sábado, 23 de abril de 2016

Mal de la cabeza

Colón trasladó sus conflictos al clásico y volvió a caer sin atenuantes a manos de Unión. El sabalero tuvo una expresión muy pobre en la primera parte, pudo reaccionar luego del descanso pero la levantada se truncó con la expulsión de Pablo Vegetti. Y en la recta final se quedó con las manos vacías como consecuencia lógica de una inferioridad incuestionable. La institución rojinegra pasa por un momento de crisis que nació en la cabeza y hoy llegó a los pies.
El rendimiento en el primer tiempo fue paupérrimo. Superado en el medio, sin peso arriba, cometiendo errores en la salida y con desinteligencias en defensa. Fueron tantas las ventajas que otorgó en ese lapso que el 0 a 0 en la chapa cuando se fueron al descanso era la mejor noticia para el cuadro del Centenario.
El entretiempo sirvió para que Johansen corrigiera algunas cosas y gracias a eso Colón salió con otro compromiso al complemento. Con Figueroa como manija, el rojinegro empezó a dominar el juego en campo de Unión y construyó un par de ocasiones de peligro antes del primer cuarto de hora con el ex Newell’s como protagonista. Primero en una combinación con Lagos que derivó en un remate que controló Nereo Fernández. Y luego Figueroa tuvo en su cabeza la apertura del marcador, pero el arquero le tapó el mano a mano de forma brillante.
Eso fue lo único que Colón pudo generar en ofensiva a lo largo del clásico. Luego vino la irresponsable expulsión de Vegetti, por aplicarle un codazo a García Guerreño, y el natural retroceso de un equipo que juega con un hombre menos. El técnico intentó mantener las chances ofensivas con el ingreso de Leguizamón, pero el conjunto no acompañó esa intención y con el correr de los minutos priorizó defender el empate que estaba consiguiendo.
Sin embargo, una acción que encontró desarmada a la última línea derivó en el tanto de la derrota. Conti salió muy lejos y quedó fuera de combate ante un toque de Gamba, Benegas no pudo evitar el control de Riaño en el área y tampoco la asistencia de taco, y Broun no tuvo reacción ante la definición del mendocino para el 1 a 0 rojiblanco.
Colón se enfrentaba a la única chance de resurgir en un instante, de salir del infierno y subir al paraíso en 90 minutos. Ganar el clásico era la solución mágica para borrar la suma de males que vienen aquejando al mundo sabalero. Estuvo lejos de lograrlo.
Como un castillo de naipes, Colón empezó a derrumbarse desde arriba y se desmoronó hasta la base. Con dirigentes peleándose por el poder a la cabeza, con un técnico que esperó que la situación fuese irremontable para irse, con la barra apretando libremente al plantel, y con su máxima figura “colgando los botines rojinegros” antes de tiempo, este clásico pareció el Everest para los jugadores que tuvieron que afrontarlo y el pobre Johansen.
El futuro de Colón se oscurece y las consecuencias desde este mismo lunes son imposibles de mensurar. La responsabilidad principal de corregir el rumbo es de los dirigentes. Si continúan en el afán de privilegiar sus egoísmos el tobogán puede ser interminable.

Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 12: Unión 1 – 0 Colón

Toda la gloria

Unión completó el combo perfecto para un momento soñado. Venció a Colón nuevamente y se anotó dos triunfos consecutivos en el clásico luego de casi treinta años. El tatengue fue muy superior en el primer tiempo, pero recién pudo desnivelar a cinco del final con una gran jugada que definió Lucas Gamba.
Leonardo Carol Madelón ingresó hoy en una galería selecta, reservada para los dos o tres máximos ídolos de Unión. Como jugador convirtió el gol emblemático para sellar el ascenso del ’89 ante el rival eterno, y como técnico llevó al equipo a Primera en 2014 y ahora es el conductor del elenco que entra en la historia por ganarle a Colón dos veces en fila. Su experiencia como DT pesó al momento de planificar el derby en la Avenida. Convenció a sus jugadores para no excederse en la confianza, para no dormirse en los laureles del 3 a 0 en el Centenario y entender que debían afrontar un nuevo capítulo. El equipo le respondió con creces en la primera parte, se mostró enchufado, intenso y estableció grandes diferencias de rendimiento sobre Colón.
Unión sumó chances muy claras para abrir el marcador antes del descanso. Pero Riaño, Gamba y Britez (de forma increíble) desperdiciaron las oportunidades y el rojiblanco se fue a los vestuarios empatando sin merecerlo.
El complemento arrancó distinto. Porque Colón salió más comprometido, Figueroa tomó la manija en el medio y el sabalero empezó a controlar la pelota en campo tatengue. Ese lapso fue el momento de lucimiento para la defensa de Unión. La última línea no había tenido inconvenientes en la primera parte, pero había contado con la complicidad de un ataque inofensivo del rojinegro. Cuando el trámite pasó a campo propio, los defensores del cuadro de Madelón exhibieron su firmeza, con García Guerreño como punto más alto. Y en la única situación de descuido apareció Nereo Fernández tapándole un mano a mano a Figueroa.
La correcta expulsión de Pablo Vegetti marcó un quiebre en el partido. Hasta ese momento las acciones se habían emparejado y Colón se insinuaba mejor contra un Unión que parecía desinflarse. Sin embargo, el sabalero retrocedió al quedarse con uno menos y le otorgó al tatengue la posibilidad de volver a la carga.
En la recta final del encuentro, cuando las piernas pesan y la cabeza ya no tiene la misma lucidez, llegaría el desenlace feliz para la patria rojiblanca. Unión atacó por la izquierda con Bruno Pittón que buscó a Lucas Gamba. El mendocino punteó la pelota para Riaño que esperaba en el área. El 9 aguantó la carga de Benegas y metió una brillante asistencia de taco para el ingreso en soledad de Gamba, que quedó mano a mano con Broun y definió por abajo para marcar el 1 a 0 e introducirse directo en la fila de “héroes inesperados” en la historia del clásico santafesino. Y de yapa, se subió al podio de los mejores jugadores del cotejo encabezado por Mauricio Martínez, que jugó en nivel muy alto.
Unión salió convencido y fue por toda la gloria. Los jugadores sabían que estaban obligados a defender el oro conseguido con la goleada en el Brigadier López pero, al mismo tiempo, tenían la posibilidad única de transformarse en leyenda si volvían a vencer a Colón. Y alcanzaron el objetivo en base a compromiso, buen juego en la primera parte, y oportunismo en el tramo final para volver a gritar fuerte victoria y estirar a dos encuentros la distancia en el historial del clásico más parejo del fútbol argentino.

Primera División 2016 – Torneo Transición - Fecha 12: Unión 1 – 0 Colón

viernes, 22 de abril de 2016

El ojo del huracán

Colón vivió la semana más complicada del año. La renuncia inducida de Franco el domingo, las pintadas amenazantes del lunes, la apretada de los barras el miércoles, la agresión a Alan Ruiz y, finalmente, la decisión del futbolista de no volver a jugar en el sabalero. Cuestiones que corren del eje a cualquier plantel y que inevitablemente influyen de forma negativa en el ánimo de un equipo que, para colmo, debe afrontar el partido más importante del semestre ante su clásico rival.

