lunes, 25 de agosto de 2014

Una cuestión de actitud

Unión no puede sacarse la pesada mochila del mal comienzo. Ayer se trajo un punto de Tandil cuando tenía todas las ventajas para conseguir los tres. La historia se repitió. Los errores conocidos en defensa y una debilidad mental que ya preocupa le impidieron al tatengue sumar el primer triunfo del Torneo.
Después de la suspensión del sábado, el equipo de Madelón pudo jugar el encuentro ante Santamarina en condiciones casi normales, más allá que el campo de juego del estadio Municipal era de dimensiones pequeñas y presentaba el césped alto. Esas no fueron excusas para un equipo que hizo un correcto primer tiempo y se encontró, en el arranque del segundo, dos goles arriba en el marcador.
Esto fue posible gracias a que el rojiblanco ratificó que lo mejor lo tiene arriba. Enrique Triverio tuvo una tarde inspirada y fue el autor de los dos tantos. El primero llegó a la media hora de la primera parte, tras una escalada de Zurbriggen por derecha que derivó en un centro a la cabeza del delantero. Mientras que el segundo lo concretó en el amanecer del complemento. Luego de una gran asistencia de Guerra, Triverio definió cruzado ante la salida del arquero.
Dos goles de distancia para un conjunto afirmado en su juego y convencido de sus condiciones es una ventaja casi irremontable. Pero Unión está en las antípodas. Es un cuadro lleno de dudas que conspira permanentemente en contra de sus propias virtudes. Así fue como en tres minutos Santamarina consiguió el descuento y a partir de allí se fueron derrumbando las barreras tatengues.
Madelón gritó desde el banco, metió cambios para agregar gente en el medio que pueda cortar los avances del local y también refrescó las piernas en la ofensiva para que los delanteros puedan sostener la pelota y utilizar el tiempo a favor. Pero nada de esto ocurrió. El equipo se pinchó anímicamente y solo se dedicó a resistir los embates del aurinegro. Sin demasiadas herramientas, con el único recurso de acumular futbolistas en el área rival, el cuadro tandilense llegó al empate a cuatro minutos del final y casi lo gana en la última pelota del partido.
Unión sufre un problema que va más allá de los nombres y los esquemas. Es una cuestión más relacionada a lo mental, a la actitud en función de las circunstancias del juego, que a lo estratégico. El equipo alcanza momentos de lucidez ofensiva que le permiten convertir, pero tiene mandíbula de cristal y con un par de golpes del rival cae fácilmente a la lona.
La misión para Leonardo Madelón es ahora más compleja, ya que la solución parece no estar en cambiar jugadores. El técnico está obligado a elaborar un mensaje que llegue a lo más íntimo de los futbolistas y provoque un notorio cambio de actitud en cuatro días. Porque Unión jugará el viernes contra Crucero del Norte frente a su gente, que tendrá muy poca paciencia y pedirá la cabeza del DT si el resultado es adverso.

B Nacional – Torneo Transición 2014 – Zona B - Fecha 3: Santamarina 2 – 2 Unión

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