sábado, 27 de febrero de 2016

Buenas señales

Unión desarrolló una versión mejorada de su juego y se llevó un saldo positivo de su visita al Parque de la Independencia. El empate ante Newell’s tiene puntos de análisis que van más allá del resultado y marcan una nuevo plan de juego para el rojiblanco.
Leonardo Madelón adelantó en los ensayos semanales que la formación iba a tener una novedosa disposición en la cancha. Aunque el interrogante era si lo iba a poder imponer en una cancha difícil y ante un rival que se hace fuerte de la mano de su gente. Sin embargo, Unión fue ambicioso de arranque con tres delanteros definidos, sorprendió al elenco rosarino y recogió frutos a los cinco minutos.
La jugada previa al gol tatengue es una pista indeleble de la forma en la cual el equipo afrontó el inicio del compromiso. Acevedo volcó la pelota hacia el flanco izquierdo, donde al mismo tiempo subieron Villar y Pittón para respaldar a Malcorra. Agresividad que le permitió doblar a sus marcadores en zona defensiva y obligarlos a la infracción de la cual nació el tanto. Luego, en el tiro libre hay una jugada preparada, en la que Gamba parte del primer palo a buscar el centro previsto al segundo para bajársela a Martínez que esperaba sin marca en la medialuna en posición de remate frontal.
Unión demostró que puede lastimar con otras herramientas. En la primera parte tuvo rotación de sus internos, los extremos jugaron el mano a mano con los laterales y generaron población ofensiva permanente. Así rompió rápido un trámite que parecía iba a tener ribetes de partida de ajedrez.
Pero la historia del primer tiempo tuvo su faceta negativa. Por la vocación de mirar siempre el arco rival, el rojiblanco quedó casi siempre desprotegido en defensa. Cuando perdía la pelota no podía contener a los volantes de Newell’s que generaban superioridad por las bandas. El caso más evidente fue el de Advíncula por derecha, desbordando casi siempre a Pittón.
De hecho, el empate se concretó con un contragolpe de la Lepra que toma desordenada a la última línea tatengue. Un mal centro de Villar generó un despeje largo que fue aprovechado perfectamente por Boyé (la figura del partido). El ex River le ganó a Faccioli y dejó mano a mano a Scocco para que defina.
En el segundo tiempo, Madelón tomó nota de las deficiencias. Así el equipo se acomodó mejor en el medio y se hizo más corto juntando líneas. Esto le agregó seguridad pero le hizo perder repentización en ataque. Riaño quedó aislado arriba y luego fue reemplazado por Soldano que no pudo pesar. En el último tramo del cotejo primó el cansancio y la necesidad de no perder lo que estaba consiguiendo.
Unión redujo los vaivenes, mostró buenas intenciones ofensivas en un escenario complejo y luego entendió que debía ordenarse. No es sencillo aplicar un cambio de estrategia con poco tiempo de ensayo y en calidad de visitante. El cuadro rojiblanco respondió y brindó buenas señales en pos de un perfil diferente que lo haga un mejor equipo.
Un párrafo aparte merece el pedido de disculpas de Madelón. El entrenador atendió a los medios luego del partido y aprovechó para reconocer públicamente que había sido errónea su reacción en la conferencia de prensa del lunes pasado luego del empate ante San Martín (SJ). Bien por el técnico, que demuestra de esta forma su humildad y colabora para reducir un clima de tensión que se había generado de forma innecesaria.

Primera División 2016 – Torneo Transición - Fecha 5: Newell’s 1 – 1 Unión

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