lunes, 26 de mayo de 2014

Entre los festejos por lo ajeno y la realidad propia

La tarde del domingo en la Avenida fue extraña. Hubo dos partidos, uno en la cancha, con los altibajos que ya son costumbre en este equipo, y otro en las tribunas, con las celebraciones multiplicadas por el descenso del eterno rival.

El hincha de Unión le dio poca importancia a lo ocurrido dentro del campo. En medio de los festejos por la desgracia ajena, pasó desapercibido un rendimiento que nuevamente dejó varias grietas que preocupan. El empate contra Independiente Rivadavia de Mendoza debe sumar como una nueva prueba para que los dirigentes, alejados de la pasión del hincha común, sigan tomando nota de cara al próximo semestre.
Unión tuvo sus puntos altos de rendimiento en el inicio y en el final del encuentro. Le faltó precisión para abrir el marcador en los primeros minutos y pudo convertir en el cierre luego de presionar a su rival en la recta final del compromiso. Sin embargo, en el desarrollo medular el tatengue no pudo imponerse a un conjunto que pena por mantener la categoría.
Más allá del resultado final, que poco importa para la sumatoria del rojiblanco, el partido sirve para comenzar a sentenciar algunas conclusiones sobre las individualidades. Ayer quedaron claros los puntos a reforzar y los casos a estimular en el próximo torneo. A saber:
Palacios es un jugador distinto e indispensable. Debe ser prioridad su renovación.
- Castro y Sánchez se transformaron de a poco en referentes. También es necesaria su continuidad.
- Hay juveniles que demostraron chapa para ser titulares. Es el caso de Martínez, figura ante los mendocinos, y Caballero. Además, el pibe Tarquini ingresó muy bien y es un interesante proyecto como delantero.
- Brítez no tiene nivel para jugar en el lateral. Queda muy expuesto al costado y sin la protección de un marcador central. Tal vez es mejor alternativa en la zaga.
- Lamentablemente Fernando Evangelista agotó sus oportunidades. La de ayer era la última y la desperdició. Difícilmente los dirigentes hagan algún esfuerzo para retenerlo.

Al conjunto de Madelón le quedarán dos compromisos. Serán importantes porque el nivel de los rivales, Huracán y Banfield, permitirán establecer una medida correcta en relación a lo que se jugará el tatengue en el próximo semestre. Ya sin motivaciones ni objetivos en la recta final, por lo menos vale la pena que el entrenador y los directivos aprovechen el tiempo para ganar terreno en la conformación del plantel que viene.
El choque ante los mendocinos de Independiente Rivadavia se cerró con cantos y festejos. Con el gol de Salinas en el último suspiro, la hinchada se permitió retomar la celebración que llevó adelante antes y durante el encuentro, recordando el descenso de Colón.

Pasadas las horas, agotada la algarabía de un lado y las lágrimas del otro, el fútbol de Santa Fe estará obligado a realizar una fuerte autocrítica para tratar de explicar porqué en solo dos años la capital provincial perdió su plaza en Primera División.

B Nacional - Temporada 2013/14 - Fecha 40: Unión 1 - 1 Independiente Rivadavia

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