La ausencia de su as de espadas es el elemento más perjudicial para el cuadro rojinegro. Mucho de lo bueno que hizo Colón en este campeonato nació de la zurda de Alan Ruiz y en varios encuentros el destino del resultado se selló por sus intervenciones. Jugar en este contexto conflictivo sin el 10 será complejo. Si a eso le agregamos que tampoco puede estar Ledesma, hay que anotar la falta de dos de los cuatro mejores exponentes del plantel (los otros dos son Conti y Poblete). Es mucha ventaja para disputar un derby que demanda un resultado positivo.
En este sentido, Ricardo Johansen se metió en un problema muy difícil de resolver. Le toca debutar como conductor del primer equipo en una semana con condimentos extraños para la preparación de un cotejo de semejante trascendencia. El técnico seguramente buscó tocar lo menos posible el aspecto táctico y estratégico y apuntar principalmente a despejar la cabeza de los jugadores que estarán en el 15 de Abril.
Colón debe situarse en el ojo del huracán para jugar este partido. En ese círculo de tranquilidad que se forma mientras alrededor vuela todo por el aire. Solo abstrayéndose de los problemas reinantes en su entorno, el equipo podrá afrontar con suficiencia el clásico en casa ajena. Los futbolistas tienen que ponerle pausa al contexto, olvidarse de Franco, de los barras, de los errores de los dirigentes, de la salida de Alan Ruiz, y enfocarse exclusivamente en los 90 minutos que se vienen.
Hay muchos ejemplos de elencos que reaccionan positivamente ante la adversidad. El fortalecimiento interno de un grupo cuando desde afuera llueven agresiones es una de las claves que distingue a equipos importantes. Colón está ante la posibilidad de comenzar una nueva etapa, de borrar todos los males de un plumazo. La oportunidad es única y la fórmula es simple: ganar el clásico.


Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 12: Unión vs Colón

La tranquilidad de lo conocido

Unión cambió hace un tiempo su estrategia de juego y, con resultados dispares en el camino, logró incorporarla definitivamente justo antes de la revancha frente a Colón.
La nueva apuesta de Madelón, el 4-2-3-1, tuvo su génesis tras la derrota ante Racing y su debut en La Bombonera contra Boca. La goleada propinada por la Academia fue tan dura que el entrenador se convenció de cambiar las piezas de lugar, sin modificar demasiado los nombres. El flamante esquema resultó beneficioso en la primera parte del juego contra el xeneise. Pero luego el rojiblanco exageró en su retroceso y lo terminó lamentando en el último minuto.
A pesar de la caída, el técnico entendió que había encontrado el esquema perfecto para visitar a Colón en la fecha 8, y no se equivocó. La cima del rendimiento del cuadro tatengue con este dibujo se concretó en el Brigadier López, con un segundo tiempo casi perfecto.
Luego se sucedieron una derrota lógica a manos de Lanús, un empate evitable en Rafaela y un triunfo clave sobre Tigre. Resultados que sirvieron para ratificar un planteo que además fue respaldado por el compromiso de los jugadores. Principalmente quienes debieron modificar sus roles para el beneficio colectivo: Martínez realizando un recorrido más centralizado. Rolle cuidando al volante central rival y respaldando al centrodelantero propio, sin tanta influencia en la generación del juego. Y los que mejor se adaptaron, Malcorra y Gamba. Ambos deben dividirse entre sus libertades para atacar por los costados con posibilidad de gran participación en la fase ofensiva, y sus obligaciones al momento de perseguir las subidas de los laterales rivales. Un doble sacrificio que hasta el momento redunda en el doble de beneficios.
Unión cometió errores con este sistema, perdió tanto como ganó (obtuvo 7 de los 15 puntos que puso en juego desde el cambio de plan) pero recuperó una identidad de juego. Mezquina por momentos, oportunista y dependiente de los escasos espacios de inspiración, pero definida hacia un objetivo claro.
Con la revancha del clásico en el horizonte, Unión llega mejor parado. Sabe a qué debe jugar y cuáles son los recursos que va a tener disponibles para alcanzar esa meta. Lo demás es parte del juego y el partido puede tener accidentes. Sin embargo, el margen de error se reduce cuando la misión está clara.


