lunes, 31 de marzo de 2014

En busca de la regularidad

Lo hecho por Unión en el complemento del encuentro ante San Martín de San Juan puede tomarse como un buen punto de despegue, si es que hoy el tatengue confirma sus virtudes en la visita a Ferro. Eso le dará al equipo de Madelón la posibilidad de afirmarse de cara a la recta final de la temporada de la B Nacional.
El elevado rendimiento de Alemán, Bertocchi y Palacios en la última presentación, sumado al aporte de gol de Salinas, permiten presumir que el rojiblanco no extrañará demasiado las ausencias de Magnín y Gagliardi, y además se las arreglará para ser agresivo a pesar que el DT se inclinó por mantener en el banco a García.
Unión está obligado a sumar los tres puntos por varias razones: a partir de los triunfos de Independiente e Instituto (que se alejaron a ocho puntos en el tercer puesto), para ganar confianza y llegar fortalecido a una serie de partidos contra rivales directos que definirán sus aspiraciones (Independiente, Defensa y Justicia e Instituto, en las próximas tres fechas), y además porque en la era Madelón el equipo jugando de visitante solo pudo superar durante 45 minutos a Villa San Carlos. Luego sufrió más de lo que gozó en sus restantes incursiones fuera de Santa Fe.
Este es el momento de lograr la regularidad que aspira exponer toda formación que tiene como objetivo conseguir el ascenso. Las chances todavía existen, pero se reducirán considerablemente si Unión no logra una racha ganadora en los siguientes cuatro encuentros. Y la primera estación aparece hoy en Caballito.

B Nacional - Temporada 2013/2014 - Fecha 31: Ferro vs Unión

Sin plan alternativo

Colón estuvo lejos de sus mejores producciones y perdió sin atenuantes en Sarandí. El sabalero cortó la buena racha contra un rival que lo superó de principio a fin.
El equipo de Diego Osella no cumplió con los principios básicos del juego que venía desarrollando. Se paró demasiado atrás en la cancha, le costó mucho recuperar la pelota y cuando lo lograba no tuvo precisión para salir jugando de forma correcta. Erró por demás el primer pase y transcurrió la mayor parte del encuentro en instalado en terreno propio.
Arsenal se plantó en el partido de forma agresiva y lo sorprendió con rotaciones permanentes de Montero, Rolle y Sperdutti. El rojinegro no pudo resolver nunca ese circuito de juego durante el primer tiempo. En el segundo, trató de jugar el partido diez o quince metros más adelante pero la formación de Alfaro consiguió lastimarlo con pases largos a las espaldas de los mediocampistas, encontrando a la defensa mal parada.
Montoya le tapó de forma excelente un mano a mano a Furch, pero luego no pudo hacer nada en el cara a cara con Caraglio. Fueron diez minutos fatales para un equipo que se destaca por no ceder metros a los rivales en área propia. Sin embargo, el equipo de Sarandí contó con dos situaciones muy claras de forma consecutivas y una de ellas terminó en gol.
En la acción del tanto de la victoria para el local se conjugaron algunos errores que no se pueden cometer en defensa. Zaldivia mete un pase a distancia desde atrás de media cancha. En ese momento, Bíttolo se abre demasiado a la izquierda descuidando su espalda, Landa sale hacia adelante desprotegiendo a Alcoba, y el uruguayo (mano a mano con Caraglio) se cae al ingresar al área. El delantero queda solo ante el arquero y define cruzado. Una jugada emparentada con el Colón desordenado y a la deriva del año pasado.
A partir de ese momento se presentó una situación ajena para los de Osella. Durante los ocho encuentros que arrastró sin perder, el sabalero nunca había estado en desventaja. Tan extraña fue la circunstancia que no supo como reaccionar. Luego del gol en contra, se adelantó en el campo y solo intentó acercarse al arco rival con pelotazos y sin ideas claras. No tuvo un plan alternativo ante la posibilidad de ir perdiendo.
Hay dos cuestiones claras que subyacen como pendientes de corrección de cara al choque contra All Boys. Colón deberá recuperar la memoria para ejecutar con corrección la idea de juego que lo caracteriza. Pero además, su técnico tendrá que desarrollar una opción diferente, más ofensiva por supuesto, para aplicar cuando la historia viene torcida.

