Alguna vez podía salir mal. El plan que
tantas veces le brindó victorias a Colón, ayer falló. Después de aguantar la diferencia
mínima casi todo el partido, y cuando parecía que los tres puntos se
encaminaban a Santa Fe, un error del arquero Broun lo dejó al sabalero sin
triunfo.
Colón arrancó de forma óptima el
encuentro ante Gimnasia. La sociedad Alario-Villarruel le dio frutos en el
inicio del juego. El Pipa bancó la pelota en campo jujeño, pivoteó y metió un
pase preciso a la espalda de Sánchez. Villarruel atacó el espacio libre y
definió cruzado ante la salida de Ojeda. Un comienzo a pedir de Osella. A los seis
minutos, el rojinegro ya lograba lo que había ido a buscar. A partir de allí se
dedicó a defenderlo.
El cuadro santafesino controló el
trámite hasta el primer cuarto de hora, luego fue retrocediendo paulatinamente
hasta culminar la primera parte muy cerca de su arco, apretado y sufriendo los
embates del elenco local. Esta postura se trasladó al complemento. Colón jugó
casi todo el segundo tiempo instalado en su campo y nunca pudo explotar el
contragolpe. Cada vez que recuperaba la pelota se desprendía de ella con
pelotazos sin destino.
Gimnasia de Jujuy fue un equipo
limitado. Más allá de monopolizar la tenencia del balón nunca pudo lastimar por
abajo, hasta que entendió que el gol podía llegar por arriba y comenzó a llenar
de centros el área sabalera. Por esa vía, Miranda avisó con un cabezazo en el
travesaño a la media hora del complemento.
El conjunto de Diego Osella estuvo muy
cerca de llevarse el triunfo, pero a un minuto del final resignó dos puntos en
una jugada que arrancó con la posibilidad del 2 a 0 para Colón y finalizó en el
1 a 1 para el Lobo. Cristian Llama desperdició el único contragolpe bien armado
que tuvo a disposición el visitante durante el juego y en la acción siguiente
Miranda selló la igualdad para el local. El delantero ganó por enésima vez de
arriba en el área, la pelota picó a los pies de Broun y el aquero, confundido
pensando que alguien la iba a desviar, quedó a mitad de camino sin poder
detener la pelota que se metió mansita en el arco.
A Colón le falló un plan que
habitualmente no se quebraba. Durante el semestre pasado, cada vez que el
sabalero se ponía en ventaja construía una muralla y casi nadie podía
empatarle. Solo le ocurrió ante Godoy Cruz en la fecha 6 del Torneo Final,
cuando Sigali puso el 1 a 1 de cabeza a seis minutos del epílogo.
En otra categoría, en otro torneo,
contra rivales que en la previa tienen menor poderío, Colón tendrá que revisar
si esa postura es la correcta. Renunciar tan rápido a la posibilidad de atacar
defensas que ofrecen ventajas, retroceder exageradamente para cuidarse de
ataques que casi no lastiman, es valorar poco las propias capacidades y poner a
los rivales en una dimensión que no tienen. Aunque la receta haya funcionado
durante el campeonato pasado, y casi lo mantiene al sabalero en Primera, es
hora que Colón pase de partenaire a protagonista.
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