Unión venció con suficiencia a
Santamarina y se afirmó en el segundo lugar de la tabla. El triunfo llegó sin
inconvenientes, fruto de un excelente primer tiempo. El tatengue acentuó su
crecimiento colectivo, hiló su tercera victoria consecutiva y comienza a sacar una
distancia considerable sobre los equipos que se ubican fuera de la zona de
clasificación.
Los jugadores asumieron a la perfección
la recomendación de “no relajarse” que lanzó Madelón en la previa. Sin despreciar
al rival, último en la tabla, el rojiblanco buscó atropellarlo de entrada, ser
agresivo en ataque sin dar ventajas en el medio. A partir de esa postura, se
desencadenaron 15 minutos furiosos del cuadro santafesino que allanaron el
camino del resto del encuentro, ya que en ese tiempo consiguió los dos goles
que le brindaron el premio final.
Santiago Zurbriggen marcó la senda. El defensor
tuvo dos acciones de cabeza y en la segunda pudo convertir. Primero recibió un
centro desde la izquierda y envió el disparo muy al medio. Pero en la segunda
oportunidad, a los 9 minutos de juego, corrigió el gesto técnico, le cambió la
dirección a la pelota impulsada por Malcorra y la clavó pegada al palo derecho.
En relación a partidos anteriores, Unión
mostró una mejoría notable en la ejecución de jugadas de pelota parada. Los dividendos
llegaron rápido con el tanto de Zurbriggen.
Pero el conjunto local no se conformó
con la diferencia mínima. Siguió agobiando al elenco de Tandil, mantuvo la
presión y encontró el segundo gol a los 16 minutos. Otra vez de arriba, pero
esta vez de jugada en movimiento. Montero ganó de guapo una pelota dividida por el sector derecho y mandó un centro
medido para el ingreso de Enrique Triverio, que atropelló la pelota de cabeza
para incrustarla en el ángulo del arco aurinegro.
La diferencia el marcador le brindó
tranquilidad y el cuadro santafesino asumió un rol más pasivo pero sin perder
el control del juego hasta el final de la primera etapa.
El complemento se presentó de forma más
“normal”. Santamarina reaccionó y el trámite fue más parejo. Ambos tuvieron
chances de marcar pero Unión contó con las más claras y pudo anotarse una
goleada. Se lo negaron el travesaño en un remate de Rivas, el palo en una
arremetida de Triverio y la enorme actuación de Emiliano Olivero, el arquero
visitante.
Promediando el segundo tiempo, el conjunto
de Duilio Botella tuvo un momento de lucidez que demandó la presencia de Nereo
Fernández. Strada se filtró entre líneas y quedó mano a mano, definió por
arriba pero el arquero pudo despejar la pelota a puro reflejo con su hombro
izquierdo.
Allí Madelón entendió que no le
convenía el golpe por golpe y retrasó un poco la alineación pero sin perder el
fuego ofensivo. Tanto que sobre los 35 minutos el guardameta del Santa tuvo una triple tapada, ante
remates consecutivos de Triverio, Malcorra y Fabro, para evitar el tercer tanto.
Unión es un equipo distinto a aquel que
comenzó el torneo. Lejos quedaron los tropiezos y la incertidumbre de las
primeras fechas. El tatengue tuvo un desarrollo natural, fue de menor a mayor
creciendo en su juego y transformándose en una formación confiable.
Esa madurez se refleja en la tabla.
Unión se posiciona en el segundo lugar, con seis puntos de diferencia en
relación al sexto. Eso le permite superar con tranquilidad la visita a Crucero
del Norte y también la fecha libre, sabiendo que nadie le podrá quitar el lugar
que ostenta entre los ascendidos a Primera División.
B Nacional – Torneo Transición 2014 –
Zona B - Fecha 14: Unión 2 – 0 Santamarina
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