Primera División - Torneo Inicial 2014 - Fecha 10: Arsenal 1 - 0 Colón

sábado, 29 de marzo de 2014

Camino a Sarandí

Colón visitará mañana a Arsenal, un club con el cual puede espejarse a futuro, teniendo en cuenta sus condiciones actuales.
El conjunto de Sarandí ha compartido en los últimos tiempos un camino de coherencia junto a otras instituciones del Fútbol Argentino, como Vélez, Lanús o Newell's. Pero, a diferencia de ellas, logró ser protagonista en varios torneos y conseguir títulos (ganó la Sudamericana 2007, la Suruga Bank 2008, el Clausura 2012 y la Copa Argentina 2013) siempre basado en presupuestos austeros. Hizo de la humildad su fortaleza.
Con el convencimiento y el apoyo al trabajo de Gustavo Alfaro como DT, las diferentes formaciones que fue armando Arsenal tuvieron siempre el sello del sacrificio, la solidaridad y el esfuerzo constante para llegar a los objetivos planteados. Sin brillos excesivos y con menos potencial que muchos, alcanzó cuatro estrellas en los últimos seis años.
Colón hoy muestra de forma incipiente algunas características mencionadas más arriba. A partir del mensaje de Diego Osella, los jugadores se han convencido de una forma de juego que no derrocha lujos pero es efectiva en pos de las aspiraciones del sabalero. Este perfil, tal vez adoptado por obligación a partir de la situación crítica en la que está el club, puede transformarse en una senda a transitar más allá de la coyuntura.
En el horizonte inmediato del rojinegro no aparecen posibilidades de ventas importantes ni de grandes ingresos económicos. Por eso el planteo de "cocinar con lo que se tiene" es la receta más adecuada. 
Si el objetivo de la permanencia se alcanza, la obligación futura será de los dirigentes a la hora de fortalecer el trabajo del entrenador, alimentando el plantel sin gastar de más. De esa forma, los números seguirán cerrando en la tabla y también en la tesorería del club. Tal y como lo hace Arsenal.
A pesar de sumar partidos, cansancio y jugadores con cuatro amarillas, Colón sigue afuera de la zona del descenso. Mañana tendrá una dura prueba contra un rival que tiene la cabeza en la Copa Libertadores, pero siempre se presentó complicado para el rojinegro. La clave será jugar de igual a igual, imitando las virtudes que caracterizan al equipo de Alfaro, y que a la formación de Osella lo distinguen en este torneo. Si Colón mantiene el orden táctico, la disciplina en la marca, la presión en el medio y la velocidad para el contragolpe, tendrá muchas chances de volverse a Santa Fe con una sonrisa y mirando a todos desde arriba.

Primera División - Torneo Inicial 2014 - Fecha 10 - Arsenal vs Colón

jueves, 27 de marzo de 2014

Aquél Colón de Pancho Ferraro

Los nombres eran diferentes, pero el objetivo el mismo: permanecer en Primera División. El Colón dirigido por Francisco Ferraro afrontó el Torneo Clausura de 1997 con esa única meta: zafar del descenso. Sin embargo, en la fecha nueve se encontraba como único líder del campeonato. Aquella formación sabalera es la única que supera en suma de puntos al actual conjunto de Osella desde la instalación de los torneos cortos. Ese conjunto rojinegro tenía, con nueve partidos jugados, 6 victorias, 3 empates y 21 unidades en la tabla.
En la cancha del Deportivo Español se dio el debut del equipo de Ferraro, que iniciaba el camino con la idea de sumar y lo lograba. El partido terminó empatado 1 a 1, con gol de Gustavo Sandoval para el rojinegro.
Pero enseguida llegó el primer batacazo. El 1ero de marzo del 97, Colón le ganaba 1 a 0 a Boca con este gol de Cristian Castillo.

