lunes, 21 de septiembre de 2015

El triunfo que necesitaba

Unión sumó un triunfo muy trabajado y sumamente valioso desde lo numérico. No tuvo el rendimiento que se esperaba pero consiguió el resultado que necesitaba para cortar la racha sin triunfos y retomar la senda victoriosa, a dos semanas del clásico.
El equipo de Madelón no supo aprovechar las condiciones favorables que le presentó el juego y por eso terminó sufriendo en un partido que podría haber tenido un destino diferente. Porque Temperley era un rival que se anunciaba con una intención de acomodarse atrás, cerrar los espacios y embarullar el trámite. Sin embargo, el rojiblanco se encontró con la apertura del marcador antes del primer cuarto de hora y el visitante quedó con un hombre menos sobre los 30 minutos. Accidentes que cambiaron el escenario de partido y lo volcaron netamente a favor del cuadro santafesino, aunque no pudo aprovecharlo de forma óptima.
Ignacia Malcorra fue determinante a lo largo de todo el partido, pero especialmente en las jugadas de los goles. En el primero, el zurdo colocó un centro muy preciso que cayó en el punto del penal. En ese exacto lugar y en el momento indicado estaba Claudio Riaño. Por fin el centrodelantero pesó en la zona de fuego, apareció a espaldas de Bogino y definió de primera para sacarse la mufa y anotar por primera vez con la rojiblanca.
A pesar de estar arriba en el marcador y con superioridad numérica en el campo, Unión nunca pudo tomar las riendas del encuentro. Cedió demasiado el control de la pelota y retrocedió mucho, brindándole a Temperley la posibilidad de disimular el hombre de menos y mantenerse con chances de empatar.
El Gasolero solo necesitó de un pelotazo largo y la complicidad de un par de defensores de Unión para alcanzar la parda en el inicio del complemento. Cardozo se durmió y perdió la marca de Sambueza, mientras que García Guerreño no percibió el ingreso de Grbec que recibió la pelota y definió de cara a Nereo Fernández.
En ese momento volvió a aparecer la influencia positiva de Malcorra. El 11 tomó la manija del elenco tatengue y condujo ataques rápidos que provocaron una reacción inmediata luego del tanto visitante. Avisó primero con un derechazo que pasó cerca y luego con un disparo a distancia que se estrelló en el travesaño. Hasta que desde su zurda llegó un nuevo envío colocado con exactitud en la cabeza de Emaunel Britez, que conectó para lograr el desnivel. Un premio para el defensor que fue una de las figuras del cotejo y demostró que pudo retomar el nivel de sus mejores momentos sin hacer un uso exagerado de su vehemencia.
La importancia que llevaba añadido el triunfo y la presión por conseguirlo impidieron que Unión se soltara para buscar otro gol que sentenciara la historia. Los nervios y la necesidad de cortar la mala racha le jugaron en contra, le agregaron imprecisión al juego del elenco de Madelón y mantuvieron con vida al conjunto de Rezza hasta el final. Debido a esto, el tatengue terminó apurado y defendiendo tres puntos que valen oro.
Unión necesitaba ganar y lo logró sobre un oponente que resultó complejo, a pesar de las condiciones favorables que le fue presentando el trámite. Regresar a la senda de la victoria, recuperar la capacidad de gol de la mano de su nueve y la reaparición de un jugador indispensable como Malcorra son los puntos más positivos de una jornada en la cual el rojiblanco pudo dar vuelta la página para mirar con optimismo el futuro inmediato que marcará la víspera del clásico.

Primera División 2015 –Fecha 25: Unión 2 - 1 Temperley

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