lunes, 6 de octubre de 2014

Alta efectividad

Colón golpeó en los momentos indicados y le sacó máximo provecho al mal momento de Instituto. Lo goleó en Alta Córdoba con dos bombazos de Pavón, la figura del partido, en el final del primer tiempo y el cachetazo definitivo de Alario en el comienzo del complemento.
En la previa del encuentro, y a modo de revisión de la primera rueda transcurrida, el debate giraba en torno a la forma de jugar del sabalero. Hasta el técnico reconoció, en ese sentido, que Colón es un equipo que no brilla pero consigue el objetivo de ubicarse en zona de ascenso. Y el trámite del encuentro de ayer, casi como una paradoja, resumió en noventa minutos lo que Osella describía en relación a los diez cotejos anteriores.
El cuadro rojinegro fue directo al grano. No se demoró en exponer la tenencia de la pelota, no le importó eso. Se la entregó a un equipo que, como se podía prever, la manejó mal y nunca pudo lastimarlo. Mientras tanto, Colón esperó, agazapado, hasta dar el zarpazo. En realidad fueron dos las heridas que le propinó a la Gloria. En diez minutos, en solo dos ataques y con un protagonista excluyente: Cristian Pavón.
Los goles parecieron calcados. En ambos, el delantero cordobés recibió en el sector izquierdo y enganchó hacia el medio sacándose de encima un rival. En el primero fue Gallardo y en el segundo quedó fuera de combate Correa. En las dos acciones, luego de acomodarse, ejecutó un disparo violento de derecha. El primero se clavó en el ángulo superior derecho de Barucco, mientras que el segundo fue a ras del piso para meterse abajo pegado al palo. Dos estocadas letales para un Instituto que se desarmó fácilmente.

Para colmo, si el conjunto cordobés abrigó alguna esperanza de reaccionar en el inicio del segundo tiempo, Colón se la cortó de raíz con el tercer tanto. Poblete condujo un contragolpe por la zona central y cedió para Alario entre líneas. El Pipa la recibió en la punta derecha del área y remató sin pararla. El tiro cruzado pegó en el palo y se metió para sentenciar la historia.
A partir del 3 a 0, a los cuatro del complemento, el partido se terminó como tal. El local transitó los minutos restantes entre su impotencia y los insultos de la gente. Mientras que el sabalero se dedicó a regular los esfuerzos y cuidar las piernas, teniendo en cuenta el trajín de los últimos encuentros.
Colón clausura cualquier discusión relacionada a su estilo de juego. La formación de Osella no seduce desde la estética pero es implacable desde los números. El DT está tan convencido de esta estrategia que ya el rival pasa a un segundo plano. Tal vez en Corrientes se justificaba el esquema 4-5-1 por el nivel del rival. Pero anoche lo recibió el equipo más débil de la zona, que además jugó como lo que es. Sin embargo, el rojinegro mantuvo la estrategia y el resultado fue óptimo.
El fútbol es materia de debate permanente y por eso la discusión sobre las formas que Osella elige para Colón no se va a terminar. Pero mientras el elenco santafesino no sufra en defensa y exponga tal grado de efectividad en ataque (ayer remató al arco cinco veces y convirtió tres goles), la cuestión quedará solo en un contraste de gustos futbolísticos. Porque lo más importante se está logrando: el sabalero está consiguiendo, con tranquilidad, uno de los ascensos para regresar a Primera División.
B Nacional – Torneo Transición 2014 – Zona A - Fecha 12: Instituto 0 – 3 Colón

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