Luego de aquel triunfazo, rescató otro empate de visitante. En este caso ante Platense, 2 a 2, con dos tantos del Chino Rodolfo Aquino.
En la cuarta jornada del Torneo Clausura, el sabalero ya se transformaba en cosa seria. Vencía por 2 a 0 a Rosario Central, con goles de Aquino y Marcelo Saralegui.
Luego hiló dos triunfos consecutivos. En Jujuy, goleó 4 a 1 a Gimnasia. Se anotaron en el marcador el Chino Aquino (en dos oportunidades), Víctor Muller y Adrián Gorostidi. Y después despachó a Estudiantes 3 a 1, con dos goles de Castillo y uno de Saralegui.
En la fecha 7 se cortaba la racha ganadora, pero Colón conseguía un empate valioso en Avellaneda por 1 a 1 ante Racing. El gol fue obra del artillero del equipo hasta ese momento: Rodolfo Aquino.
En la siguiente jornada, el rojinegro volvió a jugar de visitante y protagonizó un partidazo contra Lanús. Lo ganó 4 a 3, con tantos de Aquino, Gorostidi y dos de Saralegui.
El 4 de abril del 97, Colón llegó a la novena fecha como único líder y defendió la punta con éxito en el Cementerio de los Elefantes. La víctima fue San Lorenzo. El sabalero lo venció 1 a 0 gracias a un cabezazo de Maximiliano Cuberas, que ingresó en el segundo tiempo. Ese día, la formación de Pancho Ferraro fue con: Leo Díaz; Ibarra, Medero, Rodríguez Peña y Unali; Aquino, Castagno Suarez y Saralegui; Castillo, Muller y Uliambre.

Hay algunas similitudes, pero también varias diferencias entre este Colón de Osella y aquél de Ferraro. Este se las arregla con escaso material, prefiere hacerse fuerte en defensa para después aprovechar su efectividad arriba. En cambio el otro tenía mejores jugadores, atacaba a pesar de las obligaciones y convertía muchos goles: 19 en los 9 encuentros que repasamos.
El Colón del 97, como este de 2014, tenía la misma misión: salvarse del descenso. Pero también aquél, que fue subcampeón, al igual que este tenía un sueño: pelear por el título.

martes, 25 de marzo de 2014

Lo ganó desde el banco

Unión consiguió un triunfo muy relevante en varios aspectos. Pacificador a nivel deportivo e institucional, y productivo a nivel matemático. Porque misteriosamente este torneo de la B Nacional le sigue dando chances de soñar con alcanzar a Independiente, que ahora comparte la tercera posición con Instituto y está cinco puntos por encima del tatengue.
El rojiblanco jugó un primer tiempo con las habituales irregularidades que nos tiene acostumbrado. Los primeros quince minutos ilusionaron a todos, desde la agresividad en la postura estratégica hasta el zurdazo perfecto de Alemán para clavar el tiro libre en el ángulo en el arranque del encuentro. Pero luego de lograr la diferencia retrocedió demasiado y entregó el control de la pelota a los sanjuaninos, que conducidos por Pablo López desnudaron los errores defensivos de siempre. Así, San Martín de San Juan llegó, sin esforzarse demasiado, al empate por medio de un remate a distancia de Nicolás Pelaitay.
La historia cambió en el segundo tiempo a partir de las decisiones de Leonardo Madelón. El técnico apostó por la entrada de Diego García como volante adelantado por la derecha y paró al equipo más adelante, con la misma intención que en el comienzo pero con mayor presencia en campo rival. Esta planificación fue bien ejecutada por los jugadores y además condicionó las aspiraciones del visitante, que se replegó automáticamente en el inicio del complemento.