Primera División 2016 – Torneo Transición - Fecha 12: Unión vs Colón

sábado, 16 de abril de 2016

En medio del laberinto

“Colón fue un equipo sin alma”, dijo Darío Franco tras la derrota a manos de Sarmiento. Y así describió integralmente y en pocas palabras una noche para el olvido que el sabalero protagonizó en Junín. La caída agrava una situación que extiende un poco más su límite partido tras partido. Sin dudas, el clásico del sábado será un punto de quiebre. La posibilidad inmejorable de encontrar una salida inesperada a un laberinto que ya cerró casi todas sus puertas. O bien el certificado de defunción para un ciclo que parece continuar por inercia y no por la voluntad de las partes.
El cuadro rojinegro retrocedió ayer en relación a los signos de leve mejoría que había evidenciado en las dos presentaciones posteriores a la caída frente a Unión en el Brigadier López. El humilde Verde de Junín lo superó claramente, desnudó errores defensivos que parecían resueltos e hizo lo suficiente como para imponerse por mayor diferencia. Pero las limitaciones propias de un conjunto que marchaba en el último puesto de la tabla le dieron vida a Colón durante el trámite. Sin embargo, el elenco santafesino no pudo sacar provecho salvo por un lapso no mayor a diez minutos en el complemento que no le alcanzó para convertir.
Colón parece transitar por un estado de relatividad permanente. Todos los actores degradan la importancia de los puntos que van quedando en el camino y toman con absoluta liviandad un presente que marca una magra cosecha de 5 unidades obtenidas en los últimos 8 partidos.
Esto tiene una explicación. Cada uno lleva agua para su molino y deja en un segundo plano a la institución. Los dirigentes se pelean por ver quién ocupa el sillón de presidente y se desgastan en una lucha por el poder cuando no pasaron ni cinco meses de gestión. En tanto, el técnico ya no se muestra convencido de su capacidad para mejorar el rendimiento del equipo y declara lo mismo en cada pos partido, como si estuviese hilando derrotas al frente de un elenco de Liga Comercial. Y, por su parte, muchos jugadores conjugan bajo rendimiento con una alarmante falta de compromiso. Ejemplos evidentes son la expulsión de Ledesma y las excusas de Alan Ruiz para no viajar a Junín y en su lugar ir a Buenos Aires a firmar los papeles de su transferencia a Portugal.
Por suerte o por desgracia, el fixture le pone a Colón una parada determinante en una semana. Es muy difícil que la pasividad reinante en el mundo sabalero se extienda más allá del próximo clásico en el 15 de Abril. Será deber de todos los protagonistas tirar para un mismo lado aunque sea por estos días para intentar tomarse revancha de la caída contra el tatengue en el Centenario.
Dirigentes, cuerpo técnico y jugadores parecen inmersos en un laberinto que por ahora no tiene salida. El derby ante Unión aparece como la oportunidad única de encontrarle un resquicio de escape a una realidad cada vez más compleja.

Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 11: Sarmiento 1 - 0 Colón

El árbol que tapa el bosque

Unión menosprecia el partido de hoy por sobrevaluar demasiado el que viene. Madelón pone un equipo diezmado desde lo futbolístico en pos de fortalecer la formación dentro de una semana. No se puede negar la relevancia del clásico ante Colón, pero los dos encuentros valen tres puntos. Y en un contexto de cosecha escasa, “elegir” en qué cotejo poner una alineación competitiva y en cual no hacerlo parece un lujo muy caro.

