domingo, 28 de febrero de 2016

Central fue demasiado

Colón no estuvo a la altura de un partido muy exigente. El sabalero repitió desajustes defensivos, falta de contención e imprecisiones en el medio. Demasiadas ventajas para un elenco rosarino que dominó a gusto el encuentro y lo definió con goleada.
En las declaraciones realizadas post partido, Darío Franco apuntó, con una claridad poco habitual en estos casos, las razones de la derrota. El técnico habló de “falta de actitud”, de “desequilibrio entre atacar y defender”, y señaló que “algunos jugadores volvían caminando”. Los conceptos directos y sin rodeos de parte del DT reflejan una preocupación coincidente con la imagen que el equipo exhibió en la cancha.
La jerarquía de Rosario Central no hizo más que desnudar limitaciones que el rojinegro ya tenía. En los primeros partidos las pudo disimular haciendo uso de la pelota por más tiempo, atacando y siendo efectivo, y apoyándose en su arquero para maquillar las equivocaciones en el fondo.
El conjunto rosarino fue superior de principio a fin. Controló las acciones a gusto en la primera parte, sacó la diferencia rápido y luego desperdició varias situaciones de gol antes del descanso. En el complemento, Colón se plantó mejor en la zona media con el ingreso de Bastía. Pero Central sacó a relucir la capacidad goleadora de Marco Rubén para liquidar el pleito con goleada incluida.
Colón se equivocó demasiado en el mediocampo y sufrió en el retroceso. En la primera parte, la transición defensiva era siempre desordenada porque el equipo perdía la pelota cuando adelantaba líneas. El bloque ofensivo estable de Rosario Central (Cervi, Lo Celso, Larrondo y Ruben) se encontraba con superioridad numérica en ataque o afrontando mano a mano a los marcadores centrales. El rojinegro lo pudo corregir en el complemento, aunque el visitante tuvo efectividad plena para concretar lo que había errado en la etapa inicial.
Franco reconoció que es tiempo de replanteos y es cierto. Colón necesita tener futbolistas en cancha con buen presente. Sin descollar, hay nombres que piden pista desde afuera. Garnier, Iberbia, Bastía, Mazurek y Silva son alternativas que el entrenador debe contemplar. Seguramente, quienes mejor se acoplen al sistema pergeñado por el DT tendrán posibilidades de ingresar para el próximo compromiso.
El sabalero sucumbió rotundamente a manos del mejor equipo del campeonato. Es tiempo de cambiar.

Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 5: Colón 0 – 3 Rosario Central

sábado, 27 de febrero de 2016

Buenas señales

Unión desarrolló una versión mejorada de su juego y se llevó un saldo positivo de su visita al Parque de la Independencia. El empate ante Newell’s tiene puntos de análisis que van más allá del resultado y marcan una nuevo plan de juego para el rojiblanco.
Leonardo Madelón adelantó en los ensayos semanales que la formación iba a tener una novedosa disposición en la cancha. Aunque el interrogante era si lo iba a poder imponer en una cancha difícil y ante un rival que se hace fuerte de la mano de su gente. Sin embargo, Unión fue ambicioso de arranque con tres delanteros definidos, sorprendió al elenco rosarino y recogió frutos a los cinco minutos.
La jugada previa al gol tatengue es una pista indeleble de la forma en la cual el equipo afrontó el inicio del compromiso. Acevedo volcó la pelota hacia el flanco izquierdo, donde al mismo tiempo subieron Villar y Pittón para respaldar a Malcorra. Agresividad que le permitió doblar a sus marcadores en zona defensiva y obligarlos a la infracción de la cual nació el tanto. Luego, en el tiro libre hay una jugada preparada, en la que Gamba parte del primer palo a buscar el centro previsto al segundo para bajársela a Martínez que esperaba sin marca en la medialuna en posición de remate frontal.
Unión demostró que puede lastimar con otras herramientas. En la primera parte tuvo rotación de sus internos, los extremos jugaron el mano a mano con los laterales y generaron población ofensiva permanente. Así rompió rápido un trámite que parecía iba a tener ribetes de partida de ajedrez.
Pero la historia del primer tiempo tuvo su faceta negativa. Por la vocación de mirar siempre el arco rival, el rojiblanco quedó casi siempre desprotegido en defensa. Cuando perdía la pelota no podía contener a los volantes de Newell’s que generaban superioridad por las bandas. El caso más evidente fue el de Advíncula por derecha, desbordando casi siempre a Pittón.
De hecho, el empate se concretó con un contragolpe de la Lepra que toma desordenada a la última línea tatengue. Un mal centro de Villar generó un despeje largo que fue aprovechado perfectamente por Boyé (la figura del partido). El ex River le ganó a Faccioli y dejó mano a mano a Scocco para que defina.
En el segundo tiempo, Madelón tomó nota de las deficiencias. Así el equipo se acomodó mejor en el medio y se hizo más corto juntando líneas. Esto le agregó seguridad pero le hizo perder repentización en ataque. Riaño quedó aislado arriba y luego fue reemplazado por Soldano que no pudo pesar. En el último tramo del cotejo primó el cansancio y la necesidad de no perder lo que estaba consiguiendo.
Unión redujo los vaivenes, mostró buenas intenciones ofensivas en un escenario complejo y luego entendió que debía ordenarse. No es sencillo aplicar un cambio de estrategia con poco tiempo de ensayo y en calidad de visitante. El cuadro rojiblanco respondió y brindó buenas señales en pos de un perfil diferente que lo haga un mejor equipo.
Un párrafo aparte merece el pedido de disculpas de Madelón. El entrenador atendió a los medios luego del partido y aprovechó para reconocer públicamente que había sido errónea su reacción en la conferencia de prensa del lunes pasado luego del empate ante San Martín (SJ). Bien por el técnico, que demuestra de esta forma su humildad y colabora para reducir un clima de tensión que se había generado de forma innecesaria.

