sábado, 13 de febrero de 2016

A paso firme

Colón es un equipo que tiene clara su misión y apuesta todo por alcanzar la meta planteada
en cada partido. Las consecuencias positivas de ese libreto es una formación protagonista, agresiva y con una alta cuota de gol (seis tantos en dos cotejos). La contracara es un funcionamiento defensivo frágil, que expone algunos errores y se apoya en un arquero que aporta intervenciones excepcionales. El resultado es un Colón prepotente en ataque que ganó en sus dos primeras presentaciones y es uno de los punteros de la Zona 1.
Las preocupaciones por la ausencia de Alan Ruiz se esfumaron antes del primer cuarto de hora. Franco Mazurek lo suplantó no solo en el campo sino también en la red. El joven llegado de All Boys coronó un contragolpe de manual construido entre Clemente Rodríguez, Lagos y Sperdutti.
Por el contrario, las precauciones planteadas luego de los errores cometidos en defensa en el estreno se ratificaron a pesar de los nombres que ingresaron. Conti y Benegas no pudieron con Rescaldani, Villafañe tuvo muchos problemas para controlar a Romero y, en el complemento, Arce inquietó del medio hacia la espalda de Clemente.
Después de una primera parte pareja y con momentos de superioridad alternados, Colón inició el complemento con la misma fuerza que trajo la tormenta que en ese momento se desató sobre la ciudad de Quilmes. Pablo Ledesma tomó la posta en la conducción y el sabalero repitió virtudes ofensivas y desnudó las mismas fragilidades que el cervecero exhibió en la goleada ante River.
Del medio a los costados y desde las orillas al centro. Esa fue la vía que eligió el rojinegro. Así, Ledesma se transformó en posta de inicio y también fue el finalizador en los dos goles que desnivelaron la historia. Primero para provocar el penal que él mismo convirtió, y luego para tomar un balón que quedó flotando en el cuadro chico y estampar el tercero.
A los 15 minutos del segundo tiempo, Colón ya sentenciaba el resultado y cerca de la media hora lo transformaba en goleada con la anotación de Nicolás Silva. Todo gracias a una alta capacidad de gol producto de una ambición ofensiva para destacar en el conjunto de Franco.
Pero el sendero no siempre fue de rosas. En el medio de las sonrisas por los ataques exitosos, aparecieron muecas de disgusto por las ventajas defensivas. Con poco, Quilmes le generó varias situaciones de peligro. Sin embargo, casi siempre apareció Jorge Broun para sostener su valla con cuatro atajadas extraordinarias. Cada una de ellas tiene el mismo valor que un gol. La relevancia del arquero en el desarrollo del juego estuvo a la altura de las mejores figuras: Ledesma y Mazurek.
Colón es un saludable líder. Exhibe una planificación definida y el convencimiento de sus futbolistas con el mensaje del entrenador. Por supuesto que todavía el equipo debe corregir defectos en su bloque defensivo. Pero luego de dos fechas el saldo es altamente positivo, el puntaje ideal, y las posibilidades de crecimiento siguen abiertas.

Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 2: Quilmes 2 - 4 Colón

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