Unión ganó un partido increíble en
Rafaela, con extremos de rendimientos, con vaivenes en el resultado y con un
segundo tiempo plagado de “accidentes” que lo favorecieron. El tatengue pasó de
jugar muy mal y quedar a merced de una goleada, a reaccionar para dar vuelta la
historia con uno menos y luego de estar dos goles abajo. En la previa del
clásico, el influjo anímico es incalculable. Sin embargo, el saldo negativo
generado por los lesionados traza interrogantes de cara al choque frente a
Colón.
Luego del cotejo, Leonardo Madelón
afirmó que el equipo en la primera parte hizo todo mal. Y no se equivocó. La actuación
hasta el descanso fue decepcionante en todas las líneas. El rojiblanco se dejó
manejar la pelota por un rival que nunca se destacó por dominar los encuentros,
liberó las bandas del mediocampo potenciando a Graciani y Ferreyra, y descuidó
peligrosamente a Pussetto. Las ventajas fueron tan amplias que cualquier
formación hubiese sacado provecho. Hasta Atlético de Rafaela, uno de los
últimos en la tabla de posiciones.
Así fue que en tres minutos la Crema
obtuvo réditos de las fragilidades que Unión exponía en la banda izquierda y
anotó dos goles. Primero Gabriel Graciani y luego Osmar Ferreyra facturaron dos
de las nueve situaciones propicias que el local produjo durante los últimos 20
minutos del primer tiempo. Y para colmo de males, Diego Villar vio la roja por
un planchazo contra Barbosa.
Así las cosas, el complemento se
anunciaba como la secuela de una película de terror. Madelón decidió dejar tres
hombres en el fondo para reforzar la mitad de la cancha con el ingreso de De
Iriondo. De esa forma el equipo pudo ordenarse mejor y se vio favorecido por el
incipiente conformismo de Atlético que retrocedió sin motivos.
De todas formas, recién a los 20
minutos del segundo tiempo comenzó la remontada tatengue. Claudio Riaño recibió
luego de un cabezazo de García Guerreño, le ganó en el salto al arquero De
Giorgi y consiguió el descuento que Parra, que estaba en la línea del arco, no
pudo evitar.
Tres minutos después, el arquero de la
Crema fue a descolgar un córner y perdió la pelota contra García Guerreño, que
empujó al gol con la valla vacía para marcar ya un resultado heroico.
Pero había tiempo para mucho más. Ocho minutos
más tarde, Riaño fue sujetado por Barbosa en el área, Loustau sancionó penal y Juan
Rivas lo tradujo en el tercer tanto para consumar lo impensado. Unión revertía
un partido que se perfilaba para goleada en contra y lo trocaba por un triunfo de
oro.
De allí al final, Atlético de Rafaela
atropelló al tatengue que fue acumulando lesionados cuando ya había consumado
todas las variantes. Con uno menos por la expulsión de Villar, el elenco de
Madelón terminó con De Iriondo afuera por una lesión en la rodilla y con toda
su última línea lastimada: Affranchino acalambrado, García Guerreño con un
golpe en el pie izquierdo, Leo Sánchez lesionado en el empeine derecho y
Zurbriggen con un fuerte golpe en la cintura.
El equipo aguantó como pudo, Castro se
vistió de héroe tapando dos mano a mano contra Gabriel Morales y en tiempo
agregado llegó el apogeo de una tarde inolvidable: De Giorgi le cometió un
claro penal a Riaño y fue expulsado por el árbitro. Adrián Bastía tuvo que
calzarse los guantes porque el conjunto rafaelino ya había agotado los cambios.
Y el Polaco agigantó su figura en la
historia celeste atajando el disparo ejecutado por Riaño desde los doce pasos.
Unión tocó el infierno y despegó hasta
el cielo en el mismo partido. Fue una sombra de arranque y terminó brillando
con sus mejores luces para sumar tres puntos sustanciales en la pelea por
ingresar a la Liguilla pre Sudamericana. Logró una victoria con características
de hazaña que lo impulsan de forma óptima en la previa del clásico. Aunque quede
como saldo negativo los altibajos de rendimiento y las ausencias que
seguramente tendrá la formación para el enfrentamiento ante Colón.
Primera División 2015 –Fecha 26: At.
Rafaela 2 - 3 Unión
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