Primera División 2016 – Torneo Transición - Fecha 5: Newell’s 1 – 1 Unión

viernes, 26 de febrero de 2016

Apuesta por el cambio

Unión propondrá una variante de esquema para visitar a Newell’s, que estrenará a Diego Osella como DT. Madelón decidió modificar un par de nombres para asumir mayores riesgos y desarrollar una estrategia que resulte más productiva en materia ofensiva.
En la agitada conferencia de prensa luego del empate frente a San Martín (SJ), el entrenador avisó que estaba analizando modificaciones en la planificación de la formación rojiblanca. La estrecha distancia entre un compromiso y el siguiente no desalentó a Madelón, que cree necesario dar un golpe de timón en este momento.

No estamos hablando de una mudanza de jugadores extrema ni de un cambio de paradigma en la estructura de pensamiento que el técnico profesa. Pero sí de una clara búsqueda en pos de encontrar una alternativa de transformación para un equipo que involucionó en relación al torneo pasado.
No es menor advertir el siguiente detalle: es la primera vez en el ciclo que Madelón decide no utilizar el esquema 4-4-2. Hasta ahora, durante dos años, el técnico no se había movido de ese dibujo, más allá de los protagonistas. Esta vez, sin variar demasiados actores, elige adelantar un mediocampista y agregarlo a la zona ofensiva. Y al mismo tiempo, cerrar a los volantes que acompañan al cinco para armar un triángulo de contención en el medio.
Unión apuesta por el cambio frente a un rival que a partir de hoy comenzará a desandar un camino diferente. El Newell’s de Diego Osella tendrá muy poco en común con el de Bernardi, y mucho menos con el de Martino. La estrategia será distinta, más cautelosa, y tal vez eso genera el contexto indicado para que el tatengue pueda animarse a más.
De todas formas, el cuadro rojiblanco tendrá que tomar sus recaudos. Si repite las desatenciones defensivas de las últimas presentaciones estará muy cerca de perderlo (como le pasó contra San Martín), sin importar si la Lepra se decide a ser más o menos ambicioso.
Madelón se propone recuperar el “equipo furioso” (como él mismo lo calificó) que alguna vez dirigió. Para eso mueve piezas y ensaya una nueva disposición táctica. El partido de hoy determinará si es el inicio de un nuevo Unión o solo un ensayo en la búsqueda del funcionamiento colectivo perdido.


