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Está claro que Colón necesita
equilibrio. Pero no en el sentido que algunos entrenadores lo utilizan como
excusa para incluir más defensores. Sino en relación a la eficiencia a la hora
de desarrollar las transiciones. El elenco de Franco comete graves errores en
el retroceso y se expone demasiado. Esto no sucede solamente porque ataca con
muchos hombres. Principalmente ocurre porque realiza mal los relevos y no cubre
bien los espacios cuando pierde la pelota. Tanto Rosario Central como
Independiente podrían haber convertido más goles si no fuese por las intervenciones
de Broun.
Es una situación compleja para el DT. Si
se resiste a cambiar el sistema táctico es difícil que mejore. Porque está
probado que no tiene jugadores que puedan asegurarle solidez en la última línea
sin depender de una buena contención en la mitad de la cancha. Y para colmo de
males perdió capacidad de gol.
Lo cierto es que se impone una vuelta de rosca a la composición del
equipo. En el horizonte aparecen River y el clásico ante Unión. El sabalero no
puede darse el lujo de seguir tropezando.
Franco juega en cada partido a matar o
morir. Apuesta siempre “al oro o al barro”. Aunque esta vez, si no encuentra un
punto de estabilidad en el rendimiento colectivo, el frenetismo del equipo se
puede llevar por delante hasta su propio puesto.
Primera División – Torneo Transición
2016 - Fecha 6: Independiente 4 – 1 Colón
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