Colón recibe a Aldosivi con la premisa
fundamental de sostener la ventaja sobre el elenco marplatense que es,
justamente, el primer equipo que se ubica afuera de la zona de clasificación.
Ese encuentro en Mar del Plata fue la
peor expresión de Colón en el torneo, el rendimiento más bajo. Aldosivi lo
bailó, aunque no pudo reflejar esa superioridad en el resultado. Aquella imagen
fue más pobre que la exhibida frente a San Martín de San Juan, pese a la
goleada. Porque el verdinegro no generó tantas situaciones, sino que más bien tuvo
máxima efectividad.
Por eso el partido de hoy puede
presentarse como una revancha personal para varios de los jugadores que
estuvieron en el primer choque. Lazzaroni por ejemplo, que jugó muy mal
improvisado de lateral izquierdo. O Garnier, que sufrió los embates de Carranza
mal ubicado en el lateral derecho. Varios de los que estuvieron esa noche
sentirán que se les presenta la posibilidad de revertir esa actuación tan
negra. Y eso es bueno, porque muchas veces la bronca sirve como combustible
para funcionar.
Más allá de jugar con el antecedente,
hoy Colón también juega con las matemáticas. El cotejo de esta tarde es clave
por la distancia que existe entre los dos conjuntos. En esta etapa de la
competición, los puntos que separan a los equipos toman mayor relevancia. Como
cada vez quedan menos unidades en juego, el que está arriba en la tabla
especula con no ceder terreno a manos del que viene de atrás. En ese lugar está
el sabalero, sabiendo que lo primordial es mantenerse en la zona de
tranquilidad y lo más alejado posible del sexto puesto, que casualmente ocupa
Aldosivi. El cuestionamiento radica en preguntarse si lo puede lograr jugando
como en los últimos dos compromisos o debe modificar la receta.
No hay dudas que la formación de Osella
debe mejorar su producción. Con solo asegurar el cero en el arco propio
difícilmente le alcance para ascender sin sufrimientos. Estará contando los porotos hasta la última
fecha. Por eso es necesario un viraje de timón en algunos aspectos que Colón
parece tener desatendidos: la posesión de la pelota, la construcción del juego
en la mitad de la cancha y la generación de acciones de gol. En sus últimas
cuatro presentaciones, el sabalero solo convirtió ante Instituto, fruto de la
inspiración individual de Pavón y de la extrema efectividad del equipo. En los
otros tres encuentros no anotó ni produjo más de tres situaciones propicias en
cada uno de ellos.
El técnico no es ingenuo y se da cuenta
de esto. Por esa razón decide colocar a Bíttolo, que tiene más salida por
izquierda que Ferracutti; a Prichoda, que tiene mayor manejo que Ballini; y a
Villarruel, más explosivo y con más capacidad de gol que Telechea. Pero solo
con mover las piezas no se logra nada si después los jugadores no exhiben una
respuesta diferente en la cancha. Tal vez Colón deba desprenderse por momentos de
ese orden táctico estricto, de ese rigor de dibujo sin alteraciones, para dejar
lugar a las inspiraciones individuales. Por supuesto que esas inspiraciones
llegan con la pelota en los pies. Si no la tenés es difícil la repentización. Y
hace rato que al equipo santafesino se le hace difícil ser protagonista a
partir de la posesión.
Así esta Colón. En un cruce de caminos,
en una encrucijada entre tratar de jugar mejor o privilegiar el puntito que le asegure permanecer en
camino al objetivo. Sea cual sea la decisión final del entrenador y los
futbolistas, es probable que el sabalero, si no sufre un bajón pronunciado de
resultados, consiga el regreso a Primera División. Entonces el debate puede ser
más profundo: ¿cómo quiere volver Colón? ¿Como un equipo grande de la categoría
o como uno chico?
Hoy el sabalero tiene la posibilidad de
brindar una repuesta.
B Nacional – Torneo Transición 2014 –
Zona A - Fecha 15: Colón vs Aldosivi
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