Colón simplificó desde el resultado una
historia muy compleja ante Guaraní Antonio Franco. Terminó goleando cuando el
destino del resultado marcaba empate por lo ocurrido en el trámite. El sabalero
consiguió un triunfo muy importante en lo anímico, pero manteniendo una deuda
clara en lo futbolístico.
Ya es una característica del equipo
rojinegro comenzar arriba en el marcador. Lo logró a los 10 minutos de juego
pero, igual que en Jujuy y Mar del Plata, no lo pudo sostener. Un centro pasado
de Villarruel fue impactado de primera por Facundo Callejo para abrir la cuenta
y soñar con una noche más tranquila. Pero luego de insistir algunos minutos en
busca del segundo, la estantería santafesina se derrumbó de un soplido.
El cuadro de Osella comenzó a
coleccionar errores defensivos, groseras equivocaciones que tiraron hacia atrás
al equipo y lo llenaron de dudas. Ese fue el momento del elenco misionero y en
particular de Cristian Barinaga. Después de revolcar un par de veces a Broun,
el ex Colón recibió de un lateral (mal cobrado por el asistente Noguera) y
clavó un zurdazo al ángulo para estampar la igualdad. A esa altura del primer
tiempo, el local era un manojo de nervios y Guaraní tuvo dos mano a mano para
ponerse arriba, pero Bruno los desperdició.
En el entretiempo el técnico hizo dos
cambios para tratar de modificar el rendimiento. Bittolo y Curuchet ingresaron
para darle mayor profundidad al ataque por los costados. Sin embargo, Colón no
tuvo inteligencia ni tranquilidad para la construcción ofensiva y se repitió en
centros que fueron despejados, en su mayoría, por los defensores de La Franja.
Hasta que llegó el quiebre en el
partido sobre los 37 minutos del complemento. Un cabezazo sin destino exigió al
marcador central Alan Vester, que quiso ceder de cabeza al arquero pero se
quedó corto. Facundo Curuchet adivinó la intención y la punteó antes de la
intervención de Cosentino para hacer explotar al Brigadier López. Con muy poco,
el rojinegro se llevaba un premio grande.
Ese accidente en el trámite descolocó a
Guaraní, lo llenó de confianza a Colón y propició una goleada impensada. En dos
minutos llegaron el tercero y el cuarto. Villarruel condujo un contragolpe
perfecto y pasó a la izquierda para Cristian Pavón. El pibe que compró Boca
enganchó y ensayó un derechazo precioso que se clavó en el ángulo izquierdo. Gran
resolución para un delantero que venía mostrando fallas en la definición.
El 4 a 1 final se selló con una gran
acción de Alario por izquierda. El delantero eludió a dos defensores y envió el
centro atrás para que Gustavo Villarruel, el nuevo goleador rojinegro, empujara
la pelota a la red.
La chapa final es mentirosa. Colón sufrió
el partido, estuvo cerca de perderlo, debió empatarlo, pero terminó ganándolo
en una arremetida de siete minutos. La goleada no debe ocultar los
inconvenientes de funcionamiento que el equipo tuvo ante uno de los rivales más
débiles de la categoría.
Luego de la confianza recibida por el
entrenador de cara a este encuentro, la mayoría de los futbolistas puso en
juego su titularidad anoche. Pocos se calzaron el traje de indiscutidos para
visitar La Paternal. Incluso algunos ya tienen el crédito agotado.
Se viene una fecha libre y Osella
tendrá tiempo de trabajo, espacio para corregir errores graves. Lo más notorio
a resolver es la fragilidad defensiva, los desacoples entre los hombres de la
última línea, las groseras fallas que condicionan al resto del equipo. El
técnico está obligado a concretar los ajustes necesarios para generar una
estructura de juego más confiable y menos permeable a los avatares de un
partido. Aunque siempre es más fácil mejorar cuando se gana.
B Nacional – Torneo Transición 2014 –
Zona A - Fecha 5: Colón 4 - 1 Guaraní Antonio Franco
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