Unión lo atropelló a San Martín, manejó el balón con determinación y generó por lo menos seis situaciones claras frente al arco de Pocrnijc. En dos de ellas logró convertir, primero con un violento remate de Nicolás Bertocchi desde afuera del área y luego con un firme cabezazo de Rodrigo Salinas a la salida de un córner. De esta forma el tatengue completó un rendimiento alto y le ganó con autoridad a un rival difícil, que lo superaba en la tabla de posiciones. Algo que no ocurría desde la fecha 12, cuando venció de local a Defensa y Justicia por 3 a 1.
Anoche cerró con el mismo marcador un partido que marcó una reacción positiva a nivel colectivo y también individual. Varios jugadores que estaban bajo la lupa, e incluso fueron silbados por el hincha en los primeros minutos, demostraron una actitud férrea para dar vuelta una realidad deportiva oscurecida después de la caída en Jujuy.
Desde el banco, con las decisiones de Madelón, hasta la cancha, con las buenas actuaciones de Alemán, Bertocchi y Palacios, Unión construyó un gran triunfo para volver a creer.

B Nacional - Temporada 2013/14 - Fecha 30: Unión 3 - 1 San Martín (SJ)

lunes, 24 de marzo de 2014

Poco tiempo para muchos cambios

La derrota de Unión en Jujuy sacudió aún más el momento futbolístico de un equipo que hace rato perdió el rumbo, y por ahora no hace más que sumar tropiezos en la segunda rueda de la B Nacional. El técnico Madelón no hizo declaraciones post partido y eligió "encerrarse" en Casasol para tratar de resolver de forma interna los inconvenientes de una formación que hoy ya debe presentarse nuevamente.
El tiempo acotado entre la visita a Gimnasia y el encuentro frente a San Martín (SJ), con un viaje largo en el medio, conspira contra una medida que el entrenador debería tomar sin dudar. Este tipo de situaciones amerita el famoso "golpe de timón". Si tomamos como referencia el rendimiento en el 23 de Agosto, hay seis jugadores titulares que merecen perder el puesto. Castro, Sánchez, Alemán, Palacios y Magnín se salvan de la reprobación. El resto debería ser reemplazado por las bajas actuaciones y sin derecho a protestar.
Sin embargo, Madelón solo dispuso de dos entrenamientos en la previa del choque ante los sanjuaninos. Tiempo insuficiente para realizar modificaciones de fondo, transmitir un mensaje duro y conformar un nuevo equipo. Por eso le ratificará la confianza a muchos jugadores que rendirán un examen importante.
La mayoría de los futbolistas que saldrán al 15 de Abril esta tarde serán minuciosamente evaluados por el hincha de Unión, ya cansado de la pobreza futbolística del elenco tatengue. Así, desde la tribuna seguramente llegarán las aprobaciones y los rechazos, según se desarrolle el partido y los rendimientos individuales.
San Martín de San Juan será un rival complejo, porque pelea los puestos de arriba, está a tres puntos de Independiente. Seguramente se presentará como un escollo mucho más duro que los anteriores equipos, con los cuales Unión igualmente tuvo inconvenientes y a varios no pudo superar.
Más que nunca el encuentro de esta noche será una prueba de carácter para los futbolistas rojiblancos, que estarán ante la oportunidad de demostrar y demostrarse de lo que pueden ser capaces. Aunque ya sea tarde para ilusiones.

B Nacional - Temporada 2013/14 - Fecha 30: Unión vs San Martín (SJ)

sábado, 22 de marzo de 2014

El chico de la tapa

Por fin Lucas Alario tuvo "su partido". Ayer fue una de las figuras del importante triunfo sobre Tigre. Un premio al trabajo, a la solidaridad y la entrega que el delantero tuvo para con el resto del equipo en los encuentros anteriores.
Diego Osella ya había reconocido, en las declaraciones previas, la relevancia de su laburo en función colectiva. Pero anoche el pibe le agregó influencia en el área rival y lo más importante: el gol. Alario se hizo cargo del penal, con los ojos bien abiertos miró al arquero hasta el instante final y le pegó firme, cruzado, abajo y al costado opuesto del que eligió García. Lo ejecutó como si ya hubiese pateado cien en Primera División. Sin embargo, fue el primer tanto para el juvenil nacido en Tostado hace 21 años.
Antes y después del gol, Alario fue determinante para Colón en la zona de definición. Fue el autor del perfecto pase entre líneas para Luque en la jugada del penal, la picó en un mano a mano que le tapó García, y además cumplió con sus tareas habituales de presionar al cinco rival, aguantar la pelota en posición de pivot y ceder a las costados para el nacimiento de los contragolpes.
La victoria sabalera se fundó en los pies de Alario y también en las manos de Montoya. El arquero es el protagonista más importante del rojinegro en el campeonato y contra Tigre sumó méritos para sostener ese privilegio. Ahogó cada intento profundo del rival, aunque no fueron muchos. Pero una de las imágenes que marcó el partido fue la volada del cordobés para sacarle del ángulo un zurdazo soñado a Perez García.

