domingo, 11 de mayo de 2014

Un delicado final

Colón ya no depende de sí mismo. En los últimos partidos fue dejando virtudes en el camino, aflojando fortalezas y sumando debilidades. Al compás del bajón colectivo, el sabalero fue perdiendo puntos y logró cosechar solo 2 de las últimas 12 unidades que puso en juego. Un valor muy escaso en una etapa demasiado peligrosa para cometer errores. El rojinegro comenzó a trastabillar en la recta final y ahora tendrá que prender velas para que los demás no lo condenen.
Vélez fue demasiado para este Colón debilitado. El Fortín logró en 20 minutos exponer todas sus fallas, desnudó todas las fragilidades defensivas y resolvió el partido antes de la media hora de juego. El sabalero eligió esperarlo y lo pagó caro. Las dudas del equipo de Liniers en este semestre estuvieron siempre en su zona de contención, sin embargo los de Osella no presionaron en campo ajeno. Para colmo le dieron libertad de manejo a Canteros, Pratto y Cabral para la gestación y descuidaron a Mauro Zárate en un sector letal. El goleador del campeonato recibió sin marca dentro del área y facturó en dos oportunidades. Primero después de una gran jugada de Pratto por derecha, y luego recibiendo un centro del mismo lado de parte del juvenil Pérez Acuña. Todo en 15 minutos y tras un par de revolcones de Montoya, que fue responsable de evitar la goleada.
Un Colón apagado se encontró con un equipo inspirado, con todas las luces, agresivo y efectivo en los últimos metros. Los del Turu Flores se pasearon por momentos ante el cuadro santafesino.
Osella hizo cambios en el inicio del complemento y logró una reacción. Hasta los diez del segundo tiempo, el sabalero tuvo chances de descontar. Alario primero y Mansilla después tuvieron sendos mano a mano que desperdiciaron. Fue el momento de Sosa, el arquero velezano, que tapó ambas situaciones. Luego de esa arremetida, el Fortín se metió de nuevo en el partido y lo controló sin inconvenientes hasta el final. Pero antes del cierre hubo tiempo para una irresponsabilidad de Mansilla. Faltando tres minutos, el mediocampista se hizo echar luego de cometer una falta infantil y protestarle al árbitro. Una reacción inconsciente del futbolista rojinegro que se perderá la gran final del próximo domingo.
Colón llega desacomodado al epílogo de la temporada. Ya no muestra ese perfil de equipo inexpugnable en defensa y letal de contragolpe. Arriba a la definición a los tropiezos, mostrando flaquezas por doquier y dando sensaciones de impotencia justo cuando le será imperioso ganar.
El sabalero tendrá que redimirse en la última fecha, recuperar rendimientos individuales y alcanzar un nivel colectivo suficiente para superar a un rival difícil como Olimpo. Pero tal vez a pesar de todo eso no logre la salvación. Porque ya no depende de su propio destino. Colón debe ganar y rezar por la ayuda de los demás.

Primera División – Torneo Final 2014 – Fecha 19: Vélez 2 – 0 Colón

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