Colón visitará Rosario con un esquema
más cauteloso que el habitual. Si bien en la previa se anuncia un dibujo con
tres defensores, en realidad serán cinco los hombres de la última línea
sabalera. El objetivo es controlar el tridente ofensivo que propone Newell’s. Si
se concreta el mano a mano, el resultado puede ser letal para Franco.
La ausencia de resultados positivos fue
de a poco haciendo mella en las convicciones de un entrenador que llegó con una
idea, trató de desarrollar una propuesta, pero nunca recogió frutos dentro de
la cancha. Desde el arribo del nuevo DT, Colón fue un equipo ambicioso en el
discurso pero nunca lo tradujo al trámite de juego. En muchos partidos acumuló
delanteros pero en ninguno tuvo la claridad suficiente en ataque. Siempre se
planteó instalarse en campo contrario y manejar la pelota, pero la mayoría de
los cotejos fue dominado por su rival.
En esta oportunidad, el sabalero
enfrenta a un Newell’s que tampoco marcha bien (ganó un partido en las últimas
once presentaciones). Sin embargo, Bernardi sostiene un sistema con tres
delanteros y apuesta incluso a más en esta presentación, incluyendo a Tévez
adelante y retrasando a Maxi Rodríguez a la mitad de la cancha. Contra eso,
Franco incluye otro mediocampista central, para dar mejor batalla esa zona, y
seguramente utilizará a los “laterales-volantes” más de laterales que de
volantes, con la misión de marcar a los extremos leprosos. De lo contrario, la
defensa sabalera quedaría en un tres contra tres (centrales vs delanteros) que
sería una especie de suicidio inducido
en el Parque de la Independencia.
En este contexto, es lógico pensar
entonces que Colón tendrá siete jugadores de campo para defender y solo tres
para atacar. Salvo en las ocasiones que alguno de los carrileros (Cuevas o
Clemente Rodríguez) pueda acoplarse a la ofensiva. Suena a poco teniendo en
cuenta la idea original del elenco de Franco.
De todas formas, cuando el funcionamiento
le da la espalda al mensaje que desde el banco se intenta transmitir, cuando la
consecuencia son resultados no deseados, la confianza es prácticamente nula
para imponer condiciones si el rival anuncia un planteo agresivo. La reacción
es, naturalmente, cuidarse para no sufrir un golpe que puede ser determinante.
Torneo Primera División 2015 – Fecha 22:
Newell’s vs Colón
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