sábado, 16 de abril de 2016

En medio del laberinto

“Colón fue un equipo sin alma”, dijo Darío Franco tras la derrota a manos de Sarmiento. Y así describió integralmente y en pocas palabras una noche para el olvido que el sabalero protagonizó en Junín. La caída agrava una situación que extiende un poco más su límite partido tras partido. Sin dudas, el clásico del sábado será un punto de quiebre. La posibilidad inmejorable de encontrar una salida inesperada a un laberinto que ya cerró casi todas sus puertas. O bien el certificado de defunción para un ciclo que parece continuar por inercia y no por la voluntad de las partes.
El cuadro rojinegro retrocedió ayer en relación a los signos de leve mejoría que había evidenciado en las dos presentaciones posteriores a la caída frente a Unión en el Brigadier López. El humilde Verde de Junín lo superó claramente, desnudó errores defensivos que parecían resueltos e hizo lo suficiente como para imponerse por mayor diferencia. Pero las limitaciones propias de un conjunto que marchaba en el último puesto de la tabla le dieron vida a Colón durante el trámite. Sin embargo, el elenco santafesino no pudo sacar provecho salvo por un lapso no mayor a diez minutos en el complemento que no le alcanzó para convertir.
Colón parece transitar por un estado de relatividad permanente. Todos los actores degradan la importancia de los puntos que van quedando en el camino y toman con absoluta liviandad un presente que marca una magra cosecha de 5 unidades obtenidas en los últimos 8 partidos.
Esto tiene una explicación. Cada uno lleva agua para su molino y deja en un segundo plano a la institución. Los dirigentes se pelean por ver quién ocupa el sillón de presidente y se desgastan en una lucha por el poder cuando no pasaron ni cinco meses de gestión. En tanto, el técnico ya no se muestra convencido de su capacidad para mejorar el rendimiento del equipo y declara lo mismo en cada pos partido, como si estuviese hilando derrotas al frente de un elenco de Liga Comercial. Y, por su parte, muchos jugadores conjugan bajo rendimiento con una alarmante falta de compromiso. Ejemplos evidentes son la expulsión de Ledesma y las excusas de Alan Ruiz para no viajar a Junín y en su lugar ir a Buenos Aires a firmar los papeles de su transferencia a Portugal.
Por suerte o por desgracia, el fixture le pone a Colón una parada determinante en una semana. Es muy difícil que la pasividad reinante en el mundo sabalero se extienda más allá del próximo clásico en el 15 de Abril. Será deber de todos los protagonistas tirar para un mismo lado aunque sea por estos días para intentar tomarse revancha de la caída contra el tatengue en el Centenario.
Dirigentes, cuerpo técnico y jugadores parecen inmersos en un laberinto que por ahora no tiene salida. El derby ante Unión aparece como la oportunidad única de encontrarle un resquicio de escape a una realidad cada vez más compleja.

Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 11: Sarmiento 1 - 0 Colón

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