El destino del partido cambió en un
rato. El trámite parejo y los méritos repartidos quedaron de lado gracias a un
momento de inspiración rojinegra que inclinó definitivamente la balanza. En el
inicio del complemento, el sabalero utilizó cinco remates para anotar tres
goles y alcanzar un triunfo tan impensado como necesario.
Durante el primer tiempo, Colón intentó
“normalizar” su funcionamiento. Trató de no desprotegerse y ser ordenado, para
luego ocuparse de atacar. Sin embargo, River lo dominó en el medio con la
presencia de Nacho Fernández, D’Alessandro y Martínez, y aprovechó un error de
escalonamiento en la defensa para ponerse en ventaja.
La historia comenzó a corregirse a
partir de la aparición de Alan Ruiz. El equipo extrañaba y necesitaba de su
capacidad de desequilibrio individual. Una acción personal transformada en
golazo volvió a poner en partido al cuadro santafesino.
Con el ingreso de Bastía, por la lesión
de Lagos, Colón sumó un elemento importante en la zona media para ganar la
batalla de la recuperación. Su presencia liberó a Figueroa, que tuvo
participación influyente en el sector izquierdo de la ofensiva y fue clave en
las jugadas del segundo y tercer gol sabalero.
El equipo de Franco arrancó mejor
parado el segundo tiempo y sorprendió a todos liquidando el pleito en un
suspiro. Con mayor presencia en el mediocampo, presionó mejor a Domingo y Nacho
Fernández y lanzó ataques rápidos. En el primero profundo encontró el desnivel
y la colaboración de Vega para torcer el resultado.
Enseguida Figueroa leyó de manera perfecta
la ubicación errada de Ponzio en el fondo para colocar una asistencia precisa y
dejar a Alan Ruiz de cara a la goleada. El 10 definió de forma exquisita y
comenzó a erigirse en la gran figura de la noche.
Y de modo inesperado, antes del primer cuarto
de hora del complemento, Ruiz aprovechó el insólito error de Barovero para
sellar la pesadilla millonaria.
Colón necesitaba cortar la racha
negativa de tres caídas consecutivas y lo logró. Pero no se quedó solo en lo
ineludible. Además, el sabalero recuperó el fuego ofensivo que lo caracterizó
en las primeras fechas, afianzó su funcionamiento con un mediocampo más
equilibrado y contó con el retorno a las tapas de su jugador más dotado.
Todo en el momento indicado. Todo a
pedir del clásico.
Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 7: Colón
4 – 1 River
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