Colón mejoró su rendimiento y mereció
ganarle a Rosario Central. El sabalero se encontró rápido con la apertura pero a
su vez le empataron enseguida. Luego tuvo chances para llevarse el triunfo pero
falló. El elenco de Javier López evolucionó en muchos aspectos y, por primera
vez en el Torneo, dejó la sensación de estar a la altura de Primera División.
La formación rojinegra se presentaba
con una superpoblación en la media cancha, lo que hacía suponer una postura
cautelosa y tendiente a refugiarse en propio campo. Sin embargo, nada de eso
ocurrió. El equipo sacó provecho de los cinco volantes presionando la primera
línea de recepción de los Canallas y lanzando ataques directos, sobre todo por
derecha. Allí se destacó la combinación Cuevas-Romero, siempre con Cristian
García como pivot adelantado.
Esos tres jugadores se encontraron para
el primer gol de Colón. Transcurrían solo nueve minutos cuando Cuevas sacó un
lateral a los pies de García. El Ruso
desbordó a Donatti, enfrentó a Gómez Andrada y la tiró al centro del área. Por ese
carril ingresó Brian Romero para rematar al primer palo de Caranta y abrir el
marcador. El cuadro de López sacaba rédito rápidamente de la idea táctica
planteada en la previa por el entrenador.
Sin embargo, en la jugada siguiente Rosario
Central alcanzó el empate. Cuevas derribó a Jonás Aguirre afuera del área, pero
Loustau sancionó la infracción adentro del cuadro mayor. Marco Ruben no dudó en
aprovechar la posibilidad desde los doce pasos y estampó el 1 a 1.
Más allá de no poder sostener la
diferencia, Colón mantuvo la prolijidad en el juego. Continuó firme atrás, con
un alto rendimiento de Lazzaroni, bien agrupado en el medio, cortando los
intentos del local con el triángulo Ballini-Poblete-Ledesma y utilizando a
García como pieza clave para aguantar la pelota e iniciar los ataques hacia los
costados.
Antes del epílogo de la primera parte,
el rojinegro tuvo otra chance para convertir. García peinó un tiro libre de
Poblete y el balón cayó en los pies de Bíttolo, que estrelló su derechazo en el
palo.
En el complemento bajó la producción
ofensiva, pero el sabalero igualmente pudo contar con posibilidades para ganar
el encuentro. Tal vez la más clara fue el mano a mano de Cristian García, sobre
los siete minutos. El delantero quedó cara a cara con Caranta, la picó por
arriba del arquero, pero la pelota se fue muy cerca del palo izquierdo.
Por su parte, Rosario Central nunca
pudo desplegar con éxito sus intenciones. Colón lo sorprendió en el inicio, lo superó
luego y logró controlarlo sin sufrir sobresaltos en el segundo tiempo. El “director
de orquesta” en esos momentos fue Pablo Ledesma, uno de los puntos más altos del
partido. El ex Boca lideró la presión, la recuperación, el inicio de los
ataques y también la postura más contenida del segmento final, en consecuencia
obvia del desgaste.
Cuando se jugaba tiempo agregado, el
equipo de López pudo llevarse los tres puntos a partir de un disparo a
distancia del propio Ledesma. Pero Caranta le ahogó el grito desviando el tiro
por arriba del travesaño.
Fue empate pero mereció ser victoria
para Colón, porque impuso condiciones en el trámite y fue el más claro frente
al arco rival.
De todas maneras, dejando el resultado
de lado por un momento, es muy importante la mejoría que mostró el sabalero en
Rosario. Por méritos propios y por el contexto. Porque fue superior al líder
del Campeonato, y en su propia casa. Además, porque varios jugadores elevaron
su nivel y contagiaron al resto.
Por fin Colón jugó un partido como un
equipo de Primera División. Que este sea, entonces, el punto de partida para
una historia nueva en el mundo rojinegro.
Primera División – Torneo 2015 –Fecha 7:
Rosario Central 1 – 1 Colón
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