Colón y Unión vuelven a cruzarse en
medio de realidades futbolísticas en baja. En este contexto, el empate resulta un
camino sumamente tentador. De la ambición de ambos dependerá la calidad del espectáculo
del domingo y las posibilidades de cada uno en pos de lograr el mejor
resultado.
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En varias oportunidades el técnico y
los futbolistas le agregan demasiada racionalidad a un encuentro dominado por
las emociones, donde el profesional no debe dejarse desbordar pero al mismo
tiempo nunca tiene que olvidar que el corazón del hincha está en el medio. Ese
mismo hincha que seguramente sueña con un cabezazo potente de Vegetti o con un
tiro libre al ángulo de Malcorra. En los desvelos del futbolero santafesino, difícilmente
aparezca un despeje a tiempo de Conti o un cruce violento pero efectivo de
Britez. Todas son acciones de juego, pero las que permanecen en las retinas son
las que revisten vestigios de valentía. Son las que provocan mejores y
perdurables satisfacciones a lo largo del tiempo. Entonces, ¿por qué no animarse?
No existen ecos históricos surgidos de un cero a cero.
Colón está frente a la oportunidad de
corregir de una vez por todas su rumbo, el técnico tiene la chance de acomodar
en 90 minutos lo que intenta ordenar hace ocho partidos. Para eso el sabalero debe
confiar más en sus posibilidades que temerle a sus debilidades. Si consigue
manejar la pelota en campo rival, tendrá un cuarteto de elementos netamente
ofensivos disponibles para agredir a una defensa rojiblanca que exhibió
fragilidad y falta de entendimiento a lo largo de todo el campeonato.
Por su parte, a Unión se le presenta la
ocasión de volver a marcar un mojón en la historia del clásico con un triunfo
en el Centenario. En la previa, el tatengue se sabe superior a nivel colectivo.
Lejos de acobardarlo, esa condición debería alentarlo a atacar a un rival
desarmado, haciendo valer sus mejores capacidades en función de conjunto. El
tatengue ya demostró hacerse fuerte en rodeos ajenos cuando las presiones son
del local. Lo hizo en Monumental empatándole a River y en La Bombonera dando
vuelta la historia frente a Boca. Son antecedentes suficientes para que el
técnico apueste a ganador en el Brigadier López.
Los equipos que son recordados para
siempre son aquellos que ganan los clásicos, no aquellos que no los pierden. Ojalá
el hambre de gloria se imponga sobre el terror a la caída. La pasión que genera
en Santa Fe tanto Colón como Unión merece que los equipos jueguen con más valentía
para ganar que miedo por perder.
Torneo Primera División 2015 – Fecha 24:
Colón vs Unión
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