Colón rescató un valioso empate ante
Boca en base al coraje y al empuje que le agregó a su juego en el segundo
tiempo, para remontar un trámite que había sido desfavorable desde el inicio.
Un golazo de Guanca le brindó al sabalero la chance de seguir sumando puntos y
esperanzas por mejorar.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikBKwUdvV1f3FxqufNovoQd1Alu28yJumKa8ayCKdGrW5PrQxZVwdejmM5W7KcwQa89PZw62Pjjxf8Tsf-fH7wloeWh9jANevbVwG1FpN7k30iUKnF5CgpWFgVkh-lSpFtkHKw31LZ2SE4/s1600/D8-A-DSC_0445_fmt.jpeg)
A los 36 minutos, el visitante amplió
el ataque por la izquierda con Palacios, que envió un centro largo hacia el
otro costado. Por la derecha ingresó el otro extremo, Juan Manuel Martínez, que
aprovechó un error inexplicable de Bíttolo. El lateral pifió al intentar
despejar y se la dejó en los pies al Burrito,
que en el área chica enganchó ante Broun y definió con tranquilidad.
En esa etapa Colón pudo hacer poco. Sin
la posibilidad de manejar el balón, los escasos intentos ofensivos fueron a
través de las subidas de Cuevas por derecha. Pero el bloque ofensivo nunca se
acopló para darle buen destino a los contragolpes.
El complemento arrancó en similares
condiciones. Calleri tuvo dos acciones muy claras para aumentar la distancia
pero las desperdició. Allí el sabalero pareció despertarse y llegó la reacción.
No hubo fundamentos de juego destacados
ni una circulación de pelota trabajada. Colón fue puro empuje. Lo empató de
atropellada. La fuerza que bajaba desde las tribunas se tradujo en el campo,
los jugadores se contagiaron y a base de voluntad emparejaron el trámite.
En ese marco favorable para el
rojinegro se dio el gol de la igualdad. Ledesma recuperó una pelota cerca del
área propia y sacó el pelotazo para Becerra. El delantero la aguantó y se la
devolvió. Ledesma intentó rematar, lo trabaron y decidió cederla para Cristian
Guanca. Y el ex jugador de Chacarita, que había ingresado pocos minutos antes,
se acomodó y sacó un remate soñado que se clavó en el ángulo de Orión. Un
bombazo acorde con el ímpetu que el equipo le había agregado al partido.
La igualdad significó un envión anímico
importante para los dirigidos por Javier López. Con la moral por las nubes,
Colón aguantó el empate sin retroceder hasta que la deuda física se hizo muy
difícil de disimular en los últimos diez minutos. Ese fue el momento en el que
Boca pudo ganarlo, pero Daniel Osvaldo erró tres acciones consecutivas y Broun
le tapó un mano a mano a Calleri en el último suspiro para mantener el
resultado.
Colón sigue mostrando limitaciones que
tendrá que mejorar, defecciones en el juego que deberá corregir. Pero el empate
ante Boca deja la sensación que el sabalero está capacitado para lograrlo, para
adoptar en el futuro un rol de mayor protagonismo. El equipo dio un paso
adelante en relación a la imagen de impotencia que dejó frente a Banfield. Habrá
que subir los escalones de a uno por vez.
Primera División – Torneo 2015 –Fecha 4:
Colón 1 – 1 Boca
No hay comentarios.:
Publicar un comentario