Unión jugó un buen partido contra Lanús
y mereció ganar en Santa Fe. El tatengue se plantó de igual a igual frente a uno
de los equipos mejor desarrollados del fútbol argentino y no se pudo llevar los
tres puntos porque falló en el tramo final del encuentro.

Con el trámite consumado y el resultado
puesto, se puede afirmar que la presentación de Unión fue muy positiva. Porque nunca
fue apabullado por un rival que tiene elementos de jerarquía, porque se
recuperó rápidamente de gol recibido y no se dejó controlar y, principalmente,
porque en el segundo tiempo fue el protagonista del juego e hizo méritos para
quedarse con el triunfo.
El comienzo fue con algunas dudas en
defensa y un problema sin solución: Lautaro Acosta. El delantero se recostó por
la derecha de la defensa santafesina y le ganó el duelo casi siempre a Britez. Por
allí llegó un desborde y un centro que fue desaprovechado por Melano ingresando
al área chica. Y de una falta al Laucha
vino la apertura a los 33 minutos de la etapa inicial.
A la salida del tiro libre, el propio
Acosta fue el protagonista del 1 a 0 cuando tomó por sorpresa a la última línea
de Unión, y especialmente a Zurbriggen, anticipando a todos para conectar el
centro de Velázquez y vencer a Castro.
Pero el tatengue reaccionó rápido,
igual que en Mataderos (ya aparece como una virtud), para igualar el marcador.
Gamba fue a buscar un lateral por la derecha y se metió al área. Barisone cerró
hacia adentro y le sirvió la pelota a Enrique Triverio. Un regalo para un
goleador que está dulce y no dudó en fusilar a Monetti para estampar el 1 a 1. El
empate rápido le agregó fortaleza anímica al cuadro rojiblanco que afrontó el
complemento de forma diferente, ya no como pudo sino como quiso.
En el segundo tiempo se vio al equipo
en gran nivel. Ganó el mediocampo y fue dueño del trámite gracias al
crecimiento de Martínez en la recuperación y Rivas en la conducción. Y también
mantuvo el fuego arriba con mayor participación de Gamba y Triverio en las
acciones ofensivas.
Acumuló varias situaciones para lograr
el desnivel. Rivas ingresó solo por la medialuna y definió débil. Triverio
quedó mano a mano y remató afuera. Malcorra definió mal de derecha un tiro
franco. Aunque la superioridad fue más marcada luego de la expulsión de
Fritzler. Con un jugador menos, Lanús intentó cerrar el partido y Unión se lo
llevó por delante. Madelón colocó a Guerra, el equipo se acomodó con tres
delanteros y jugó de allí al final en campo contrario.
Lucas Gamba fue el responsable de las
dos jugadas que podrían haberle dado la victoria al tatengue, pero el mendocino
falló. Primero recogió un cabezazo de Triverio y definió por arriba ante la
salida de Monetti, y luego tiró desviado al quedar cara a cara con el arquero.
Más allá del sabor amargo por las
situaciones desperdiciadas en el complemento, Unión cumplió con creces el
primer examen exigente en este regreso a la máxima categoría. No se achicó
contra un rival que llegaba con un planteo ofensivo y buenos jugadores, anuló los
circuitos de la media cancha, fue patrón de esa zona y terminó apretando al
granate contra su valla hasta el final. El resultado fue empate, pero la nota
final es muy buena para un equipo que se muestra sólido y en pleno crecimiento.
Primera División – Torneo 2015 –Fecha 3: Unión 1 – 1 Lanús
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