fechas y, lo
más importante, fuera de la zona de descenso desde la jornada 3.
Esta
tarde se medirán dos estilos bien distintos. Difieren en sus caminos, pero los
dos consiguen resultados. ¿Cuál es la mejor forma de jugar? El debate siempre será
tan interesante como eterno.
Primera
División – Torneo Final 2014 – Fecha 14: Newell’s vs Colón
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