Unión sumó un triunfo sufrido ante
Godoy Cruz pero muy importante, ya que se acerca al final de la primera parte
del campeonato con una cosecha de puntos casi ideal. La precisión de Ignacio
Malcorra fue el arma determinante para alcanzar una victoria que estuvo en
riesgo en los últimos minutos, luego de la expulsión de Triverio.
De arranque se armó un partido de ida y
vuelta. El Tomba se acomodó con tres delanteros y, a diferencia de la mayoría
de los visitantes en el 15 de Abril, decidió plantear un trámite frontal, sin
recaudos excesivos y con el propósito de complicar la línea de fondo
rojiblanca. Sin embargo, el cuadro de Madelón estuvo muy concentrado para
defender, impreciso para circular la pelota en el medio pero igual se las
ingenió para generar situaciones y ser levemente superior
en el juego.
Las condiciones cambiaron a partir de
la extraña expulsión de Gastón Giménez. El paraguayo Diego Viera le aplicó un
pisotón en la espalda a Gamba. El árbitro Lunati decidió expulsar con roja
directa a Galeano, pensando que el ex Independiente había sido el autor de la
falta. Pero el asistente Martín Giampaolo le indicó a Giménez como el
responsable y generó una doble equivocación del juez, que corrigió la
resolución echando erróneamente al mediocampista.
Enseguida Unión buscó sacar provecho y
tuvo una par de opciones claras para abrir el marcador, pero el arquero Rodrigo
Rey apareció para cerrar su arco y ahogar el grito de Martínez, que tuvo la más
clara en un remate que ejecutó desde la medialuna.
En el segundo tiempo, el tatengue salió
obligado a buscar el triunfo y esa responsabilidad lo desorganizó. El elenco
rojiblanco estaba embarullado y Godoy Cruz dispuso de dos contragolpes que
nacieron en errores de salida y culminaron sin peligro por impericia de los
delanteros mendocinos. Hasta que apareció en escena Ignacio Malcorra.
El 11 no tuvo un buen partido, pero su
intervención fue clave para el triunfo. Rivas, que tuvo su mejor rendimiento en
el año, se metió entre tres rivales y fue derribado en la puerta del área. Nacho acomodó la pelota en la unión de
la medialuna con la raya del cuadro mayor y comprendió que no tenía distancia suficiente
para intentar un remate por encima de la barrera. Por eso eligió tirar con
violencia, por el costado del vallado, al ángulo inferior derecho de Rey. El arquero
dio un paso hacia el medio y cuando quiso reaccionar, y volver hacia su poste,
ya era tarde.
Unión controló el encuentro de allí en
adelante. Es verdad que no acumuló demasiadas acciones de peligro frente al
arco visitante (solo un mano a mano que desperdició Gamba), pero tampoco pasó
grandes sobresaltos. Hasta que el ánimo cambió en los últimos cinco minutos. Sin
explicaciones, el equipo se metió atrás, sumó nervios y puso en riesgo la
victoria. Godoy Cruz tuvo la igualdad a su alcance cuando Nereo Fernández salió
mal en un centro y González erró el gol pisando el área chica.
La presión creció cuando Triverio vio
la roja por un codazo y los últimos minutos se consumieron en un contexto casi
de desesperación. Hasta que el pitazo final de Lunati desató la alegría del
tatengue, que consumó un triunfo relevante que lo deja en una posición casi
óptima en la tabla.