lunes, 17 de noviembre de 2014

El mejor de todos

Unión selló su regreso a la Primera División del fútbol argentino con una segunda rueda implacable. Alcanzó el objetivo antes que nadie, convirtiéndose en el mejor de la categoría. Siete victorias consecutivas depositaron al equipo de Madelón en el lugar soñado, de la forma menos pensada en la previa de este torneo tan complicado.
El rojiblanco resolvió su último partido con la misma solvencia con la superó cada uno de los obstáculos que se le presentaron en esta segunda parte del campeonato. Los rivales fueron creciendo en complejidad, pero el cuadro santafesino siempre se impuso con autoridad, minimizando al contrario de turno y bloqueando sus fortalezas. Temperley llegó al 15 de Abril como escolta y con la misma ilusión. Si el celeste ganaba también aseguraba su ascenso. Sin embargo, Unión lo rebajó a un elenco de mitad de tabla. Lo atacó de entrada y antes de los 20 minutos consiguió la diferencia inicial con el penal de Claudio Guerra. En el único momento que el visitante intentó una reacción, le convirtió el segundo de contragolpe en la última jugada del primer tiempo, gracias a la escapada de Triverio y la definición de Lucas Gamba. Y en el complemento se dedicó a disfrutar una fiesta que esperaba por desatarse luego del pitazo final. Tuvo el control del partido casi siempre, y en los escasos instantes que se le escapó el dominio apareció Nereo Fernández para abortar cualquier intento de Temperley. El tatengue hace que los triunfos parezcan un trámite, los simplifica. Un logro que, lejos de ser algo sencillo, trasluce un gran trabajo de los de Madelón.
Unión es el primer ascendido, llegó a la meta tres fechas antes del final. Una cualidad enorme para un equipo que fue de menor a mayor y encontró su pico de rendimiento en el momento indicado. Su marcha arrolladora con victorias en fila simplificó una historia que comenzó con muchos inconvenientes. Este equipo empezó a los tumbos, con dos caídas de arranque y un empate con sabor a derrota en Tandil. Pero la cuarta fecha se transformó en una jornada fundacional. El 3 a 0 sobre Crucero del Norte en Santa Fe fue la gran respuesta de los jugadores para con su entrenador, que estaba en la cuerda floja, y sirvió de punto inicial para un recorrido que desde allí tuvo muchos claros y pocos grises.
Hasta el fin de la primera rueda, el rojiblanco construyó una fortaleza en su casa pero tuvo problemas como visitante, donde no podía ganar. Hasta que llegó el segundo quiebre positivo. El triunfo 1 a 0 sobre Atlético en Tucumán significó la primera victoria fuera de su reducto y también la ratificación de una realidad de rendimiento que presagiaba el final feliz. Ese fue el inicio de la racha ganadora, ya que antes no había podido hilar dos halagos consecutivos. Unión ya estaba en marcha triunfal y nadie lo iba a poder detener. El empujón final estuvo en Misiones, donde fue protagonista y venció 1 a 0 a Crucero del Norte, que llegaba como líder. En ese momento ya se instalaba la sensación de que el ascenso llegaría por decantación, como acción natural de todo lo bueno que hacía un elenco afianzado en todas sus líneas.
Y el ascenso finalmente llegó. Como local, ante su gente, contra el escolta, con la fiesta armada, Unión pudo darse el gusto de ascender en el escenario más deseado.
El tatengue está de vuelta en Primera. Parecía una obligación en el inicio del semestre por el formato del torneo, es un logro con méritos gigantes en la actualidad por la forma como se alcanzó, y es una gran oportunidad de cara al futuro. Tiene gusto a revancha y a nueva posibilidad para el presidente Spahn y otros dirigentes, y para algunos jugadores como Montero, Zurbriggen y Avendaño, que estuvieron en 2011. Marca sensaciones nuevas e inolvidables para otros como Guerra, Triverio, Malcorra y Sánchez. Es un premio al amor por la institución que demostraron Nereo Fernández y Barisone. Es un reconocimiento al esfuerzo de productos originales como Rivas y Martínez.
Y, principalmente, es un mojón histórico para una figura que asciende a los primeros planos en los sentimientos del hincha y se acerca a la categoría de leyenda. Leonardo Carol Madelón se transforma en un hito para la historia de Unión. El héroe del ascenso de 1989 como jugador se mete nuevamente en las páginas rojiblancas. Ahora como mentor y conductor del equipo que consigue este regreso en 2014. Elementos suficientes para configurar una auténtica gloria rojiblanca.
Lo soñado es realidad. Unión puso a Santa Fe otra vez en Primera División.

B Nacional – Torneo Transición 2014 – Zona B - Fecha 19: Unión 2 – 0 Temperley

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