Los
nombres eran diferentes, pero el objetivo el mismo: permanecer en Primera
División. El Colón dirigido por Francisco Ferraro afrontó el Torneo Clausura de
1997 con esa única meta: zafar del descenso. Sin embargo, en la fecha nueve se
encontraba como único líder del campeonato. Aquella formación sabalera es la
única que supera en suma de puntos al actual conjunto de Osella desde la
instalación de los torneos cortos. Ese conjunto rojinegro tenía, con nueve
partidos jugados, 6 victorias, 3 empates y 21 unidades en la tabla.
En
la cancha del Deportivo Español se dio el debut del equipo de Ferraro, que
iniciaba el camino con la idea de sumar y lo lograba. El partido terminó
empatado 1 a 1, con gol de Gustavo Sandoval para el rojinegro.
Pero
enseguida llegó el primer batacazo. El 1ero de marzo del 97, Colón le ganaba 1
a 0 a Boca con este gol de Cristian Castillo.
Luego
de aquel triunfazo, rescató otro empate de visitante. En este caso ante
Platense, 2 a 2, con dos tantos del Chino Rodolfo Aquino.
En
la cuarta jornada del Torneo Clausura, el sabalero ya se transformaba en cosa
seria. Vencía por 2 a 0 a Rosario Central, con goles de Aquino y Marcelo
Saralegui.
Luego
hiló dos triunfos consecutivos. En Jujuy, goleó 4 a 1 a Gimnasia. Se anotaron
en el marcador el Chino Aquino (en dos oportunidades), Víctor Muller y Adrián
Gorostidi. Y después despachó a Estudiantes 3 a 1, con dos goles de Castillo y
uno de Saralegui.
En
la fecha 7 se cortaba la racha ganadora, pero Colón conseguía un empate valioso
en Avellaneda por 1 a 1 ante Racing. El gol fue obra del artillero del equipo
hasta ese momento: Rodolfo Aquino.
En
la siguiente jornada, el rojinegro volvió a jugar de visitante y protagonizó un
partidazo contra Lanús. Lo ganó 4 a 3, con tantos de Aquino, Gorostidi y dos de
Saralegui.
El 4
de abril del 97, Colón llegó a la novena fecha como único líder y defendió la
punta con éxito en el Cementerio de los Elefantes. La víctima fue San Lorenzo.
El sabalero lo venció 1 a 0 gracias a un cabezazo de Maximiliano Cuberas, que
ingresó en el segundo tiempo. Ese día, la formación de Pancho Ferraro fue con:
Leo Díaz; Ibarra, Medero, Rodríguez Peña y Unali; Aquino, Castagno Suarez y
Saralegui; Castillo, Muller y Uliambre.
Hay
algunas similitudes, pero también varias diferencias entre este Colón de Osella
y aquél de Ferraro. Este se las arregla con escaso material, prefiere hacerse
fuerte en defensa para después aprovechar su efectividad arriba. En cambio el
otro tenía mejores jugadores, atacaba a pesar de las obligaciones y convertía
muchos goles: 19 en los 9 encuentros que repasamos.
El
Colón del 97, como este de 2014, tenía la misma misión: salvarse del descenso.
Pero también aquél, que fue subcampeón, al igual que este tenía un sueño:
pelear por el título.