Colón tuvo un rendimiento de alto nivel. Fue agresivo de arranque, consiguió ponerse en ganancia temprano y después se reprogramó para tomar la forma de juego que mejor ejecuta. Le cedió la pelota a Tigre y abortó casi todos los ataques achicando los espacios y presionando mucho en campo propio.
Fue tan pobre lo que mostró el equipo visitante que en el segundo tiempo el sabalero, sin modificar demasiado su postura táctica, se animó a dividirle la tenencia del balón e incluso contó con varias situaciones para ampliar la diferencia. Pero le faltó precisión en la definición al rojinegro para sellar el triunfo por más de un gol.
Colón tenía la posibilidad de evolucionar como equipo y la aprovechó con creces. Entendió que era la oportunidad perfecta para dar un paso hacia adelante y el plan le salió a la perfección. Así el sabalero sumó tres puntos que cotizan muy alto. Porque sirven para ratificar el camino que va transitando y le agregan aún más confianza a un grupo de jugadores que tiene muy claro el horizonte. De esta forma, el objetivo de la permanencia se torna en una misión posible. Y tal vez, de yapa y casi sin pensarlo, en algunas fechas lo vemos a Colón peleando el título.

Primera División - Torneo Final 2014 - Fecha 9: Colón 1 - 0 Tigre.

viernes, 21 de marzo de 2014

Es la hora de ganar

Si recordamos las condiciones que exponía Colón a fines del año pasado, y las comparamos con la actualidad, el resultado es netamente positivo. En aquel club en llamas el aspecto deportivo no se salvaba del fuego. El equipo terminó el 2013 en zona de descenso y el horizonte era oscuro.
Inesperadamente para la mayoría, Diego Osella logró en poco tiempo lo que parecía imposible. Le cambió la cabeza a los jugadores. Los convenció, primero, de un plan y, luego, que eran capaces de ejecutarlo con éxito. Así, el técnico generó un fuerte compromiso basado en el funcionamiento y los resultados. Logró entusiasmo y confianza de parte de una plantilla que venía con el ánimo por el suelo.
En tiempos en los cuales a los entrenadores les cuesta mucho crear pactos de lealtad con sus planteles, Osella construyó uno que parece irrompible. El sabalero puede jugar mal o bien, pero queda claro que están todos en el mismo barco, que todos tiran para el mismo lado. Méritos innegables del nuevo DT rojinegro. 
De esta manera, Colón alcanzó una base sólida. Está demostrada su condición de equipo complicado, que defiende bien, que presiona mucho y al cual es muy difícil convertirle goles. Ahora es momento de transformar estas virtudes afianzadas en un punto de partida para apostar a más. Es tiempo de volver a ganar. 
Este no es un reclamo relacionado con la estética. No es el momento de pedir lujos. Es meramente matemático. Porque si el rojinegro no retoma la suma de a tres el panorama puede volver a complicarse. Los de abajo están cosechando puntos y el margen es exiguo. Tal vez con hilar buenos empates no alcance. Pero también porque si los equipos no evolucionan se estancan, los rivales le toman la mano y la fórmula del éxito comienza a fallar.
Colón ganó cosas que antes no tenía: solidez, intensidad, compromiso, solidaridad. Este es el partido indicado para agregarle gol y así volver al triunfo. Tigre vendrá al Cementerio a especular, no será agresivo y brindará espacios para ejercer control de pelota en campo propio. Eso permite pensar en un partido con menos obligaciones defensivas para jugadores como Graciani, Luque o Alario. Con funciones casi exclusivamente ofensivas, más el aporte eventual de Meli o Mansilla, seguramente crecerán las posibilidades de gol de la formación de Osella (algo que viene escaseando en los último encuentros).
Colón debe modificar su estrategia para buscar el triunfo. Y esto no significa apartarse del objetivo, es saber cuando hay que cambiar para seguir en la senda y poder alcanzarlo.