Primera División 2016 – Torneo Transición - Fecha 5: Newell’s vs Unión

martes, 23 de febrero de 2016

La presión por las nubes

El técnico de Unión realizó declaraciones muy desafortunadas luego del empate ante San Martín de San Juan. Madelón involucró a los periodistas en una tormenta que él mismo generó sin argumentos legítimos, sacando de foco lo más importante para el tatengue: la revisión de los errores que sigue cometiendo y multiplican su inseguridad de cara a un ciclo de partidos muy complejos.
La noche del lunes entregó un partido de emociones fuertes, donde Unión arrancó mal y perdiendo, luego se recuperó por empuje, y en el complemento hizo méritos para ganarlo y también cometió equivocaciones que podrían haber derivado en una derrota.
Así, el rojiblanco continúa inmerso en una inestabilidad de rendimiento de la que no puede escapar. En la defensa, Faccioli agregó solidez pero sus compañeros repitieron desacoples, falta de entendimiento, y fallas inexplicables (como el yerro de Pittón en el gol sanjuanino). En el mediocampo, el ingreso de Nagüel pasó desapercibido (lo reemplazaron en el entretiempo). El ex Argentinos no aportó el desequilibrio que el equipo necesitaba ni se complementó con sus colegas de zona.
Unión perdió las virtudes colectivas que el año pasado eran una marca en cada partido. En este comienzo del Torneo Transición funciona por reacción. Le tienen que mojar la oreja para accionar su juego. Debido a esto, no puede desarrollar un planteo planificado de antemano. Tiene que improvisar y todo lo que ofrece está basado en su personalidad. Los puntos que cosechó son gracias a los goles de Riaño, la zurda envidiable de Malcorra, el aporte ofensivo que puede brindar Martínez y las manos de Nereo Fernández. No se destaca todavía el trabajo en conjunto del cuadro santafesino. Esta carencia reproduce los interrogantes frente a una serie de partidos que se avecinan ante rivales más jerarquizados y que, en consecuencia, exigirán mayor nivel de rendimiento en el tatengue.
Este análisis quedó en un segundo plano porque Leonardo Madelón acaparó los títulos con sus declaraciones en el post partido y esta mañana con un medio de Buenos Aires. El técnico abrió un frente de batalla sin que nadie le presentara conflicto alguno. Puede ser contraproducente para el DT elevar a este punto de tensión las miradas sobre un equipo que comete errores pero tiene tiempo y posibilidades de mejorar.
Si Unión no corrige su rumbo y extiende los tropiezos, la presión autoimpuesta por el entrenador probablemente juegue en contra de los jugadores y predisponga de mala forma a los hinchas. En una situación que se podría evitar si Madelón no hubiese encendido la mecha de una contienda que él mismo avivó.

Primera División 2016 – Torneo Transición - Fecha 4: Unión 1 – 1 San Martín (SJ)

lunes, 22 de febrero de 2016

Bajarse de la montaña rusa

Unión vivió en tres partidos vaivenes de rendimiento poco habituales en un equipo que mantuvo su base respecto al torneo pasado. El tatengue debe regularizar su nivel para hacerse más confiable. Afirmarse en lo conocido y buscar seguridades es a veces lo más recomendable para recuperar las virtudes olvidadas. San Martín (SJ) será la última parada antes de un ciclo hiperexigente que incluye rivales fuertes y en fila: Newell’s, Racing, Boca y el clásico ante Colón.
El debut en Florencio Varela tuvo un tiempo de pesadilla y un complemento de reacción a base de actitud para lograr un empate agónico. En la segunda jornada, Unión mostró una imagen mediocre de arranque frente a Temperley, pero luego del descanso se despertó y desplegó su mejor versión para golearlo. Mientras que en su visita a Tucumán se lo vio inestable durante todo el encuentro. Por momentos parecía decidido e incisivo en ataque, pero de inmediato cometía errores básicos en su bloque defensivo para regalar ocasiones que podrían haber derivado en una derrota más abultada.
Por eso, es necesaria la mano del técnico en este momento. A pesar del poco tiempo que hubo entre partidos, Madelón decidió hacer un cambio por línea para esta noche. Hoy descubriremos a Faccioli, para dimensionar si se asemeja al defensor que jugó un solo partido en un año en Colón o puede brindar mayores seguridades que las ofrecidas por el juvenil Fleita.
Además, en la mitad aparece Nagüel por primera vez como titular. El entrenador lo pidió, lo esperó que se ponga a punto de la lesión en la muñeca y ahora lo incluye desde el arranque en busca de un mejor desequilibrio, en perjuicio de Villar, que tuvo poca influencia en el comienzo del torneo.
Y por último, Madelón debe reemplazar con Soldano a Julio Cesar Rodríguez, que sale por una molestia muscular. La baja por lesión del delantero ex Defensa y Justicia no aclara si el técnico lo hubiese excluido de todas maneras. Es que sus actuaciones fueron tan bajas que era un candidato firme a salir del once principal.
Hay otros nombres que jugaron en un nivel que los haría perder el puesto. Pero es lógico que el DT realice las variantes suficientes para intentar un cambio de imagen sin arriesgarse a echar por la borda el trabajo realizado en la pretemporada con la base de un equipo que ya pierde a tres intérpretes habituales.
De todas formas, la reacción no llegará solamente por el ingreso de tres caras nuevas. Unión tendrá que recomponerse colectivamente para brindar un aspecto renovado. Y, fundamentalmente, normalizar los decibeles de su rendimiento. Alejarse de los extremos para encarrilarse en un tramo de normalidad que le permita dejar de lado las incertidumbres y recuperar la confianza en sus posibilidades.


