domingo, 20 de marzo de 2016

Una marca indeleble

Unión estableció un mojón imborrable en la historia del clásico santafesino. Goleó a Colón por 3 a 0 en el Barrio Centenario y estableció la mayor diferencia a favor de un visitante en el derby santafesino. El tatengue se impuso en el primer choque del año por potencia colectiva y a pura efectividad.
Leonardo Madelón puede instalarse merecidamente entre las figuras que tuvo esta edición 85 del clásico. El técnico de Unión le ganó la batalla táctica a Franco y eso constituyó uno de los pilares del triunfo rojiblanco. Por planificación y mejor ejecución, el plan de juego ideado por el DT de Unión tuvo mayor éxito. En contraposición con la idea inamovible del sabalero, la propuesta del tatengue fue un guión adaptado a los desafíos que le planteaba un rival con un mediocampo virtuoso, mucha rotación y apoyos desde los laterales.
Contra eso, Madelón ejecutó con mejor suceso la receta que ya había insinuado en La Bombonera como una especie de presagio. Pobló la mitad de la cancha con cinco jugadores para oponerse uno contra uno a los tres volantes de salida rojinegros y a los dos marcadores de punta. La disciplina táctica de los futbolistas fue clave para cumplir con la tarea.

Sin embargo, el triunfo tuvo un segundo elemento de mayor peso. El clásico se define a favor de Unión por el aprovechamiento integral de momentos que marcaron el quiebre de la historia. El tatengue fue certero en el final del primer tiempo y luego en el inicio del complemento. Le asestó a Colón dos golpes fulminantes en instantes mentalmente indispensables en cualquier cotejo. Y luego supo cómo utilizar esa diferencia a favor para traducirla en dominio territorial.
Como un boxeador inteligente, Unión aguardó su momento y tiró dos trompadas al mentón de su rival. Y después, con el oponente tambaleando, lo fue trabajando con tranquilidad y confianza hasta acertarle el tercer piñazo y consumirlo en su impotencia.
Hay muchos puntos altos en el plano individual pero asentados en un trabajo colectivo que es lo que realmente se destaca. Toda la línea media rojiblanca realizó una tarea impecable y provocó que la defensa estuviera más protegida y así brinde mayor solidez. En este contexto, Acevedo y Martínez surgen como los valores más trascendentes, seguidos de cerca por Malcorra, que anotó un gol y brindó dos asistencias.
Unión construyó una actuación inesperada para alcanzar un triunfo legendario sobre Colón. En la casa de su histórico rival, el tatengue se hizo grande por virtud colectiva y sacó a relucir su efectividad ofensiva para anotarse una goleada que quedará impregnada definitivamente en las mejores páginas de la historia del clásico santafesino.

Primera División 2016 – Torneo Transición - Fecha 8: Colón 0 – 3 Unión

Pesadilla a domicilio

Colón cayó sorpresivamente en el partido más importante del año. El sabalero fue un espejo de sus peores tardes y terminó goleado por Unión en su propia casa. El equipo de Franco se fue desdibujando de a poco hasta ser dominado por un rival que desnudó todas sus falencias y le propinó una goleada histórica en el clásico santafesino.
Los planteos de cada uno al comienzo del cotejo no sorprendieron y naturalmente el rojinegro se hizo cargo de la iniciativa en el juego. En busca de una salida limpia, el elenco del Barrio Centenario retrasaba a Poblete para liberar a los laterales, rotaba a Ledesma y Figueroa para que Ruiz encuentre espacios, y buscaba a Sperduti y Silva para desequilibrar por los costados.
Colón pudo controlar las acciones del partido hasta la media hora. En ese lapso generó cuatro acciones que lo acercaron a la apertura del marcador. Un remate de Ruiz que sacó Nereo Fernández, un zurdazo de Iberbia que pasó cerca, un claro cabezazo de Ledesma que Soldano desvió en la línea, y un solitario ingreso de Silva que el arquero rojiblanco contuvo bien parado.

Pero en el minuto 38 todo cambió. La acción que culminó en el gol anulado a Pablo Ledesma le dio el primer giro a los roles en el trámite. La confusión del árbitro Espinoza, que primero convalidó el tanto y luego cambió su decisión a instancias del correcto criterio del asistente Aumente, contagió a los jugadores rojinegros que ingresaron en un estado de nervios que se profundizó con el gol de Unión antes del descanso.

