Colón mejoró en algunos aspectos pero
fue víctima de sus propias limitaciones y se quedó con las manos vacías. Los fallos
puntuales en los dos extremos del campo fueron la clave para que el sabalero
siga sin poder ganar en el Torneo.
La primer señal del cuadro rojinegro
fue positiva. La imagen frente a Racing había sido tan pálida, que el segmento
inicial del partido generó ilusión. Porque la formación de Javier López jugó
ordenada, con intenciones de manejar la pelota y darle buen destino. Con buena
participación de Conti, Ballini y García como puntos altos. Sin dudas el
esquema con dos delanteros le brindó beneficios en la zona ofensiva.
Pero Colón se equivocó en los últimos
metros y no pudo traducir lo que insinuaba en situaciones de peligro cerca del
arco rival. Le faltó precisión en los pases para poner un jugador de cara al
gol y lo más claro fue un disparo a distancia de Ballini que pasó muy cerca del
ángulo izquierdo. Y además, ese dominio del local tiene como atenuante una
postura excesivamente cautelosa de Tigre, que prescindió del control de la
pelota en ese lapso.
El quiebre del trámite se dio en el inicio
del complemento. Lucas Landa perdió una pelota difícil de justificar en la zona
media, con todo el equipo en función de ataque y propició un contragolpe letal
a favor de Tigre.
Facundo Sánchez la robó y cedió para
Larrondo que se encaminó cara a cara con Broun. El delantero definió por debajo
de las piernas del arquero para abrir el marcador a los cinco minutos del
segundo tiempo.
El tanto en contra lastimó anímicamente
a Colón y dejó el encuentro en las condiciones soñadas por el conjunto de
Victoria, que llegó a Santa Fe en busca de sumar un punto y se encontraba en
ventaja con pocos méritos.
Recién pasados los 20 minutos, el
sabalero reaccionó de la mano de modificaciones que llegaron muy tarde. Estaba claro
desde la primera parte que al rojinegro le sobraba un futbolista de marca en la
mitad de la cancha. El ingreso de Guanca se imponía mucho antes. El ex
Chacarita intentó ponerse el equipo al hombro con un par de remates desde
afuera del área. Pero las acciones propicias para anotar llegaron en los
instantes finales y gracias al empuje de la gente y el temor de Tigre, que se
arrinconó en su área.
Ya en tiempo agregado, el juvenil Ezequiel
Gómez recibió un rebote y quedó de cara al arco. Definió bien pero Javier
García le tapó el disparo de forma brillante.
Colón no puede salir de su propio
laberinto. No mereció perder y sin embargo se fue derrotado de su casa. Los errores
y las capacidades limitadas a nivel individual y colectivo impiden que el
rojinegro revierta su sombría realidad.
Primera División – Torneo 2015 –Fecha 6:
Colón 0 – 1 Tigre
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