Primera División 2016 – Torneo Transición - Fecha 4: Unión vs San Martín (SJ)

Lo paró el Expreso

Colón interrumpió su buen andar en Mendoza. Se encontró con un rival que le anuló virtudes en la zona media y desnudó errores defensivos que parecían superados. Godoy Cruz lo superó haciendo gala de su efectividad en el complemento y reavivó viejos interrogantes en el elenco de Franco.
Esta vez el gol tempranero no alcanzó para que el rojinegro construya un triunfo sin escollos como pasó hace cuatro días frente a Belgrano. Entre otras razones, porque el Tomba reaccionó a tiempo anotando el empate cuando el sabalero comenzaba a crecer en el partido. De ahí en más la historia se hizo irremontable, porque el cuadro santafesino nunca pudo meterse de nuevo en el trámite.
En la primera parte quedó claro que Colón no podía recuperar la pelota en el medio, perdía permanentemente en ese aspecto con los volantes mendocinos y no tenía contención en su línea defensiva. Por eso no extrañó el ingreso de Bastía de arranque en el complemento. Pero a los tres minutos la decisión quedó caduca tras el desnivel logrado por Godoy Cruz. Luego, Franco se la jugó armando línea de tres en el fondo y adelantando laterales, sumando elementos en función ofensiva. Pero nada funcionó en una noche que parecía tener el destino marcado.
El Tomba tomó nota de las fortalezas rojinegras y dedicó especial atención a los dos jugadores que alimentan la generación de juego. Ledesma y Ruiz tuvieron marcas escalonadas que limitaron su contacto con la pelota y neutralizaron su influencia. El único que logró desprenderse del cerrojo fue Sperduti, aunque pudo destacarse levemente más por su voluntad que por el nivel de su actuación.
Un párrafo aparte merecen los errores defensivos que a Colón le costaron goles en Mendoza. En los tres tantos que recibió en el complemento hay responsabilidades individuales que brindaron ventajas importantes para que el rival convierta. En el 2 a 1, Villafañe descuida a Carabajal, que tiene libertad y espacio para recibir, enganchar y rematar. Aunque las equivocaciones de Benegas fueron más evidentes. En el 3 a 1, el paraguayo se agacha y deja pasar la pelota de forma inexplicable para que Ayoví quede mano a mano con Broun. Mientras que en el 4 a 1, el marcador central pierde la marca de González en un pelotazo previsible enviado por Ceballos desde 40 metros.
La caída fue dura e inesperada. La lección que deja el tropiezo en tierras cuyanas es la misión de no exagerar la confianza ni subestimar la chance que el rival tiene de hacer los deberes para clausurar los caminos que venían generando efectos positivos. Ante eso, Colón todavía está a tiempo de solucionar defecciones que parecían olvidadas y, al mismo tiempo, desarrollar nuevas herramientas para volver a la senda del triunfo.

Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 4: Godoy Cruz 4 – 1 Colón

sábado, 20 de febrero de 2016

El origen

Este presente que lo muestra a Colón puntero y goleador tiene un momento de nacimiento: el viernes 30 de octubre de 2015. Esa noche el sabalero se presentó en Mendoza y Darío Franco implementó por primera con éxito el sistema 4-3-3 con Alan Ruiz de falso nueve. El resultado fue un sorpresivo 3 a 1 que le permitió asegurar la permanencia y buscar luego el plus de la clasificación a la Sudamericana. El rojinegro vuelve a enfrentar a Godoy Cruz, pero ahora con la idea de juego mucho más desarrollada y generando frutos.
Existió una experiencia previa que no funcionó. Fue durante 45 minutos en el segundo clásico ante Unión. Luego, el técnico modificó el sistema y puso a Vegetti de titular para recibir a Arsenal. A pesar de conseguir una clara victoria ante los de Sarandí, en el siguiente compromiso contra el Tomba regresó a la idea original.