Primera División - Torneo Final 2014 - Fecha 9: Colón vs Tigre.

Perdió el norte

Unión involuciona partido tras partido y va conspirando contra sus propias posibilidades de acercarse a los puestos de vanguardia. El tatengue viene retrocediendo en su rendimiento y ayer no fue la excepción: jugó mal y perdió bien ante Gimnasia de Jujuy.
La formación de Madelón no entendió como jugar un encuentro clave. Entró desconcentrado y fue superado ampliamente por el Lobo en la primera media hora. En ese lapso el conjunto jujeño desnudó todas las falencias defensivas rojiblancas, le convirtió un gol y hasta pudo ampliar la diferencia.

Unión tuvo una actuación muy pobre. Fue un equipo largo, desordenado, sin ideas para atacar y con errores multiplicados a la hora de marcar en retroceso.
El tatengue tuvo en defensa el aspecto de un equipo casi amateur. Pero no podemos caerle con todo el peso de la responsabilidad a los jugadores de la última línea. El proceso de contención en su conjunto tiene fallas muy graves. Los mediocampistas externos (Gagliardi-Moreno) no estaban atentos a marcar en el regreso y el volante central (Bruna) perdió muy rápido en la salida y quedó muy solo para la recuperación. A esto le tenemos que agregar que el lateral izquierdo (Evangelista) subió casi siempre sin sorpresa ni relevo planificado. Esta suma de equivocaciones dejó muy expuestos a los defensores centrales, y jugando casi siempre mano a mano con los tres delanteros rivales. Demasiadas ventajas para el local, que generó media docena de situaciones claras para justificar el triunfo.
Matías Castro y Brahian Alemán fueron los únicos que se salvaron del aplazo. El arquero evitó en la primera parte que Callejo o Céliz convirtieran más goles. Mientras que el uruguayo hizo de su remate a distancia el arma fundamental de Unión para intentar el empate en la arremetida final.
Las esperanzas para el tatengue están agotadas. El rendimiento es tan malo que no alcanza para ilusionar a nadie, a pesar que todavía existan posibilidades matemáticas de alcanzar la zona de ascenso.
Unión no tiene identidad de juego, transita en la cancha sin un rumbo claro y no muestra una planificación reconocible. La confusión parte desde el banco y se refleja en el campo. Lamentablemente, Madelón no le encontró la vuelta a este equipo y hoy está confundido.
El rojiblanco cayó sin atenuantes contra un Gimnasia que debía sumar puntos para la permanencia y afrontó el choque como una final. Justamente eso le faltó a Unión, actitud para demostrar que entendía la instancia como definitoria. Por el contrario, dejó una imagen preocupante que lo pone más cerca de pelear por la tabla de abajo que de soñar con acercarse a los de arriba.

B Nacional - Temporada 2013/14 - Fecha 29: Gimnasia (J) 1 - 0 Unión

jueves, 20 de marzo de 2014

Hay vida... ¿hay esperanza?

