Unión recibe a Independiente de Mendoza
con sus obligaciones de ganar renovadas a partir del empate cosechado en
Floresta. Claro que el ambiente no es el mismo que hace quince días en el choque
ante Crucero. Pero igualmente el tatengue no puede permitirse volver a dejar
puntos en el camino porque los puestos de vanguardia comienzan a alejarse.
Ante All Boys, la formación de Madelón repitió
errores en su sistema defensivo, equivocaciones por desorden y por desacoples de
funcionamiento. Cuestiones que el rojiblanco debe corregir sin falta para conseguir de una vez por todas ser un equipo equilibrado.
Es algo que el entrenador seguramente está
trabajando, no sólo para este partido. Pero con la convicción de no modificar las
características de los jugadores que ocupan la zona media. Y eso hay que destacarlo,
porque muchos técnicos cuando hablan de “equilibrio” se refieren a agregar
futbolistas de corte defensivo, sumar gente hacia atrás. Muchas veces no es
la solución. La clave es moverse en
sentido de bloque uniforme, tanto cuando se ataca como cuando se defiende.
En este caso, el DT de Unión se inclina
por sostener la estructura de nombres y buscar un cambio en el comportamiento
del equipo a la hora de defenderse y recuperar la pelota. El cuadro santafesino
necesita mejorar mucho la transición ataque-defensa. Cuando pierde el balón, no
ocupa bien los espacios por las bandas, deja rivales sin marcar y a veces sufre
inferioridad numérica en el retroceso.
Es necesario que Fabro por derecha y
Malcorra por izquierda se acoplen más rápidamente al sistema de contención, que
asuman un compromiso mayor con el regreso y la marca. Sin que esto signifique
desatender sus obligaciones de ataque. Otra alternativa es disponer distinto el
doble cinco. Que Montero se mueva en forma de abanico para protagonizar el apoyo
y los relevos hacia los costados. Así, los volantes externos no tendrían la urgencia
de volver a su posición sino que harían un trayecto más corto, hasta ocupar el
sector de presión más cercano. Son diseños que se pueden adoptar para
solucionar el principal déficit: las descompensaciones defensivas.
El poder ofensivo de Unión es su principal
fortaleza. Con 10 tantos convertidos en cinco partidos, es el equipo más goleador
de la categoría. Pero con 10 anotaciones en contra, también es el más goleado
de la B Nacional. El desafío de Madelón es encontrar las herramientas para alcanzar
ese equilibrio que necesita sin resentir la capacidad de ataque. Por eso es
saludable la intención de buscar ese objetivo sin atrasar las líneas ni
acumular defensores.
De todas maneras, el modelo táctico que plantea el
entrenador es siempre un punto de partida. Después, en la cancha, definen los jugadores.
Y en lo que va del torneo, los futbolistas de Unión ejecutaron mucho mejor el
plan en el arco contrario que en el arco propio.
B Nacional – Torneo Transición 2014 –
Zona B - Fecha 7: Unión vs Independiente Rivadavia
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