Unión involuciona partido tras partido y va conspirando contra sus propias posibilidades de acercarse a los puestos de vanguardia. El tatengue viene retrocediendo en su rendimiento y ayer no fue la excepción: jugó mal y perdió bien ante Gimnasia de Jujuy.
La formación de Madelón no entendió como jugar un encuentro clave. Entró desconcentrado y fue superado ampliamente por el Lobo en la primera media hora. En ese lapso el conjunto jujeño desnudó todas las falencias defensivas rojiblancas, le convirtió un gol y hasta pudo ampliar la diferencia.
Unión tuvo una actuación muy pobre. Fue un equipo largo, desordenado, sin ideas para atacar y con errores multiplicados a la hora de marcar en retroceso.
El tatengue tuvo en defensa el aspecto de un equipo casi amateur. Pero no podemos caerle con todo el peso de la responsabilidad a los jugadores de la última línea. El proceso de contención en su conjunto tiene fallas muy graves. Los mediocampistas externos (Gagliardi-Moreno) no estaban atentos a marcar en el regreso y el volante central (Bruna) perdió muy rápido en la salida y quedó muy solo para la recuperación. A esto le tenemos que agregar que el lateral izquierdo (Evangelista) subió casi siempre sin sorpresa ni relevo planificado. Esta suma de equivocaciones dejó muy expuestos a los defensores centrales, y jugando casi siempre mano a mano con los tres delanteros rivales. Demasiadas ventajas para el local, que generó media docena de situaciones claras para justificar el triunfo.
Matías Castro y Brahian Alemán fueron los únicos que se salvaron del aplazo. El arquero evitó en la primera parte que Callejo o Céliz convirtieran más goles. Mientras que el uruguayo hizo de su remate a distancia el arma fundamental de Unión para intentar el empate en la arremetida final.
Las esperanzas para el tatengue están agotadas. El rendimiento es tan malo que no alcanza para ilusionar a nadie, a pesar que todavía existan posibilidades matemáticas de alcanzar la zona de ascenso.
Unión no tiene identidad de juego, transita en la cancha sin un rumbo claro y no muestra una planificación reconocible. La confusión parte desde el banco y se refleja en el campo. Lamentablemente, Madelón no le encontró la vuelta a este equipo y hoy está confundido.
El rojiblanco cayó sin atenuantes contra un Gimnasia que debía sumar puntos para la permanencia y afrontó el choque como una final. Justamente eso le faltó a Unión, actitud para demostrar que entendía la instancia como definitoria. Por el contrario, dejó una imagen preocupante que lo pone más cerca de pelear por la tabla de abajo que de soñar con acercarse a los de arriba.
B Nacional - Temporada 2013/14 - Fecha 29: Gimnasia (J) 1 - 0 Unión
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