Este torneo de la B Nacional ilusiona hasta al más pobre. Con 13 partidos por disputar para la mayoría y 39 puntos en juego, hay nada más que 9 unidades de diferencia entre el 3º (Independiente) y el 15º (Huracán). O sea que por estos momentos hay miles de hinchas que piensan que su equipo, uno de los trece que están en esos puestos, tiene posibilidades de alcanzar el único lugar que parece disponible para lograr el ascenso a Primera División.
Hay vida, porque numéricamente el campeonato todavía lo permite. Pero ¿hay esperanza?... ¿puede un equipo como Unión generar ilusión?
No. Hoy el equipo de Leonardo Madelón no brinda argumentos suficientes para confiar en una levantada sustentada en cuatro o cinco victorias consecutivas. Eso es lo que necesita el tatengue para meterse seriamente en la conversación con los de arriba.
Unión es un equipo demasiado irregular. Con rendimientos desiguales en sus diferentes líneas, a nivel individual y también colectivo. En la actualidad, se puede destacar la mejoría ofensiva con buenas actuaciones de Magnín y Palacios en los últimos partidos. Pero el resto no acompaña.
La formación rojiblanca funciona casi espasmódicamente. Tiene algunos momentos de buen rendimiento y otros en los que el técnico y los hinchas se agarran la cabeza. No hay constancia para continuar los tramos positivos y las equivocaciones aparecen cuando menos se las espera. En tres de los últimos cuatro partidos le convirtieron cuando estaba jugando aceptablemente. Douglas Haig le metió el primer gol de contragolpe cuando Unión estaba en pleno ataque, Almirante Brown le empató cuatro minutos después que el tatengue lograra la apertura del marcador, y Sp. Belgrano también alcanzó la igualdad rápida después del primer tanto de Magnín.
Unión es un equipo adolescente. No sabe lo que quiere, reacciona por impulsos y no puede controlar los partidos. 
Es cierto que Madelón heredó este plantel, pero por esa razón no hay que restarle culpas en este momento. Es él quien tiene la posibilidad de inculcar un mensaje claro para lograr un cambio en la forma de jugar, para afirmar un funcionamiento que por ahora es muy endeble.
Hoy pasa un nuevo tren. Es el enésimo en lo que va del torneo. Ojalá el tatengue se suba de una vez por todas. Porque Independiente les da vida a los demás en la tabla, pero Unión tendrá que agregarle esperanza en la cancha.

B Nacional - Temporada 2013/14 - Fecha 29: Gimnasia (J) vs Unión

lunes, 17 de marzo de 2014

Las dudas le costaron demasiado caro

El área chica es del arquero. La sentencia futbolera no deja dudas a la hora de evaluar responsabilidades en el segundo gol de Sportivo Belgrano, que silenció sobre el final del partido los gritos de victoria en el 15 de Abril. La pelota aérea que envió Dolci tenía un destino obligado: las manos de Matías Castro.


Sin embargo, el golero de Unión se dejó apresar por la duda y el tatengue lo pagó caro. El uruguayo amagó a salir y se arrepintió. Eso lo dejó en una posición poco aconsejada en este tipo de jugadas. Quedó lejos del despeje propio y desalineado de su valla para contener un cabezazo.
El balón cayó en la línea del área menor y generó una cadena de errores que derivó en el gol del empate para los de San Francisco: Sánchez y Zapata se molestaron en el salto y ninguno de los dos pudo cabecear, Bruna se cayó y atropelló la pelota en dirección a su propio arco. Todo esto, sumado a la incertidumbre del arquero, fueron demasiado regalo para un goleador como Velazco, que la mandó a guardar.
Más allá de las inseguridades defensivas que Unión viene mostrando hace mucho tiempo, la jugada pudo resolverse sin inconvenientes. Matías Castro no mostró la determinación que amerita una acción a los 48 minutos del segundo tiempo. Si el arquero salía con seguridad y despejaba con los puños la historia se terminaba inmediatamente a favor del rojiblanco. En el peor de los casos algún rival podía cargarlo, o molestarlo, lo que hubiese significado infracción a favor de Unión y el mismo final con sonrisa. Son de esas jugadas que el futbolista después repasa en su mente una y otra vez, preguntándose porqué no hizo lo que debía.
Castro es un arquero que demostró sobradas condiciones para merecer la titularidad sin demasiados reproches. Pero esta vez, las dudas del uruguayo dejaron a Unión con las manos vacías y la esperanza herida.


B Nacional 2013/14 - Fecha 28 - Unión 2 - 2 Sp. Belgrano