martes, 15 de marzo de 2016

Hacia atrás

Unión perdió en la última jugada un partido que se le fue escapando desde el inicio del complemento. En el final, Boca grabó en la chapa una diferencia que en el juego plasmó largamente. El tatengue arrancó bien pero se fue desdibujando hasta el punto de dedicarse solo a defender una igualdad que se esfumó en tiempo de descuento. De esta forma, Madelón llega al clásico condicionado y con interrogantes en relación a lo que puede ofrecer la formación rojiblanca el próximo sábado.
Si un equipo te genera veinte remates al arco es muy difícil pensar en no perder el encuentro. Sin embargo, Unión estuvo cerca de llevarse un empate de La Bombonera. Entre otras cosas, porque Nereo Fernández atajó la mitad de los tiros. Pero la diferencia mínima no debe confundir. Maquilla un dominio claro por parte del xeneise, tal vez no tanto por juego pero sí en el aspecto territorial y en cantidad de situaciones de peligro.
El tatengue desarrolló el plan previsto hasta los veinte minutos del primer tiempo. Fue un equipo corto, contuvo la salida de los laterales con Gamba y Malcorra, presionó a Gago para evitar el primer pase y controló a Lodeiro y Bentancur en la segunda estación. Así, el tridente ofensivo quedó desconectado de la acción en ese rato. Y de yapa, el rojiblanco salía de contra con velocidad por los costados para terminar con centros peligrosos. Pero luego de ese lapso, Unión fue decayendo en la intensidad, retrocedió en el campo y perdió chances de salida rápida.
El complemento no hizo más que acrecentar esa tendencia. El control de Boca fue exclusivo, el partido se jugó casi siempre en campo santafesino y el local acumuló varias situaciones frente al arco de Nereo Fernández, por lejos la figura del encuentro.
Sin embargo, el elenco de Madelón acertó la única construcción asociada que generó en la segunda parte y se encontró inesperadamente con la apertura del marcador. La jugada se inclinó de derecha a izquierda para una buena combinación entre Pittón y Malcorra que derivó en un centro violento del 10. Orión dejó corto el rechazo y allí apareció Lucas Gamba para estampar el 1 a 0.
Pero, como pasa últimamente, le duró poco la alegría al tatengue. Porque cinco minutos después llegó el golazo de Nicolás Lodeiro para igualar la cuenta y tranquilizar un estadio que comenzaba a calentarse demasiado. Unión ni siquiera tuvo tiempo de sacar provecho de la presión que hubiese significado para Boca estar abajo en el marcador jugando en casa.
Al empate xeneise le siguió un dominio absoluto del local, ante la impotencia del cuadro santafesino que se equivocaba cada vez que intentaba golpear de contraataque. Hasta que en el último tramo, cuando parecía que Boca se había quedado sin nafta, llegó el triunfo que el conjunto de Guillermo había merecido con antelación en el trámite.
Luego de la goleada sufrida ante Racing, Unión intentó no ser tan vulnerable pero terminó resignando cualquier posibilidad de triunfo en pos de protegerse. El clásico aparece en el horizonte y, a pesar de ser un partido diferente, Madelón deberá decidir si repite esta postura pasiva o apuesta a un planteo más ambicioso. Por lo pronto, se pronostica como una parada definitoria para el futuro rojiblanco.

Primera División 2016 – Torneo Transición - Fecha 7: Boca 2 – 1 Unión

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