lunes, 22 de febrero de 2016

Lo paró el Expreso

Colón interrumpió su buen andar en Mendoza. Se encontró con un rival que le anuló virtudes en la zona media y desnudó errores defensivos que parecían superados. Godoy Cruz lo superó haciendo gala de su efectividad en el complemento y reavivó viejos interrogantes en el elenco de Franco.
Esta vez el gol tempranero no alcanzó para que el rojinegro construya un triunfo sin escollos como pasó hace cuatro días frente a Belgrano. Entre otras razones, porque el Tomba reaccionó a tiempo anotando el empate cuando el sabalero comenzaba a crecer en el partido. De ahí en más la historia se hizo irremontable, porque el cuadro santafesino nunca pudo meterse de nuevo en el trámite.
En la primera parte quedó claro que Colón no podía recuperar la pelota en el medio, perdía permanentemente en ese aspecto con los volantes mendocinos y no tenía contención en su línea defensiva. Por eso no extrañó el ingreso de Bastía de arranque en el complemento. Pero a los tres minutos la decisión quedó caduca tras el desnivel logrado por Godoy Cruz. Luego, Franco se la jugó armando línea de tres en el fondo y adelantando laterales, sumando elementos en función ofensiva. Pero nada funcionó en una noche que parecía tener el destino marcado.
El Tomba tomó nota de las fortalezas rojinegras y dedicó especial atención a los dos jugadores que alimentan la generación de juego. Ledesma y Ruiz tuvieron marcas escalonadas que limitaron su contacto con la pelota y neutralizaron su influencia. El único que logró desprenderse del cerrojo fue Sperduti, aunque pudo destacarse levemente más por su voluntad que por el nivel de su actuación.
Un párrafo aparte merecen los errores defensivos que a Colón le costaron goles en Mendoza. En los tres tantos que recibió en el complemento hay responsabilidades individuales que brindaron ventajas importantes para que el rival convierta. En el 2 a 1, Villafañe descuida a Carabajal, que tiene libertad y espacio para recibir, enganchar y rematar. Aunque las equivocaciones de Benegas fueron más evidentes. En el 3 a 1, el paraguayo se agacha y deja pasar la pelota de forma inexplicable para que Ayoví quede mano a mano con Broun. Mientras que en el 4 a 1, el marcador central pierde la marca de González en un pelotazo previsible enviado por Ceballos desde 40 metros.
La caída fue dura e inesperada. La lección que deja el tropiezo en tierras cuyanas es la misión de no exagerar la confianza ni subestimar la chance que el rival tiene de hacer los deberes para clausurar los caminos que venían generando efectos positivos. Ante eso, Colón todavía está a tiempo de solucionar defecciones que parecían olvidadas y, al mismo tiempo, desarrollar nuevas herramientas para volver a la senda del triunfo.

Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 4: Godoy Cruz 4 – 1 Colón

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