sábado, 19 de abril de 2014

De Tucumán a la Gloria

Sebastián Palacios fue el encargado de abrir y sellar la victoria más relevante para Unión en esta segunda rueda. Con sus goles, el tucumano se consagró como la gran figura del tatengue, que superó de forma contundente a Instituto y se permite soñar con el ascenso.
El equipo de Madelón jugó un muy buen partido, desde el planteo y también en su ejecución. Mostró el carácter que pedía la importancia del choque y fue superior de principio a fin contra el tercero en las posiciones. Con el triunfo se acercó a cuatro puntos de la Gloria y será protagonista de la pelea por el tercer lugar en la recta final.
Cada circunstancia que entregó el partido fue provocada por virtudes, y algunos defectos, del propio Unión. El tatengue borró de la cancha al cordobés, lo apretó en la salida, cortó su juego en el mediocampo y no lo dejó atacar con profundidad. Hubo un gran trabajo de la línea de medios. Caballero-Bruna-Bertocchi fue el eje del funcionamiento del equipo, en retroceso y para el nacimiento del juego ofensivo. A partir de la recuperación de la pelota en campo rival, el santafesino exigió permanentemente a la defensa contraria.
Palacios fue quien estuvo más activo en esa tarea. Volvió locos a los jugadores de la última línea, principalmente desbordando por la derecha. Aunque su primera influencia en el resultado llegó por el centro del campo. El tucumano recibió un saque largo de Castro a las espaldas de Vismara y Correa, la paró y metió un derechazo de volea que se clavó en el ángulo del sorprendido Chiarini. Golazo para abrir el camino del triunfo. A partir de ahí, Unión ratificó que le importaba solo ganar. Porque no se conformó con la diferencia mínima y siguió ocupando espacios en terreno visitante.

El complemento fue una versión mejorada del primer tiempo. Ya once contra diez por la expulsión de De Miranda, el conjunto de Madelón arrinconó a Instituto y generó una situación de peligro tras otra. Pero las desperdició sistemáticamente. Salinas tuvo una noche para el olvido. En sus pies pudo estar la goleada. Pero el delantero erró chances difíciles de creer. Marró un gol pisando el área chica con el arco vacío y desperdició un mano a mano después de correr 20 metros solo para enfrentar a Chiarini.
En el segundo tiempo Unión tuvo por lo menos ocho situaciones muy claras para liquidar el pleito. Ni siquiera las pudo aprovechar cuando la Gloria jugaba con nueve por la expulsión de Vismara. Hasta que apareció el mejor de la noche. Cuando el epílogo traía incertidumbre ante un posible contragolpe fatal, Sebastián Palacios picó sobre la izquierda, quedó mano a mano con el arquero, lo eludió y definió con un tiro violento para mandarla a guardar de una vez por todas. Gol, final y delirio en la Avenida.

Unión dio un paso gigante hacia adelante. Se demostró a sí mismo que puede pelear hasta el final del torneo. Con solidez defensiva, desdoblamiento en el medio para marcar y jugar, y a pesar de las fallas exageradas en la definición, le ganó con justicia a un equipo encumbrado. El tatengue sacó pasaje en el último tren que salía hacia la pelea por el tercer lugar de la tabla, se colgó del último vagón y se subió justo a tiempo. Casi todo gracias a un tucumano que rompe defensas y mete golazos.

B Nacional – Temporada 2013/14 – Fecha 34: Unión 2 – 0 Instituto (Palacios x2)

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