Colón cumplió su misión principal y
venció a Douglas, gracias al cambio de rendimiento que produjo en el segundo
tiempo. La decisión de Osella y el buen ingreso de Pavón fueron las claves de
una victoria que coloca al sabalero en el tercer lugar de la tabla.
El cotejo se presentó complejo porque
el elenco de Pergamino se plantó en el Centenario con dos líneas de contención
bien definidas, unidas por un volante central, con el objetivo de achicar los
espacios en campo propio y cortar cualquier circuito iniciado por el cuadro
santafesino. En la primera parte, el rojinegro fue maniatado por esa postura y
se mostró impotente, ya que tenía la posesión de la pelota pero no podía darle
buen destino.
De cara al complemento, era evidente
que el equipo necesitaba una modificación. El técnico Osella tomó nota de esto
y en el inicio mandó a la cancha a Cristian Pavón. El cordobés se paró como
extremo izquierdo, para jugar mano a mano con el lateral derecho de Douglas, y así
permitió que Llama se cierre hacia el eje del campo. De esta manera, Colón no
solo agregó un hombre más en ataque sino que también obligó a que la defensa
del Fogonero se abra y le brinde espacios.
La modificación en el trámite se notó
rápidamente y la diferencia en el marcador no tardó en llegar. A los 12 minutos
del segundo tiempo, Llama envió un pelotazo a la espalda de los centrales y
allí apareció Alario, que se la llevó con su brazo derecho (algo que Ejarque no
advirtió). El delantero acarreó al arquero y a un defensor hacia un costado y luego
cedió para el ingreso de Fernando Telechea, que pudo convertir casi sin
resistencia para iniciar el camino a la victoria.
Cuando Colon comenzaba a establecer
distancias claras en el juego llegó la expulsión de Alario. El 9, que ya tenía
amarilla, fue con plancha contra Gioda sobre los 35 minutos. Vio la segunda
amonestación y tuvo que abandonar la cancha. Parecía que la tarde se
complicaba, pero vino el segundo. David Ramírez tomo la posta de Llama en la
conducción y fue clave en la jugada. Aguantó la pelota por la derecha, esperó
la llegada de Cristian Pavón por la izquierda y metió un preciso cambio de
frente. El ex Talleres la bajó, eludió a su marcador (como en todo el
encuentro), esquivó al arquero Tantoni y definió con seguridad.
Parecía que la historia se sentenciaba.
Pero no. A los tres minutos Douglas Haig consiguió el descuento con un cabezazo
del ingresado Ángel Orué que le ponía incertidumbre al final. Sin embargo, la
inestimable colaboración de Tantoni iba a despejar cualquier riesgo. Pavón
inició un contragolpe por la izquierda y decidió rematar desde lejos. El tiro
iba bien direccionado pero sin fuerza. No obstante, el arquero puso las manos
flojas y la pelota se le escapó. La chapa 3 a 1 y ahora sí el triunfo estaba en
el bolsillo.
Colón cambió a tiempo y sumó tres
puntos con varias aristas positivas. En la tabla se posiciona tercero llegando
a los 15 puntos (la cifra indicada teniendo en cuenta que con 30 unidades en
total podría ascender sin inconvenientes). Pero además, el sabalero pudo cerrar
definitivamente la herida que le había dejado la goleada ante San Martin (SJ) y
también demostró que el ataque directo es el mejor camino para conseguir
victorias en condición de local.
La mayoría de los equipos que lleguen a
Santa Fe tomarán la postura de Douglas Haig. Ante eso, la formación de Osella
debe responder como lo hizo en el segundo tiempo. Sin especular, sin miedos,
apostando a la ofensiva con muchos jugadores, poblando la zona de ataque con
delanteros externos (Villarruel y Pavón) e internos (Telechea y Alario). Solo así
podrá hacerse fuerte en el Brigadier López.
El partido de ayer deja un mensaje
claro. En el futuro, Colon deberá parecerse más al equipo agresivo que metió
tres goles en el segundo tiempo y menos al conjunto impreciso e impotente de la
primera parte.
B Nacional – Torneo Transición 2014 –
Zona A - Fecha 10: Colón 3 -1 Douglas Haig
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