lunes, 24 de agosto de 2015

Poco temple para un momento importante

Cuando Unión juega mal no tiene medias tintas: se expone a la goleada. Le pasó en Rosario contra Newell’s, en La Plata ante Gimnasia, y ayer en Victoria la historia no terminó peor por responsabilidad de Tigre.
El tatengue salió dormido y regaló dos goles antes de los 15 minutos. Este es un llamado de atención importante para el equipo de Madelón, porque le convirtieron en ese lapso por tercera vez consecutiva. Sufrió tantos rápidos también ante Boca y Racing y solo pudo recuperarse sobre el xeneise.
Las conversiones del Matador llegaron por errores graves en el funcionamiento defensivo rojiblanco. En el primero, Luna pica al primer palo en busca de un córner preparado y nadie lo sigue.
En el segundo la desconcentración es insólita. El propio Chino recibe solo en el área un lateral impulsado por Goñi desde la mitad de la cancha. García Guerreño y Leo Sánchez se limitan a mirar como el delantero remata de media vuelta para que la pelota sea empujada por Facundo Sánchez, que ingresaba por el segundo palo, aprovechando la desatención de Zurbriggen. Son demasiadas facilidades en poco tiempo.
A partir de allí, Unión se quedó sin argumentos para reaccionar. Encontró el descuento con el penal de Malcorra, pero ni siquiera pudo aprovecharlo en su favor en busca de la igualdad antes del descanso.
El cuadro santafesino no mostró capacidades para atropellar al rival e intentar al menos con ímpetu emparejar el marcador. Estuvo siempre más cerca en la chapa que en el trámite. Tigre lo perdonó varias veces. En el segundo tiempo, el elenco de Alfaro se dio el lujo de entregarle la tenencia del balón y de todas formas contar con chances francas que desperdició. Los palos y Matías Castro maquillaron una derrota que podría haber sido más abultada.
Es cierto que Unión tuvo la posibilidad del empate en la jugada que Soldano resolvió muy bien frente a González Pires, enganchando y rematando desde el vértice izquierdo del área. Pero su remate se estrelló en el poste y la historia no cambió. Fue la más clara, pero la única de peligro que generó en todo el partido. Poco para reclamar distinta suerte ante un rival que lo superó claramente.
Los bajísimos niveles individuales (Zurbriggen, García Guerreño, Britez, Martínez, Gamba), una producción colectiva insuficiente, cambios que llegaron tarde y no influyeron, fueron condicionantes que determinaron una actuación muy pobre del conjunto de Madelón.
Unión dejó en Victoria una de sus peores versiones del año. Preocupa que el equipo no tenga el temple suficiente para hacerse fuerte en un momento clave del campeonato, en una etapa que no permite tibieza. Debía ganar para afirmarse en la clasificación a la Preliguilla Sudamericana porque Tigre es un rival directo en esa lucha. Sin embargo, falló y estuvo lejos de aspirar al triunfo.

Primera División 2015 –Fecha 21: Tigre 2 - 1 Unión

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