sábado, 3 de mayo de 2014

Destinado a sufrir hasta el final

Los errores individuales, el bajón de rendimiento colectivo y la derrota llegaron en el momento menos indicado. Calculadora en mano, ahora Colón tendrá que seguir luchando en los dos partidos que faltan para el final del torneo. La caída ante Estudiantes, junto al triunfo de Quilmes, lo condena a estirar la agonía. La historia sabalera está hecha de sufrimientos. Parece que esta vez no será la excepción.
El cuadro de Diego Osella fue superado por el Pincha, que aprovechó sus equivocaciones y lo dejó con las manos vacías. Hubo dos acciones claves para el desarrollo del juego, con fallas que el rojinegro cometió en zona defensiva, algo poco habitual. Le costaron el partido.
Cuando el trámite era aburrido y ninguno de los dos plasmaba diferencias, Lucas Landa calculó mal en un pelotazo, se confió, la pelota le picó antes de controlarla y se le fue larga. A su espalda apareció Franco Jara en velocidad y con campo libre para enfrentar a Montoya. Demasiada ventaja para el delantero que definió cruzado y puso en ganancia a Estudiantes en el cierre del primer tiempo.
El otro golpe fue al inicio del complemento. Un córner que no parecía llevar demasiado riesgo terminó en penal. ¿Cómo? Con la pelota en el aire, Gerardo Alcoba le propinó un golpe a Desábato de cara a la posición del árbitro Silvio Trucco. El juez no dudó en sancionar la pena máxima y Guido Carrillo cambió la oportunidad por gol para empezar a sentenciar la historia.
El defensor fue expulsado con roja directa. La acción completa es difícil de justificar. Fue una tremenda irresponsabilidad del jugador sabalero que dejó a su equipo con diez, pero antes de irse insultó al árbitro, quiso agredir a Desábato y también tuvo un cruce muy fuerte con el juez asistente Eduardo Lucero. Seguramente recibirá dos fechas de castigo y no podrá jugar ya en lo que resta del campeonato.
Colón nunca pudo recuperarse de esas dos acciones fatídicas. Demostró no tener plan alternativo, no estar preparado para reaccionar positivamente cuando se encuentra abajo en el marcador.
Inesperadamente el rojinegro está a un punto de la zona de descenso. Sin embargo, el camino a seguir está trazado. La hinchada despidió al equipo con aplausos y cánticos de aliento. Entendieron antes que nadie cómo hay que afrontar lo que viene. Los soldados de Osella deben afirmarse sobre sus ideas, renovar la confianza y recuperar el nivel de rendimiento. Todo sigue dependiendo de Colón, aunque ahora hay que sacar la calculadora del bolsillo.

Primera División – Torneo Final 2014 – Fecha 17: Colón 0 – 2 Estudiantes

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