Unión sumó un punto valioso ante
Temperley, aunque sigue en deuda con su rendimiento en condición de visitante.
El empate que cosechó sirve porque salió airoso de una cancha difícil, donde el
Celeste es hizo fuerte siempre en este torneo, y porque jugó más de 50 minutos
con diez jugadores. Pese a esto, el tatengue tuvo un mal rendimiento, aguantó
la diferencia mínima como pudo, se lo empataron, lo pudo perder y terminó igualando
exclusivamente por los méritos de su arquero Matías Castro, la gran figura de
la noche.
El partido arrancó a pedir del
rojiblanco. Igual que en San Francisco y Tandil, Unión logró abrir el marcador
temprano pero luego no lo pudo sostener. A los 7 minutos Caballero fue arriba a
buscar un centro que llegó desde la izquierda, la pelota rebotó en un defensor
y le cayó a Lucas Gamba que ingresaba al área. El delantero remató de volea sin
pararla y el tiro se metió en el primer palo de Crivelli, con complicidad del
arquero de Temperley que puso las manos flojas y no pudo detener el disparo.
Pero el tatengue se quedo ahí. Le entregó
la pelota al local y se acomodó muy atrás en el campo, demasiado cerca de su
arco. Renunció a las posibilidades de contragolpe porque cada vez que
recuperaba el balón lo perdía muy rápido. Y además se descontroló fácilmente a
partir de los errores del árbitro.
Ese descontrol nació en el polémico
penal que sancionó Pablo Díaz sobre los 25 minutos de la primera parte. Castro
salió a cortar un centro pasado, alcanzó a tomar la pelota y luego chocó con
Brandán. El juez interpretó la jugada como falta y cobró la pena máxima. Sin embargo,
el arquero uruguayo comenzó a edificar su mejor actuación en este campeonato tapando
sobre la derecha el remate de Di Nenno.
Los jugadores rojiblancos no pudieron
abstraerse de la situación, se contagiaron del ambiente y comenzaron a cometer muchas
infracciones. Algunos se cargaron con amarilla y otros merecieron una amonestación
que el árbitro no mostró. Esa situación de descontrol derivó casi naturalmente
en la expulsión de Fausto Montero. El Memo
cometió dos foules fuertes luego de ver la primera amarilla. En el segundo, Díaz
no tuvo más remedio que mostrarle la tarjeta roja para castigar una
irresponsabilidad grave del mediocampista, que dejó al equipo con uno menos
antes del final de la primera parte.
Unión casi no tuvo remates al arco,
pero mostró gran efectividad. Contó con tres situaciones claras en todo el
partido. Además del gol, clavó dos tiros en el travesaño. Uno de Sánchez en la
primera parte, y el segundo luego de una gran jugada de Triverio en el arranque
del complemento. El delantero encaró solo contra tres defensores celestes, enganchó
hacia adentro y metió un zurdazo que estalló en el horizontal cuando se metía por
detrás de Crivelli. Desde allí hasta el final, el tatengue no hizo más que
defenderse y sufrir.
Con el equipo de Madelón muy retrasado,
Temperley aprovechó para apretar arriba y llenar de centros el área rojiblanca.
Ese fue uno de los pocos argumentos que expuso el gasolero, pero a la larga le sirvió.
Promediando el segundo tiempo, tuvo una ráfaga de diez minutos donde puso al
cuadro santafesino contra las cuerdas, consiguió el empate y convirtió a Castro
en héroe.
El arquero uruguayo tapó casi todo,
incluso sacó de forma increíble un disparo de Casanova que iba al ángulo. Atajó
13 de los 20 disparos al arco que ejecutó el local, pero no pudo con la acción que
definió Di Nenno sobre los 32 minutos del complemento. Llegó un centro, el enésimo
de la noche, desde la derecha, López metió un taco que pegó en la mano de Brítez,
y el rebote le cayó en los pies a Di Nenno que empujó la pelota y dejó sin chances
a Castro para estampar el merecido empate para Temperley.
De ahí al epílogo las imágenes se
repitieron. El gasolero atropellando con centros y mucha gente arriba, y Unión defendiéndose
con lo puesto, sacando la pelota de su área a duras penas.
Hay dos visiones finales para este
empate del equipo de Madelón. Una más positiva es rescatar la racha de cinco
partidos sin perder que ostenta el tatengue y el buen detalle de enlazar
victorias locales con empates como visitante que lo colocaron por fin en la
zona de tranquilidad en la tabla, aunque el quinto puesto sea compartido. No obstante,
también merece atención el bajo nivel de Unión cada vez que sale de Santa Fe,
los contratiempos que debe afrontar por responsabilidades propias (errores,
expulsiones y penales en contra), y la diferencia de actitud del conjunto
rojiblanco cuando está en casa ajena. Todo esto nos entrega un presente
mejorado en lo matemático, pero con varias cosas que acomodar todavía desde lo futbolístico.
B Nacional – Torneo Transición 2014 –
Zona B - Fecha 8: Temperley 1 - 1 Unión
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