viernes, 29 de agosto de 2014

Un partido perfecto

Unión se jugaba muchas cosas esta tarde ante Crucero del Norte. La continuidad del técnico estaba puesta a prueba y el equipo debía responder. El tatengue necesitaba una demostración futbolística convincente para alejar fantasmas, reconciliarse con su gente y marcar un quiebre positivo en un momento clave.
La chapa final con el 3 a 0 a favor resume una tarde perfecta. Porque el rojiblanco logró todos los objetivos que el partido le demandaba. Expuso virtudes en todas sus líneas y alcanzó por primera vez en el torneo un rendimiento parejo a nivel colectivo. Mantuvo su poder de fuego en ataque, pero le agregó solidez en defensa y sobre todo inteligencia para controlar los tiempos del juego.
El conjunto rojiblanco arrancó el encuentro convencido de sus obligaciones. Fue a buscarlo de entrada, achicando espacios y cortando permanentemente el circuito del mediocampo del colectivero. Y además agregándole ritmo a la circulación de la pelota y llegada de los volantes al área rival.
La jugada del penal no cae de forma aislada en el marco de un trámite pobre, es consecuencia de una postura tomada por Unión de jugar el mayor tiempo posible en cercanías del arquero contrario. Luego de la clara infracción de Barraza, Claudio Guerra se encargó de abrir el marcador con una definición precisa al costado izquierdo de Caffa. Así el cuadro de Madelón se fue al descanso con una justa ventaja.
De arranque en el complemento el equipo ratificó su superioridad ampliando la diferencia. Una buena recuperación en la mitad derivó la acción hacia la derecha para que Fabro envíe un centro atrás. El pase lo rescató Ignacio Malcorra que definió de zurda y estampó el 2 a 0.
Allí se presentó un reto para la formación de Madelón: defender la ventaja y evitar que suceda lo mismo que pasó en Tandil. Unión lo logró con firmeza y sin poner nunca en riesgo el triunfo.
Y hasta hubo tiempo para un tercer tanto que aseguró la victoria. Sobre la media hora Guerra asistió de cabeza a Martín Fabro, que definió mano a mano por debajo de las piernas del arquero. Los tres goles de distancia entre un equipo y el otro daban cuenta de forma certera de la superioridad que el cuadro santafesino expuso sobre el elenco misionero.
Unión tuvo una actuación pareja en todos sus jugadores. No hubo puntos bajos, pero sí algunos muy destacados. La aparición hoy de Montero fue muy saludable. En una nueva función como doble cinco, el Memo le brindó al mediocampo el equilibrio que no tenía. Aportó despliegue para la recuperación y dinámica para pasar al ataque. Junto con Guerra fueron los futbolistas más destacados del encuentro. El 9 cumple un rol preponderante. Baja a tres cuartos para pivotear, aguanta la pelota para la llegada de sus compañeros, cede hacia los costados y hasta a veces le alcanza para llegar al área a cabecear. Hace un trabajo muy beneficioso en lo colectivo y últimamente se destaca por sus asistencias. Hoy sumó una más de cabeza en el tercer gol de Fabro.
Muchas veces pasa que, cuando un entrenador está en la picota, los jugadores no responden, no comprenden cómo tienen que reaccionar. Hoy los futbolistas de Unión hicieron lo contrario. El equipo mostró una respuesta anímica y futbolistica sin fisuras. Transmitieron un mensaje muy claro de respaldo y confianza para Madelón.
El tatengue afrontó el encuentro como una verdadera final, de principio a fin. Por eso el efecto positivo del triunfo tienen enormes dimensiones. Unión ganó un partido sumamente trascendente y sumó una victoria imprescindible de cara a su futuro.

B Nacional – Torneo Transición 2014 – Zona B - Fecha 4: Unión 3 – 0 Crucero del Norte

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