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El elenco de Madelón sorprendió de
arranque con un rendimiento brillante. Salió agresivo, a quitarle la pelota al
Tiburón en el medio y jugar con velocidad, aprovechando el buen momento del
bloque ofensivo. Así convirtió dos tantos en siete minutos.
A los noventa segundos, el rojiblanco
abrió el marcador de atropello. Montero ganó un rebote por derecha y cedió para
Gamba. El mendocino habilitó a Triverio, que ingresó abierto al área y definió
cruzado para poner el 1 a 0.
A los 10 minutos llegó el segundo.
Unión manejaba el balón con mucho criterio en la zona media. Fruto de esa buena
circulación, surgió una jugada que culminó con una exquisita asistencia de
Villar para Malcorra, que entró en diagonal desde la izquierda al medio. El zurdo
quedó mano a mano y la tiró por entre las piernas de Campodónico para aumentar
la distancia.
El dominio del cuadro santafesino era
total. El tatengue tenía el triunfo en sus manos. Pero le faltó inteligencia y
actitud para liquidarlo y luego no pudo sostenerlo.
A partir de los 25 minutos bajó la
intensidad, fue retrocediendo en el campo y brindándole chances a Aldosivi, que
no había exhibido capacidades para preocupar a la última línea visitante. Hasta
que un accidente revirtió los roles anímicos del partido. El penal a favor por
la mano de Villar fue la única situación de peligro que tuvo el Tiburón en la
primera parte. Pero, tras el gol de Gastón Díaz, sirvió para impulsar al local
de forma impensada. Y también para desinflar al visitante de manera increíble.
Esa tesitura se trasladó al complemento
y se profundizó. Unión pasó de dominador a dominado y de estar cerca de ganar a
estar muy cercano a la derrota.
Fue clave el ingreso de Lagos para
acomodarse por la izquierda del mediocampo. Junto con Lugüercio ganaron casi
siempre por los costados y potenciaron el rendimiento de los delanteros. El
tatengue perdió el control del trámite, fue superado en la zona media y los
defensores cambiaron la tranquilidad del primer tiempo por la inseguridad de resistir
ataques en igualdad numérica.
El equipo santafesino estaba
desconocido. Confundido en la cancha, sin reacción ante los embates de
Aldosivi. Por eso no sorprendieron los dos goles que el conjunto del puerto
consiguió en tres minutos.
El primero por falta de contención de
los volantes. Canever ganó por la izquierda y envió un centro atrás que remató
Roger Martínez para empatar. Y el segundo por una desatención de los
defensores. Díaz sacó rápido un lateral, Sand apareció solo y cedió para
Lugüercio que definió ante la salida de Castro para dar vuelta la historia.
Sin embargo, Unión tenía una carta más
guardada debajo de la manga. A diez minutos del final, Ignacio Malcorra ejecutó
de forma perfecta un tiro libre para lograr el empate. Un remate de zurda,
chanfleado y al ángulo para salvar aunque sea un punto en Mar del Plata.
Antes del epílogo pudo ser para
cualquiera de los dos. Porque Castro protagonizó una doble tapada ante Martínez
y Secaffien y Sand extrelló un cabezazo en el travesaño. Mientras que en tiempo
agregado, Sánchez clavó un testazo en el larguero y Triverio, que consiguió el
rebote, convirtió en posición adelantada.
La conclusión final dicta que Unión
necesitaba ganar y no lo hizo. La poca utilidad del empate también se sustenta
en la ventaja que había conseguido la formación de Madelón antes del primer
cuarto de hora. Pero luego todo se derrumbó y la imagen que el rojiblanco
mostró en la segunda parte genera preocupación, más allá de haber logrado sumar
un punto.
Equilibrio, inteligencia y solidez son
palabras que comienzan a imponerse en la realidad de Unión. Porque a pesar de
extender a 17 la racha de encuentros invicto, ya es hora de ganar para el rojiblanco.
Primera División – Torneo 2015 –Fecha 6:
Aldosivi 3 – 3 Unión
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