Colón tuvo que superar varios escollos hasta madurar el método. Principalmente las dudas de propios y ajenos sobre las posibilidades de convertir goles sin tener delanteros naturales en cancha. Recordemos que para ese encuentro en Mendoza, el sabalero armó un bloque ofensivo con Sperdutti, Guanca, Llama y Ruiz. Sin embargo, los primeros indicios del equipo ambicioso y ofensivo que conocemos hoy surgieron en aquella noche. Guanca fue fundamental en su tarea mixta de acompañar a Poblete y Ledesma en la zona central, y al mismo tiempo llegar al área para recibir los envíos desde los costados. Así anotó los dos primeros tantos. El 1 a 0 después de un centro de Sperdutti, y el 2 a 0 luego de un envío de Llama que le bajó el Gordo. Estos dos últimos también fueron importantes en el desequilibrio por las bandas. En el Colón 2016, Diego Lagos y Víctor Figueroa cumplen con creces las funciones que dejaron Llama y Guanca.
Además, hubo dos jugadores que comenzaron a entender con mayor precisión el mensaje de Franco y empezaron a desarrollar una influencia determinante en el juego del equipo, que incluso se extiende hasta ahora. Esa goleada sobre Godoy Cruz es la génesis del actual momento de Pablo Ledesma y Alan Ruiz. El ex Boca dejó de desgastarse por el costado derecho para realizar una tarea más productiva. Dedicándose al manejo en la mitad del campo y la llegada por sorpresa a la zona de definición. Mientras que Ruiz potenció sus virtudes actuando algunos metros más adelante y le agregó capacidad de gol. En su caso la evolución es tan positiva que se ubica como la gran figura y el artillero del campeonato con cuatro goles en dos partidos.
Colón vuelve al lugar donde todo comenzó, a la cancha que marcó un cambio profundo de filosofía en su juego. Con las mismas armas y el espíritu en alza, la formación de Franco irá por una nueva victoria para prolongar un momento tan positivo como impensado allá por el 30 de octubre del año pasado.


Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 4: Godoy Cruz vs Colón

viernes, 19 de febrero de 2016

Ruiz y Ledesma, los directores de la orquesta sabalera

Colón se transformó en una de las revelaciones en el comienzo del campeonato. Un plan ofensivo, buen juego y la ambición de convertir muchos goles son las características de un equipo al que Darío Franco logró imprimirle definitivamente su sello luego de la pretemporada. La goleada sobre Belgrano lo ratifica como un aspirante serio a ser protagonista en el Torneo Transición.
Un primer tiempo brillante y explosivo, y un complemento de control e inteligencia trazaron el camino del tercer triunfo consecutivo para el sabalero. Con el plus de tener enfrente un oponente laureado y de probada eficiencia para complicar a cualquiera. Sin embargo, Colón pudo elevar su rendimiento un escalón más y edificar una victoria aún más sólida que las dos conseguidas previamente. Porque potenció sus virtudes en la generación y el ataque, y corrigió varios de los errores que venía cometiendo en defensa.
Es muy difícil pensar en un Belgrano goleado. No ocurrió demasiado en la era Zielinski. El Celeste siempre expone rasgos de elenco duro de quebrar. Si uno imaginara la forma perfecta de ganarle seguramente apelaría a una efectividad extrema para aprovechar las escasas oportunidades que ofrece. Colón cumplió con esa receta de forma perfecta. Le convirtió tres goles en 35 minutos y lo derrumbó por toda la cuenta.
El excepcional momento de Colón no se explica solamente desde la buena puntería. El sabalero tiene mediocampistas de alto rendimiento individual que aseguran un control inteligente de la pelota. El máximo exponente en esa zona del campo es Pablo Ledesma. Figura esencial en los últimos dos partidos, el cordobés se transforma en una estación indispensable de la gestación del juego rojinegro. Ante Belgrano, propuso verticalidad en la primera parte para atacar los espacios cedidos por errores del rival. Y en el segundo tiempo, comprendió que lo conveniente era dormir la pelota para asegurar el control y evitar una reacción de los cordobeses. Ledesma entiende y maneja los tiempos como ningún otro futbolista del equipo de Franco.
El presente del cuadro santafesino se corona con el aporte indispensable de Alan Ruiz. El 10 es el elemento más desequilibrante. Sus apariciones marcan el quiebre necesario en la mayoría de las jugadas de ofensiva. A diferencia de Ledesma, Ruiz puede acoplarse al diálogo colectivo pero además es capaz de influir individualmente de forma determinante. El bombazo para el segundo gol ante Belgrano es una acción meramente personal en la que se deshace de dos rivales y resuelve con un tiro violento a distancia. Esa conjunción de virtudes lo colocan en el lugar de privilegio como la mejor figura de Colón en el arranque del año.
Alan Ruiz y Pablo Ledesma son los directores de una orquesta que tiene excelentes ejecutantes como Sperdutti, Figueroa, Lagos, Poblete y Broun. Con buen funcionamiento, algunos toques exquisitos, fuego ofensivo y muchos goles, la obra sabalera ya es cosa seria en este campeonato.

Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 3: Colón 3 – 0 Belgrano

jueves, 18 de febrero de 2016

La sombra celeste

Colón se enfrenta con un viejo conocido, con un rival que cruzó mucho en los últimos tiempos y, casi siempre, con resultados negativos. Belgrano apareció en el camino rojinegro ocho veces en los últimos tres años. En ese tiempo, el sabalero solo pudo vencerlo en una oportunidad. Además, el Pirata viene de ser el verdugo en la definición de la segunda fase de la Liguilla pre Sudamericana.

Más allá de los números, el celeste cordobés es un equipo incómodo para Colón. De hecho, en la era Franco hubo tres enfrentamientos entre ambos con dos derrotas y un empate para el cuadro santafesino.
Belgrano es un conjunto programado casi naturalmente para oponerse a planteos como los que propone Colón. Zielinski es el entrenador de mayor continuidad en su cargo en Primera División. La filosofía de juego ya está incorporada completamente por los futbolistas. Y es un plan que complica mucho al elenco de Franco. No es casualidad que los resultados de los últimos tiempos hayan sido adversos.
Por eso esta tarde Colón tendrá que optimizar la concentración. Porque el rival es fuerte en defensa y lo obligará a potenciar aún más sus virtudes ofensivas. Y además, Belgrano apuesta fuerte a utilizar la contra. Por lo cual el sabalero deberá corregir rápidamente sus desacoples defensivos. Porque no puede aspirar a convertir a Broun en figura en cada presentación. El arquero está en un gran momento, pero no se puede depositar en él la exclusiva confianza para cuidar la valla propia.
Colón abre la puerta de un ciclo de partidos de alta exigencia. Belgrano comenzará a subir una vara que luego continuarán elevando Rosario Central, Independiente, River y por último el clásico frente a Unión. De cara a ese futuro próximo, una victoria en el Brigadier López ratificará la confianza y el ánimo positivo que el sabalero sostiene desde su buen comienzo con dos triunfos en fila.


Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 3: Colón vs Belgrano

sábado, 13 de febrero de 2016

A paso firme

Colón es un equipo que tiene clara su misión y apuesta todo por alcanzar la meta planteada
en cada partido. Las consecuencias positivas de ese libreto es una formación protagonista, agresiva y con una alta cuota de gol (seis tantos en dos cotejos). La contracara es un funcionamiento defensivo frágil, que expone algunos errores y se apoya en un arquero que aporta intervenciones excepcionales. El resultado es un Colón prepotente en ataque que ganó en sus dos primeras presentaciones y es uno de los punteros de la Zona 1.
Las preocupaciones por la ausencia de Alan Ruiz se esfumaron antes del primer cuarto de hora. Franco Mazurek lo suplantó no solo en el campo sino también en la red. El joven llegado de All Boys coronó un contragolpe de manual construido entre Clemente Rodríguez, Lagos y Sperdutti.
Por el contrario, las precauciones planteadas luego de los errores cometidos en defensa en el estreno se ratificaron a pesar de los nombres que ingresaron. Conti y Benegas no pudieron con Rescaldani, Villafañe tuvo muchos problemas para controlar a Romero y, en el complemento, Arce inquietó del medio hacia la espalda de Clemente.
Después de una primera parte pareja y con momentos de superioridad alternados, Colón inició el complemento con la misma fuerza que trajo la tormenta que en ese momento se desató sobre la ciudad de Quilmes. Pablo Ledesma tomó la posta en la conducción y el sabalero repitió virtudes ofensivas y desnudó las mismas fragilidades que el cervecero exhibió en la goleada ante River.
Del medio a los costados y desde las orillas al centro. Esa fue la vía que eligió el rojinegro. Así, Ledesma se transformó en posta de inicio y también fue el finalizador en los dos goles que desnivelaron la historia. Primero para provocar el penal que él mismo convirtió, y luego para tomar un balón que quedó flotando en el cuadro chico y estampar el tercero.
A los 15 minutos del segundo tiempo, Colón ya sentenciaba el resultado y cerca de la media hora lo transformaba en goleada con la anotación de Nicolás Silva. Todo gracias a una alta capacidad de gol producto de una ambición ofensiva para destacar en el conjunto de Franco.
Pero el sendero no siempre fue de rosas. En el medio de las sonrisas por los ataques exitosos, aparecieron muecas de disgusto por las ventajas defensivas. Con poco, Quilmes le generó varias situaciones de peligro. Sin embargo, casi siempre apareció Jorge Broun para sostener su valla con cuatro atajadas extraordinarias. Cada una de ellas tiene el mismo valor que un gol. La relevancia del arquero en el desarrollo del juego estuvo a la altura de las mejores figuras: Ledesma y Mazurek.
Colón es un saludable líder. Exhibe una planificación definida y el convencimiento de sus futbolistas con el mensaje del entrenador. Por supuesto que todavía el equipo debe corregir defectos en su bloque defensivo. Pero luego de dos fechas el saldo es altamente positivo, el puntaje ideal, y las posibilidades de crecimiento siguen abiertas.

Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 2: Quilmes 2 - 4 Colón

jueves, 11 de febrero de 2016

Dos cuentas pendientes

Colón visita a Quilmes con un par de interrogantes por develar: cómo suplir la ausencia de Alan Ruiz y de qué manera reorganizar una defensa que repite un solo elemento.
No es habitual que un equipo que juega bien y gana experimente cuatro modificaciones al siguiente compromiso. Por bajas obligadas y decisiones del entrenador, el sabalero tendrá estas variantes para presentarse ante el cervecero.

La principal duda se traza sobre el reemplazo de Ruiz, el jugador más importante de la formación rojinegra. En este sentido, Franco optó por sostener el dibujo táctico. Priorizó mantener la estrategia incluyendo a Mazurek por encima de la posibilidad de colocar un centrodelantero natural como Vegetti.
Más allá de los nombres propios, a Colón se le presenta el inconveniente de no contar con otro futbolista de las características de Alan Ruiz. El joven enlace llegado desde All Boys demostró tener calidad técnica, pero difícilmente pueda estar a la altura de lo aportado por el goleador del último cotejo.
Para este partido, el sabalero perderá una buena dosis de pausa en la construcción ofensiva, manejo de pelota en campo rival, pases profundos hacia los costados y, principalmente, gol. De todas formas, Mazurek está en condiciones de agregarle dinámica, gambeta y llegadas al área quilmeña. Asimismo, el rol de Víctor Figueroa tendrá que ser de mayor conducción para complementarse con el encargado de reemplazar a la figura roijnegra.
Distinto cantar es el aspecto defensivo. En esa fase del juego, Colón tuvo defecciones y por momentos sufrió en el segundo tiempo ante Arsenal. Los errores, sumados al cambio de protagonistas, colocan puntos suspensivos en la expectativa de rendimiento de la última línea. Solo Germán Conti se mantiene en relación a los que iniciaron el cotejo frente a los de Sarandí.
En las pocas horas de trabajo que hubo esta semana, seguramente Franco hizo hincapié en la solución de esos desajustes. Porque el escenario de partido va a ser diferente en comparación con el debut. Arsenal casi no lo atacó y recién se animó luego que el sabalero quedó con un jugador menos. En cambio, Quilmes llega herido luego del cachetazo que recibió de River y buscará revancha. El cervecero será local y probablemente busque asumir mayores riesgos.
Colón no debe relajarse. Confirmar lo positivo y corregir los defectos del estreno serán las claves para ratificar el buen camino que comenzó a desandar el domingo pasado.


Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 2: Quilmes vs Colón

lunes, 8 de febrero de 2016

Un debut que ilusiona

Colón se estrenó con un triunfo basado en un deslumbrante rendimiento en la primera parte de su partido frente a Arsenal. En ese periodo, el equipo de Franco plasmó de forma íntegra la idea que el entrenador quiere imprimirle al equipo durante este semestre. Luego la historia se complicó tras la expulsión de Alan Ruiz, pero el sabalero pudo imponerse con justicia a pesar de lograrlo por la mínima diferencia.
Todas las expectativas sembradas por los hinchas rojinegros durante el receso fueron colmadas por los jugadores en la etapa inicial. En una situación poco habitual, Colón encontró la respuesta óptima de arranque en el campeonato.
Las incorporaciones que estuvieron desde el inicio se acoplaron sin inconvenientes, con la participación destacada de Víctor Figueroa. El ex Newell’s pareció entenderse de forma natural con Ruiz. Juntos fueron las figuras del cuadro santafesino.
Colón acumuló en la etapa inicial todas las virtudes exigibles a una formación con ambiciones. Fue compacto entre sus líneas, presionó alto para ahogar la salida del rival, tuvo control de pelota en la zona media, aparición de sus laterales en ataque, rotación de sus medios ofensivos y presencia en la zona de definición. Los goles de Alan Ruiz llegaron como consecuencia de ese dominio y la diferencia de dos tantos en el descanso fue escasa, de acuerdo a la superioridad demostrada por el local.
En el arranque del segundo tiempo mostró una imagen similar, sin tanta intensidad pero con la vocación intacta. Sin embargo, el partido tuvo un giro inesperado a partir de la correcta expulsión de Ruiz. Colón quedó en inferioridad numérica y le cedió el papel principal a Arsenal.
El elenco de Sarandí exhibió limitaciones pero igualmente complicó a la defensa rojinegra con envíos aéreos. Aunque el descuento llegó a falta de un minuto para el final a causa de un error de Broun en la salida que aprovechó Boghossián.
Colón expuso fortalezas basadas en su trabajo a lo largo del tiempo. Sacó provecho de la continuidad de una estructura conocida y de un plan de juego ya incorporado por sus futbolistas. Las distancias quedaron plasmadas en relación a un rival que mostró muchas caras nuevas y falta de entendimiento. En un torneo corto como el que comenzó ayer, ese detalle puede transformarse en un elemento determinante a favor del sabalero.
Por lo pronto, el debut fue satisfactorio y alimentó las ilusiones del hincha por ver a un equipo protagonista.

Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 1: Colón 2 – 1 Arsenal

viernes, 5 de febrero de 2016

Mejorar la versión

Colón debuta en el Torneo Transición con un equipo conocido y un plan de juego afianzado. Las caras nuevas que se sumaron llegan para ocupar espacios vacíos o complementar nombres que parten como titulares. En los papeles previos, el sabalero logró una estructura que ilusiona a sus hinchas.
Aquella iniciativa extraña y polémica que Darío Franco insinuó en el segundo clásico, hace solo cuatro meses, se transformó en una idea incorporada y ejecutada con éxito por los jugadores.
No es casual la mención al tiempo transcurrido. Es efímero si tenemos en cuenta la profunda modificación que experimentó la formación en su aspecto táctico. El entrenador, que no le encontraba solución a un funcionamiento pobre y alejado de su prédica de ataque, apostó por poblar el sector medio-ofensivo con futbolistas de buen manejo, en detrimento de delanteros “de punta”. Así, la principal víctima fue Vegetti, marginado al banco luego de ser incorporado con esperanzas de convertirse en un segundo Fuertes, mientras que el mayor beneficiado fue Alan Ruiz, quien desde su función de falso 9 pudo sostener sus virtudes de conductor sin demasiado desgaste físico y además asistir a sus compañeros para convertirlos en goleadores sin ser delanteros de área. Desde ese momento, Sperdutti convirtió 3 goles, Guanca 2, Llama 2 y Ledesma 2 tantos.
Colón consolidó un andamiaje basado en el ataque colectivo, en la rotación de sus elementos en fase ofensiva. Sin un referente estático en el área, el sabalero propone agregar llegadores a la zona de definición. La fórmula de Franco dio resultado. Por eso no es extraño que no haya ningún centrodelantero entre los refuerzos sabaleros para este semestre. El DT entiende que no necesita uno. Es una apuesta arriesgada pero que responde a su perfil.
El Colón 2016 ya no es un interrogante como ocurrió luego de la Copa América, cuando el nuevo técnico llegaba con palabras seductoras pero sin pruebas de campo. Pasado el tramo de adaptación, el rojinegro es hoy un equipo de rasgos definidos que tiene como meta madurar dentro de la cancha para generar una versión mejorada de sí mismo y responder a las expectativas generadas en este tiempo de receso.


Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 1: Colón vs Arsenal