Colón recibió un golpe de nocaut en su
casa. San Martín de San Juan lo goleó a domicilio y llenó de dudas a Diego
Osella, que reconoció que el rendimiento del equipo lo obliga a replantarse su
continuidad. El DT dejó la puerta abierta con sus declaraciones en el pos
partido en relación a dar un paso al costado si no encuentra respuestas en lo
inmediato. Dijo que fue un resultado “saca-técnico”.
La génesis de la derrota está sin dudas
en la planificación errónea del encuentro por parte de Osella. El entrenador
esperaba que los sanjuaninos salgan a atacar y la postura inicial del visitante
fue la opuesta. Además, el modelo de juego pereció rápidamente luego del primer
gol verdinegro. Un error en defensa, un despeje corto de Lazzaroni le dejó la
pelota en los pies a Ramiro López, que remató y contó con la fortuna de un desvío
para convertir el 1 a 0.
En un cuarto de hora quedó claro que el
sabalero debía tirar los papeles a la basura y resetear su disposición táctica. Así lo entendió el técnico que
realizó un cambio de urgencia a los 20 minutos. El “sacrificado” fue Garnier,
que se fue insultando a los cuatro vientos a Osella por la variante.
Colón se encontró desordenado, nervioso
y con un resultado adverso por remontar. Le costó mucho volver a meterse en el
partido y hasta el final de la primera parte no pudo quebrar el bloque
defensivo sanjuanino que, con el resultado a favor, se acomodó mejor y con
mayor confianza.
En el segundo tiempo, San Martín hizo gala
de su efectividad, golpeando en los momentos justos para evitar cada intento de
recuperación que ensayó el sabalero. De arranque, cuando el banco rojinero se movió
nuevamente con el ingreso de Llama, un nuevo error defensivo dejó a Carlos
Bueno en soledad cara a cara contra Broun. Mucha ventaja para un delantero
experimentado que definió con solvencia y puso la historia 2 a 0.
Luego, el rojinegro volvió a intentar
con un remate de Poblete y un cabezazo de Alario. Pero tras cartón llegó el
tercero de la formación de Forestello. Otra equivocación, en este caso de
Castillo, le dejó el balón servido a Poggi por la izquierda. El volante pasó al
medio para Marcos Figueroa, que castigó de derecha con un remate violento que
se metió abajo. 3 a 0 y trámite liquidado.
Pero había tiempo para más sufrimiento.
Alario hizo revolcar a Ardente con un impacto de cabeza y Llama envió un tiro
libre que rozó el palo izquierdo. Eso fue señal suficiente para que el Santo
sanjuanino volviera a reaccionar con un ataque letal. Un nuevo desencuentro
defensivo le permitió a Bueno quedar mano a mano con Broun y esta vez el
arquero impidió el tanto cometiéndole un claro penal. El delantero se tomó
revancha desde los doce pasos y estampó el 4 a 0 para consumar la goleada.
Colón decepcionó en todos los aspectos.
Tuvo rendimientos individuales muy bajos, muy distantes a otros encuentros.
Landa, Lazzaroni, Castillo, Poblete, Villarruel y Alario estuvieron lejos de su
nivel habitual. Desde el punto de vista colectivo, le faltó juego ofensivo a un equipo que
se destacaba por convertir casi siempre y fue frágil el funcionamiento
defensivo de una formación que sobresalía como uno de los menos goleados. El
cuadro santafesino recibió cuatro goles en un solo partido, cuando le habían
convertido la misma cantidad en los seis anteriores.
El sabalero sufrió algo más que una
simple derrota abultada. Por los dichos de Osella, algo se quebró en la
intimidad, algo se rompió dentro del vestuario. La confianza es fundamental
para alimentar el vínculo entre el técnico y el plantel. El planteo fallido,
las modificaciones de urgencia y el bajo rendimiento expusieron diferencias que
no pudieron disimularse. Y que luego fueron reconocidas por el propio DT. Sin
dudas se vienen horas decisivas. Cuando los ánimos se tranquilicen, será
responsabilidad del propio Osella recomponer ese lazo lo más rápido posible
para encaminar nuevamente la campaña con un resultado positivo ante Ferro.
B Nacional – Torneo Transición 2014 –
Zona A - Fecha 8: Colón 0 - 4 San Martín (SJ)
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