sábado, 22 de marzo de 2014

El chico de la tapa

Por fin Lucas Alario tuvo "su partido". Ayer fue una de las figuras del importante triunfo sobre Tigre. Un premio al trabajo, a la solidaridad y la entrega que el delantero tuvo para con el resto del equipo en los encuentros anteriores.
Diego Osella ya había reconocido, en las declaraciones previas, la relevancia de su laburo en función colectiva. Pero anoche el pibe le agregó influencia en el área rival y lo más importante: el gol. Alario se hizo cargo del penal, con los ojos bien abiertos miró al arquero hasta el instante final y le pegó firme, cruzado, abajo y al costado opuesto del que eligió García. Lo ejecutó como si ya hubiese pateado cien en Primera División. Sin embargo, fue el primer tanto para el juvenil nacido en Tostado hace 21 años.
Antes y después del gol, Alario fue determinante para Colón en la zona de definición. Fue el autor del perfecto pase entre líneas para Luque en la jugada del penal, la picó en un mano a mano que le tapó García, y además cumplió con sus tareas habituales de presionar al cinco rival, aguantar la pelota en posición de pivot y ceder a las costados para el nacimiento de los contragolpes.
La victoria sabalera se fundó en los pies de Alario y también en las manos de Montoya. El arquero es el protagonista más importante del rojinegro en el campeonato y contra Tigre sumó méritos para sostener ese privilegio. Ahogó cada intento profundo del rival, aunque no fueron muchos. Pero una de las imágenes que marcó el partido fue la volada del cordobés para sacarle del ángulo un zurdazo soñado a Perez García.

Colón tuvo un rendimiento de alto nivel. Fue agresivo de arranque, consiguió ponerse en ganancia temprano y después se reprogramó para tomar la forma de juego que mejor ejecuta. Le cedió la pelota a Tigre y abortó casi todos los ataques achicando los espacios y presionando mucho en campo propio.
Fue tan pobre lo que mostró el equipo visitante que en el segundo tiempo el sabalero, sin modificar demasiado su postura táctica, se animó a dividirle la tenencia del balón e incluso contó con varias situaciones para ampliar la diferencia. Pero le faltó precisión en la definición al rojinegro para sellar el triunfo por más de un gol.
Colón tenía la posibilidad de evolucionar como equipo y la aprovechó con creces. Entendió que era la oportunidad perfecta para dar un paso hacia adelante y el plan le salió a la perfección. Así el sabalero sumó tres puntos que cotizan muy alto. Porque sirven para ratificar el camino que va transitando y le agregan aún más confianza a un grupo de jugadores que tiene muy claro el horizonte. De esta forma, el objetivo de la permanencia se torna en una misión posible. Y tal vez, de yapa y casi sin pensarlo, en algunas fechas lo vemos a Colón peleando el título.

Primera División - Torneo Final 2014 - Fecha 9: Colón 1 - 0 Tigre.

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