Colón fue goleado por Racing, que
desnudó todas sus limitaciones y lo superó con amplitud de principio a fin. El sabalero
no tuvo argumentos para colocarse a la altura de la formación suplente de la Academia.
La diferencia de tres goles no es
suficiente para describir las distancias entre los dos equipos. El cuadro
rojinegro fue dominado desde el mismo arranque y completó el rendimiento más
flojo con Javier López como conductor.
Los errores fueron una constante en el
conjunto santafesino. Y varios de ellos terminaron en anotaciones para el
rival. En realidad, y para ser más precisos, en cada uno de los tantos del
elenco de Avellaneda hubo defecciones de Colón.
En el inicio, a los 6 minutos,
Villarruel la perdió en un intento individual por la izquierda y allí nació la
contra. Naguel escaló por la banda, cedió al medio para Romero, que de taco
habilitó a Facundo Castillón. El delantero dominó la pelota, tuvo espacio para
acomodarse y sacar el remate cruzado. La respuesta de Broun fue floja, la
pelota le picó antes de contenerla y se le metió por abajo.
Sobre la media hora, otra pérdida del
sabalero en la media cancha propició un contragolpe por la derecha. Castillón
picó a la espalda de Ferracutti y envió un centro que dio claramente en la mano
de Landa. Oscar Romero facturó desde el punto penal para ampliar la distancia
en el marcador.
Ya en el complemento, Landa fue al piso
para cortar un avance y envió el balón hacia atrás. Conti, sorprendido, intentó
despejar pero la dejó corta para Brian Fernández, que habilitó a Carlos Nuñez. El
uruguayo se fue mano a mano con Broun, lo dejó en el camino y definió con el
arco vacío.
La goleada se consumó después de otra
distracción de la última línea rojinegra. Fernández recibió de un lateral y
remató desde afuera del área. Broun dio un rebote frontal y evitable, los
defensores se durmieron y la pelota le cayó a Washington Camacho, que de volea
estableció la cifra final.
Colón vivió una pesadilla en Avellaneda,
careció de recursos y se notaron mucho las diferencias. Racing lo superó con
tanta amplitud que parecían equipos de categorías distintas. El sabalero fue
dominado permanentemente, cometió errores de manejo, jugó desordenado, repitió
su liviandad ofensiva y brindó muchas ventajas en defensa. Ni siquiera tuvo una
reacción anímica como ante Boca, a pesar de conseguir el descuento transitorio
con el gol de Raúl Becerra. El elenco de Cocca aprovechó todas las defecciones
de los santafesinos y terminó armando una fiesta en el Cilindro.
A pesar que algunos jugadores insistan
en afirmarlo en sus declaraciones, el problema de Colón no radica solo en el
aspecto físico. Existe un déficit futbolístico grave. Ya pasaron cinco
encuentros en los cuales la formación rojinegra nunca pudo imponerse a su rival
en el juego (salvo algunos minutos del primer tiempo vs Argentinos). Hay
rendimientos individuales bajos. Los hombres de experiencia, que habitualmente
están obligados a responder en la cancha en estos casos, aportan muy poco, son
muy intermitentes. Para colmo de males, el equipo no exhibe un plan de juego
reconocible, parece que sale a jugar los partidos sin un rumbo claro.
Es momento de tomar determinaciones
trascendentes que deben nacer del técnico para redundar en beneficio del
equipo. El torneo brinda muchas oportunidades y Colón todavía está a tiempo de aprovecharlas.
Para eso debe dejar de repetir decisiones equivocadas.
Primera División – Torneo 2015 –Fecha 5:
Racing 4 – 1 Colón
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