Unión está a un triunfo de Primera
División. Todo el mundo rojiblanco quiere que ese paso se concrete este sábado.
Y la ilusión está bien fundada, porque el equipo tiene argumentos para
alimentarla. Es el mejor de esta segunda rueda, fue superando obstáculos,
venciendo impedimentos y reforzando virtudes hasta transformarse en este
conjunto que transmite esa sensación ganadora que pocos logran reflejar.
El elenco de Leonardo Madelón se
encuentra con esta posibilidad histórica en un momento de excelencia. Acostumbrado
a ganar, el tatengue se fue amoldando a las necesidades que le planteó cada uno
de los últimos partidos. Tal vez hoy no esté brillando con las luces de los
triunfos de la primera rueda (contra Crucero del Norte, Independiente Riv. y
Huracán), pero sí se convirtió en un bloque colectivo de nivel parejo que no
para de sumar victorias.
Necesita solo una más. Llegar a 7, el
número perfecto, para liberar un grito que se viene elaborando hace varias
fechas. El rival de turno es más calificado que los anteriores, pero Unión está
dulce y en el fútbol las rachas positivas empiezan en los números, pasan por lo
mental y desembocan en el rendimiento.
Sin embargo, es innegable que el
encuentro es especial. Único para la mayoría de sus protagonistas. Por eso las
cargas emocionales van a ser mayores. Los jugadores deben mantenerse abstraídos
de un ambiente que va a transpirar ansiedad. El equipo en la cancha tiene que
estar sereno para no contagiarse de la necesidad de descargar esa alegría por volver,
mezclada con la bronca por haberse ido, que tiene el hincha como un nudo en la
garganta. Los ojos van a estar en el 15 de abril y un oído en Misiones. Porque
si Huracán no le gana a Crucero del Norte, a Unión le alcanzará con el empate
para ascender.
Demasiados ingredientes tendrá la tarde
del sábado para el hincha de Unión. El sueño de volver, el gusto a revancha por
no haber aprovechado el ascenso de 2011, el equipo en lo más alto de la tabla,
la chance de igualar la racha de triunfos consecutivos que tiene el conjunto
que dirigía Kudelka, la ineludible influencia que tiene el mal momento de “los
primos”, el estadio seguramente repleto. Todos los elementos mezclados adentro como
si el pecho fuera una caja de Pandora. Todos dispuestos a marcar una jornada
histórica e inolvidable.
En el día de la fundación de la ciudad,
Santa Fe tiene la gran posibilidad de volver a estampar su nombre en la elite
del Fútbol Argentino. Unión puede ser el dueño de ese privilegio. Solo tiene
que dar un paso más hacia adelante. Uno más, el más importante del año.
B Nacional – Torneo Transición 2014 –
Zona B - Fecha 19: Unión vs Temperley
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