A Colón le cierra su campaña en la mitad de la ruta de regreso a Primera
División. El sabalero está tercero en la tabla con 13 puntos, consiguiendo uno
de los lugares de ascenso. La campaña rojinegra tuvo altibajos, con un detalle
favorable: cada vez que tropezó se recuperó rápidamente.
El equipo de Osella comenzó el torneo
dejando dudas y mostrándose impotente contra rivales que en la previa se
presentaban como más débiles (0-0 vs Instituto y 1-1 vs Gimnasia -J-). Allí llegó
el primer punto de recuperación. En la tercera jornada goleó 3 a 0 a Nueva
Chicago, dejando claras las diferencias entre un equipo que había bajado de
Primera y uno que subía de la B Metropolitana.
Pero enseguida llegó el primer
cachetazo fuerte de esta primera etapa. El cuadro santafesino fue agrandado a
Mar del Plata y se trajo una derrota con paseo incluido ante Aldosivi. Ese fue
el momento de la segunda reacción. La formación de Osella hiló dos victorias
consecutivas (4-1 vs Guaraní AF y 2-0 vs Argentinos), con una fecha libre en el
medio. Fue con rendimientos desparejos pero le sirvió para afirmarse en la
tabla y acumular confianza.
Aunque San Martín (SJ) le cortó el
envión de raíz. El verdinegro le propinó una goleada por 4 a 0 a domicilio y
dejó los ánimos sabaleros por el piso. Sin embargo, nuevamente Colón supo
salir. Se tomó un partido para restablecerse mentalmente (1-1 vs Ferro) y luego
volvió para ganar otra vez en el Centenario (3-1 vs Douglas Haig).
El cierre de la primera rueda se dio en
Corrientes, contra un Boca Unidos en alza. Con el puntaje mínimo deseado ya en
el bolsillo, el técnico prefirió darle descanso a algunos jugadores y buscar un
empate que finalmente se llevó (0-0).
Los números sabaleros son muy similares
al rendimiento global del equipo. No brillan pero cumplen. En condición de
local sumó 10 puntos (66% de efectividad), fruto de 3 partidos ganados, 1
empate y 1 derrota, con 10 goles a favor y 6 en contra (cuatro de ellos de los
sanjuaninos). Como visitante cosechó 6 unidades (40%), gracias a 1 triunfo, 3
empates y 1 caída, con 5 tantos a favor y 4 en contra.
Colón sigue siendo un conjunto made in Osella. El entrenador no
modificó su idea estratégica de juego a pesar del descenso de categoría. Son pocos
los momentos que el sabalero jugó como un grande de la división y estableció
distancias lógicas sobre sus rivales. Solo en el partido contra Chicago y un
tramo del segundo tiempo sobre Douglas. En el resto de los encuentros se
pareció demasiado al elenco que, plagado de falencias comprensibles, sumaba los
puntos necesarios trabajando mucho y jugando poco.
El cuadro rojinegro partió como uno de
los favoritos y hoy está en medio de la pelea como varios conjuntos de la zona.
Está lejos del líder San Martín (6 puntos) pero logrando una distancia ventajosa
en relación a los equipos que ya casi no tienen chances y se ubican del octavo
puesto hacia abajo (7 unidades).
De esta manera, Colón se posiciona en
un lugar que le brinda tranquilidad pero no le permite relajarse. Más allá de
las formas, discutibles desde el gusto pero eficaces desde los números, el
sabalero está consiguiendo el objetivo planteado con escasos sobresaltos. Que no
parezca poco.
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