viernes, 22 de abril de 2016

La tranquilidad de lo conocido

Unión cambió hace un tiempo su estrategia de juego y, con resultados dispares en el camino, logró incorporarla definitivamente justo antes de la revancha frente a Colón.
La nueva apuesta de Madelón, el 4-2-3-1, tuvo su génesis tras la derrota ante Racing y su debut en La Bombonera contra Boca. La goleada propinada por la Academia fue tan dura que el entrenador se convenció de cambiar las piezas de lugar, sin modificar demasiado los nombres. El flamante esquema resultó beneficioso en la primera parte del juego contra el xeneise. Pero luego el rojiblanco exageró en su retroceso y lo terminó lamentando en el último minuto.
A pesar de la caída, el técnico entendió que había encontrado el esquema perfecto para visitar a Colón en la fecha 8, y no se equivocó. La cima del rendimiento del cuadro tatengue con este dibujo se concretó en el Brigadier López, con un segundo tiempo casi perfecto.
Luego se sucedieron una derrota lógica a manos de Lanús, un empate evitable en Rafaela y un triunfo clave sobre Tigre. Resultados que sirvieron para ratificar un planteo que además fue respaldado por el compromiso de los jugadores. Principalmente quienes debieron modificar sus roles para el beneficio colectivo: Martínez realizando un recorrido más centralizado. Rolle cuidando al volante central rival y respaldando al centrodelantero propio, sin tanta influencia en la generación del juego. Y los que mejor se adaptaron, Malcorra y Gamba. Ambos deben dividirse entre sus libertades para atacar por los costados con posibilidad de gran participación en la fase ofensiva, y sus obligaciones al momento de perseguir las subidas de los laterales rivales. Un doble sacrificio que hasta el momento redunda en el doble de beneficios.
Unión cometió errores con este sistema, perdió tanto como ganó (obtuvo 7 de los 15 puntos que puso en juego desde el cambio de plan) pero recuperó una identidad de juego. Mezquina por momentos, oportunista y dependiente de los escasos espacios de inspiración, pero definida hacia un objetivo claro.
Con la revancha del clásico en el horizonte, Unión llega mejor parado. Sabe a qué debe jugar y cuáles son los recursos que va a tener disponibles para alcanzar esa meta. Lo demás es parte del juego y el partido puede tener accidentes. Sin embargo, el margen de error se reduce cuando la misión está clara.


Primera División 2016 – Torneo Transición - Fecha 12: Unión vs Colón

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