Para un conjunto que recibió 19 goles en contra en 10 partidos (casi 2 de promedio por cotejo), improvisar una defensa casi nueva es dar claras ventajas. Juntar en la última línea a dos juveniles que no superan los diez encuentros en Primera (Sandona y Fleita), sumado al debut de Nahuel Zárate, es ofrecer un plato tentador para un rival que en la planificación previa se anuncia con tres delanteros.
Unión sumó solo 6 puntos de los últimos 24 que puso en juego. Ganó solo 2 partidos de los diez que disputó. Le cuesta horrores desplegar un juego atildado y que se extienda en el tiempo. Esas falencias no desaparecieron con la victoria en el Brigadier López ni se esfumarán por arte de magia si el éxito se repite el próximo sábado en la Avenida. El triunfo en el primer clásico en la casa del sabalero fue un hecho histórico y conseguir un nuevo halago contra el eterno rival colocaría a Madelón en un pedestal de veneración permanente. Pero a futuro permanecerá también la magra cosecha en la tabla de posiciones, que luego puede trasladarse de forma inesperada a la tabla de promedios.
Si Unión no mejora su producción matemática puede tener inconvenientes en la próxima temporada. No creo que Madelón desconozca esta realidad. Pero probablemente privilegia la repercusión que genera el clásico y las consecuencias inéditas que redundan a un triunfo en el derby. El costo que el técnico acepta tributar es poner en campo un equipo de posibilidades acotadas. El tatengue hoy no iguala fuerzas ante Tigre. Se dispone en inferioridad por motus propio.
El compromiso ante Colón es el árbol que tapa el bosque. La gran victoria del 19 de marzo en el Centenario maquilla una campaña pobre, que apenas supera el 30% de efectividad. En el mismo sentido, el enfrentamiento revancha del 23 de abril le resta relevancia a la presentación de hoy, cuando los puntos que se ponen en juego son los mismos en cada cotejo. Sin embargo, el técnico opta por dar ventajas hoy en busca de sacar ventaja en el clásico del próximo sábado. Algo que no se puede asegurar, porque por suerte el fútbol sigue siendo un juego.


Primera División 2016 – Torneo Transición - Fecha 11: Unión vs Tigre

jueves, 14 de abril de 2016

Los de afuera no son de palo

Colón no escapa a una sentencia añeja en el fútbol: lo institucional influye en lo deportivo y viceversa. Las desprolijidades de una dirigencia que lleva solo cuatro meses de gestión han sido tan groseras que terminaron por afectar el día a día del equipo.

El cuadro sabalero no funciona igual que una sinfonía cada vez que se presenta, pero un entorno más normal ayudaría a menguar el complicado presente. La novela protagonizada por Vignatti y sus seguidores de un lado, y el grupo de detractores que encabeza Giorgetti del otro, provocaron un desorden de autoridad que repercutió naturalmente en la conducción del elenco rojinegro.
Darío Franco no quedó ajeno a las circunstancias y “sufrió” los cambios de representación. El técnico tuvo varias reuniones con diferentes directivos en las cuales cada uno se reservaba el derecho de mando y toma de decisiones, incluido Vignatti que ni siquiera ocupa un lugar definido en la Comisión Directiva rojinegra.
Estas circunstancias se agregaron a un rendimiento bajo del equipo y malos resultados que hacen tambalear la continuidad del entrenador. Franco sabe que su futuro está marcado. Si no es una derrota en Junín, puede ser el próximo clásico, y si no serán las opiniones opuestas de los dirigentes las que lo alejarán de su cargo. La cuestión que debe pasar por la cabeza del DT es definir si vale la pena atravesar por este barrial. Si el equipo no brinda respuestas sólidas, qué diferencia puede haber entre irse ahora o aguardar que lo echen en cualquier momento.
El presente de Colón está plagado de conflictos. Todos atienden sus egoísmos y la institución queda en un segundo plano. Los dirigentes se pelean por ver quién manda mientras el equipo no da pie con bola. En ese marco, Franco analiza dar un paso al costado para salvarse del terremoto. Tal vez los jugadores sean los únicos capacitados para comenzar a modificar la realidad desde la cancha.


Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 11: Sarmiento vs Colón

lunes, 11 de abril de 2016

Después de la tormenta

Unión superó con varios inconvenientes el miniciclo más complicado de este campeonato. En los últimos cuatro partidos enfrentó a los tres rivales más complejos de la zona (Racing y Lanús como local y Boca de visitante) y jugó el clásico en la casa del eterno rival. El resonante triunfo sobre Colón en el Brigadier López maquilló la pobre cosecha de puntos en ese lapso: 3 de los 12 que puso en juego, para completar 9 de 27 desde el inicio del año (33% de efectividad).

Pasado ese tramo complejo, aparece en el horizonte rojiblanco un periodo con oponentes de menor jerarquía. El tatengue visita a At. Rafaela, recibirá a Tigre, jugará en Mar del Plata contra Aldosivi y será local de Argentinos Jrs. Equipos ubicados en la mitad inferior de la tabla de posiciones. Incluso, la Crema y el Bicho ocupan los últimos dos lugares de la clasificación. Además, a esta lista hay que agregarle la revancha del clásico en la fecha 12, que se disputará en el 15 de Abril. Así, el cuadro de Madelón afrontará tres de los cinco encuentros en su reducto. Es siempre una ventaja, más allá que no se haya hecho fuerte en esa condición en los últimos tiempos.
Unión tiene la posibilidad de recuperar terreno perdido y engordar una suma de puntos que no debe ser menospreciada, a pesar del escaso premio que otorga este Torneo de Transición. Porque, a partir de la temporada que comienza en agosto, habrá cuatro descensos y las urgencias pueden no tener solución si el equipo no construye un colchón de puntos que le otorgue tranquilidad a futuro.
El mejor ejemplo de esto es el rival de turno. At. Rafaela atraviesa un momento crítico que tal vez no derive en un descenso inmediato, pero que de persistir lo condenará a una caída sin retorno el año que viene. Porque las unidades que deja pasar en este campeonato no alcanzará a recuperarlas en el próximo y probablemente el promedio termine por sentenciar su futuro.
Unión tiene la misión de sumar más de la mitad de los puntos que le quedan por disputar para cerrar un rendimiento aceptable que no genere inquietudes. Para eso debe aprovechar el miniciclo que comienza hoy. El momento de encarrilar la campaña es este. Los resultados que el tatengue consiga en los próximos 30 días definirán posiblemente la valoración final de la actuación del conjunto de Madelón en este semestre.


Primera División 2016 – Torneo Transición - Fecha 10: At. Rafaela vs Unión

viernes, 8 de abril de 2016

Un nuevo camino

Colón repite la fisonomía del primer tiempo ante Banfield para recibir a Patronato en el Brigadier López. El entrenador decide ratificar el nuevo plan de juego, que incluye como elemento principal la presencia de Adrián Bastía en el mediocampo. El rival de turno, y sus características ofensivas, fortalece la necesidad de profundizar un funcionamiento más equilibrado.
Darío Franco expresó su conformidad por lo que hizo el equipo en la primera parte del partido en el Florencio Sola. Incluso Osvaldo Barsottini, recién llegado al equipo, reconoció que el objetivo era imitar ese lapso de rendimiento. Está claro que Colón está ingresando en una nueva etapa de juego colectivo. Un periodo signado por la búsqueda de la normalidad, de escaparle a la electricidad que caracterizaba al conjunto de las primeras fechas, que podía golear pero también ser fácilmente goleado.
Sin dudas la derrota histórica en el clásico es el factor fundamental para tomar esta variante. Colón regresa al Barrio Centenario luego del 0-3 ante Unión. En este sentido, es fundamental que el cuadro rojinegro responda con solvencia y no muestre los desacoples que causaron aquella goleada.
Tal vez si el sabalero encuentra a partir de esta nueva estrategia mejores rendimientos y buenos resultados, la caída en el derby quedará en una anécdota como el mojón que marcó el cambio de rumbo necesario.
Colón apuesta mucho en estos 90 minutos ante Patronato. Pone en juego una relación con la gente que quedó sensiblemente herida. Pero además, se introduce en un camino que puede significar la última alternativa para afianzar el funcionamiento del equipo antes de la necesaria revancha contra Unión.


Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 10: Colón vs Patronato

martes, 5 de abril de 2016

En casa manda otro

Unión sufrió la jerarquía de Lanús, que necesitó menos de un tiempo para establecer diferencias abismales y construir una goleada express. El tatengue expuso falencias habituales que, sin embargo, fueron suficientes para un rival que exhibió sus individualidades en un nivel de excelencia.

En el marco global del partido, queda como una virtud ínfima el arranque positivo del conjunto de Madelón. El rojiblanco pareció entender cómo enfrentar al Granate en el inicio, y hasta lograba maniatarlo por momentos. Pero todo se derrumbó estrepitosamente luego del primer cuarto de hora.
Cuando un oponente ataca cinco veces y anota cuatro tantos quedan pocos argumentos para justificar lo sucedido. Sí es posible afirmar que el equipo cometió errores puntuales que le significaron automáticamente goles en contra.
Ya en el complemento, Unión esbozó un intento por lograr la hazaña, pero rápidamente sucumbió porque Lanús fue inteligente para bajar la intensidad y controlar el trámite para no ser sorprendido.
La preocupación va más allá de la derrota por goleada de ayer. El déficit de Unión en condición de local en los últimos tiempos es lo que aparece como inquietante. Desde el comienzo del segundo semestre del año pasado, el tatengue solo ganó dos partidos en el 15 de Abril. Ambos ante Temperley. Además, en ese lapso, el cuadro rojiblanco sumó en casa cinco empates y cinco derrotas. Es una cosecha muy pobre en casi en un año calendario.
La goleada sufrida por Unión a manos de Lanús estuvo lejos de ser escandalosa o humillante. Las distancias de nivel ya conocidas fueron plasmadas tan rápido y con semejante contundencia, que el rojiblanco cayó naturalmente sin acumular demasiados defectos.
Sin dudas, el saldo más negativo que deja una nueva derrota en Santa Fe es la debilidad que Unión expone en estos últimos tiempos en un reducto que alguna vez supo ser inexpugnable.


Primera División 2016 – Torneo Transición - Fecha 9: Unión 0 – 4 Lanús

domingo, 3 de abril de 2016

Punto y seguido

Colón consiguió el primer resultado “normal” en el campeonato. En el primer tiempo denunció claramente una búsqueda de mayor orden en su estructura. Pero en el complemento se desarmó, le entregó la pelota a Banfield y sufrió demasiado. De todas formas, tuvo chances de ganarlo, aunque también de perderlo en el final. El resultado le da un respiro a Franco y estira su permanencia hasta el próximo compromiso.
El sabalero fue un equipo diferente en la primera parte del encuentro en el Florencio Sola. Luego de la insólita contradicción del entrenador, que había dicho el viernes que Bastía no iba a jugar y 24 hs después lo puso de titular, la formación rojinegra se acomodó con un dibujo 4-4-2, inédito en la era Franco.
La presencia del Polaco generó los efectos esperados. Le agregó capacidad de recuperación al medio, calidad en los relevos y la chance de retroceder cerca de los centrales para liberar a Poblete hacia una función más cercana a las fases de transición. La primera media hora de juego puede enmarcarse como el modelo a seguir si el cuadro santafesino quiere alejarse de los extremos que lo sostenían como un conjunto impredecible.
En ese lapso, aparece en el debe un menor peso ofensivo porque para la línea ofensiva fue más difícil vincularse cómodamente con el resto del equipo. Sin embargo, el control de la pelota que Colón ejerció le permitió merodear el área de Hilario Navarro hasta que Pablo Ledesma lo venció con un bombazo desde afuera del área para abrir el marcador.
Ese fue el punto de inflexión en el rendimiento rojinegro. A partir de allí, el equipo comenzó a decaer. Se retrasó y lo pagó caro antes del descanso. Inseguridades a la salida de un tiro libre a favor de Banfield, le dieron la posibilidad al Taladro de estampar la igualdad con el cabezazo de Matheu.
Colón no reaccionó en el arranque del complemento y empeoró su imagen luego del fallido intento de Franco que decidió cambiar de esquema cuando tuvo que sustituir a Castillo por lesión. Puso a Saín y armó una línea de tres en el fondo con protagonistas que nunca habían entrenado juntos (por la presencia del recién llegado Barsottini). La apuesta le salió mal al entrenador, porque los jugadores rindieron menos en sus nuevos roles y elenco santafesino terminó apretado contra su propio arco por un Banfield lleno de limitaciones e impotencia.
Paradójicamente, fue el sabalero quien tuvo las mejores posibilidades de llevarse el triunfo en ese periodo. Contó con tres contragolpes muy claros. El primero en los pies de Alan Ruiz, el segundo con Silva como protagonista luego de un exquisito pase del 10, y el tercero con Sperduti ingresando al área por izquierda. Los tres en situaciones de mano a mano con Navarro. Las tres fueron desperdiciadas. De concretar por lo menos una, hubiese significado un triunfo inmerecido pero de un valor altísimo para el elenco rojinegro.
Con varias cuentas pendientes todavía, Colón dio un paso adelante en pos de normalizar su rendimiento, de hacerse un equipo menos frenético y alejarse de los polos. Si al rendimiento de la primera parte le agrega efectividad para concretar las ocasiones perdidas en el complemento, estará cerca de cumplir el objetivo.

Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 9: Banfield 1 – 1 Colón

viernes, 1 de abril de 2016

Con las botas puestas

Darío Franco decide volver a elegir su libreto en la visita de Colón a Banfield. El técnico amagó con aceptar las “sugerencias” que le habían hecho los dirigentes luego de la derrota en el clásico, pero 24 hs antes del cotejo ante el Taladro ratificó el esquema que más lo convence. Es una jugada arriesgada, una apuesta a todo o nada que puede terminar con el DT confirmado luego de un triunfo convincente o echado tras una derrota concluyente. La historia de Franco y Colón fue siempre así, y en lo que puede constituirse como su último capítulo no cambiará. Será sin medias tintas.
Parecía que el entrenador iba a incluir a Bastía en el mediocampo para colaborar con una estructura defensiva desprotegida y tendiente a cometer errores cada vez más evidentes y reconocibles por el adversario. Pero la presencia del Polaco en la formación titular en el ensayo formal del jueves no alcanzó para convencerlo al técnico, que sin practicar con su dibujo favorito se inclinó igualmente por utilizarlo en el Florencio Sola.
Franco se mueve entre la provocación y la convicción. En sus decisiones se mezcla lo trabajado por un equipo con capacidades probadas, con sus caprichos y la soberbia que en algunos casos parece imponerse detrás de sus decisiones.
El resultado del clásico ya había generado una situación límite. Pero el técnico se encargó en las últimas horas de ponerse a sí mismo entre la espada y la pared, de colocarse en un camino sin retorno. Para el DT sabalero es la gloria o el barro, no hay punto medio.
Colón no expone los argumentos suficientes para respaldar la tozudez de Franco. En el único triunfo que el equipo rojinegro no exhibió fisuras fue ante Belgrano. En los demás éxitos siempre hubo atenuantes o debilidades que igualmente pusieron en jaque el planteo táctico.
El partido ante Banfield aparece como determinante para el entrenador. Ya no habrá elementos a su favor si Colón no demuestra una respuesta convincente dentro de la cancha. Y seguramente serán implacables los dirigentes luego de la actitud que el técnico tuvo de aparentar un consenso en torno a la formación del equipo para después ratificar su propia idea.
Franco camina por una cornisa cada vez más delgada. El resultado final en el Florencio Sola será, más que nunca, la fría sentencia de su futuro.


Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 9: Banfield vs Colón