En el último suspiro de la primera parte, la defensa sabalera se descuidó en un córner, Poblete perdió la marca de Britez y Broun quedó inmóvil ante el cabezazo del defensor rojiblanco.
Cualquier intento de reacción fue sepultado en el amanecer del complemento. Colón quedó mal parado en un contragolpe cuando estaba lanzado en busca del empate. Retrocedió mal y en desventaja numérica para permitir que Unión anote el 2 a 0 gracias a una buena combinación por izquierda que selló Soldano por el medio.
A los cinco minutos del segundo tiempo el partido ya se había convertido en pesadilla. De allí en más, las individualidades desaparecieron, el elenco de Franco comenzó a ensombrecerse dentro del campo y cayó preso del dominio de su rival y del contexto que se tornó en su contra. El golpe de gracia llegó en el 3 a 0, producto de una pérdida en la salida que derivó en un claro penal cometido por Barsottini y convertido por Malcorra.
La interrupción por las piedras que arrojaron los hinchas de la tribuna sur y las grescas en la platea oeste no hicieron más que restarle posibilidades de reacción a un equipo que ya tenía sesgadas sus ambiciones.
Colón trasladó su inestabilidad de rendimiento al cotejo más trascendente. Extendió sus desniveles y volvió a reflejar la ausencia de un plan de contingencia justo cuando necesitaba contar con capacidad de respuesta para cubrir imponderables. Sin embargo, Franco perdió la batalla táctica a manos de Madelón, y las figuras que muchas veces respondieron (Ruiz, Ledesma, Sperduti, Figueroa) fueron anuladas por el trabajo colectivo de un rival que lo fue superando a la par del crecimiento en el resultado.
La derrota es dura y significa un quiebre profundo en la relación entre los hinchas y el equipo que decidió modelar el DT. Así las cosas, para este Colón será tan importante el resultado en la revancha en el 15 de Abril como el rendimiento en las tres fechas que faltan para enfrentar nuevamente a Unión. Será difícil imaginar un futuro con Franco si el sabalero repite tropiezos en alguna de las dos instancias.

Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 8: Colón 0 – 3 Unión

sábado, 19 de marzo de 2016

Clásico con deudas por saldar

Colón y Unión vuelven a verse las caras luego de decepcionar a todos en los cruces del año pasado. Después de dos temporadas sin enfrentarse, las cargas parecieron demasiado pesadas y ambos cedieron a las presiones de turno y dejaron de lado la ambición por alcanzar la gloria que supone ganar un clásico. Sin tantos complejos, y con muchos protagonistas que se repiten, esta vez las expectativas por ver un partido donde los dos intenten ganar están mejor fundadas.

Cada uno tiene sus armas y seguramente plantearán el encuentro de forma diferente. Colón está más asentado en su idea futbolística, justamente aquella que comenzó a pergeñarse en el segundo enfrentamiento ante el tatengue en 2015. El planteo ideado por Franco está maduro y los jugadores han incorporado definitivamente las formas. Lo positivo del caso es que cuando el método funciona, el sabalero suele ser un elenco peligroso y capacitado para ganar en cualquier cancha. Por el otro lado, la faceta negativa radica en que este equipo no posee un plan B. Cuando surgen imponderables, o el rival lo supera en el medio y lo ataca en retroceso, el cuadro rojinegro se queda sin respuestas. La única alternativa que le dio resultado fue el ingreso de Bastía en la última presentación ante River. Pero el Polaco se pierde el derby número 85 porque fue expulsado.
Por su parte, Unión parece transitar un camino de incertidumbre entre lo bueno que muestra en ofensiva y la fragilidad expuesta del medio hacia atrás. En los últimos partidos, Madelón trató de equilibrar las fuerzas y pero no lo logró. El elenco tatengue no puede desprenderse de los extremos en su rendimiento. Si propone una postura ofensiva alcanza dividendos en el arco rival pero sufre demasiado en su valla. Si, por el contrario, elige refugiarse como lo hizo en La Bombonera, pierde presencia ofensiva y no resuelve del todo las deficiencias atrás. Por eso, el elenco rojiblanco seguramente planteará una actitud en el campo muy similar a la asumida en los primeros minutos contra Boca. La idea de presionar el circuito medio sabalero para recuperar, salir rápido por los costados y tomar una defensa mal parada.
A diferencia del año pasado, Colón parte como favorito y Unión llega de punto. La actualidad de ambos así lo impone, aunque el clásico sea una historia distinta en cada ocasión.
Ya sea por confianza o por ilusión, por convencimiento o rebeldía, ojalá este clásico rompa con las estructuras impuestas y sirva para saldar la deuda futbolística que ambos nos dejaron en la temporada anterior. Por historia y por tradición el clásico se lo merece.


Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 8: Colón vs Unión

martes, 15 de marzo de 2016

Hacia atrás

Unión perdió en la última jugada un partido que se le fue escapando desde el inicio del complemento. En el final, Boca grabó en la chapa una diferencia que en el juego plasmó largamente. El tatengue arrancó bien pero se fue desdibujando hasta el punto de dedicarse solo a defender una igualdad que se esfumó en tiempo de descuento. De esta forma, Madelón llega al clásico condicionado y con interrogantes en relación a lo que puede ofrecer la formación rojiblanca el próximo sábado.
Si un equipo te genera veinte remates al arco es muy difícil pensar en no perder el encuentro. Sin embargo, Unión estuvo cerca de llevarse un empate de La Bombonera. Entre otras cosas, porque Nereo Fernández atajó la mitad de los tiros. Pero la diferencia mínima no debe confundir. Maquilla un dominio claro por parte del xeneise, tal vez no tanto por juego pero sí en el aspecto territorial y en cantidad de situaciones de peligro.
El tatengue desarrolló el plan previsto hasta los veinte minutos del primer tiempo. Fue un equipo corto, contuvo la salida de los laterales con Gamba y Malcorra, presionó a Gago para evitar el primer pase y controló a Lodeiro y Bentancur en la segunda estación. Así, el tridente ofensivo quedó desconectado de la acción en ese rato. Y de yapa, el rojiblanco salía de contra con velocidad por los costados para terminar con centros peligrosos. Pero luego de ese lapso, Unión fue decayendo en la intensidad, retrocedió en el campo y perdió chances de salida rápida.
El complemento no hizo más que acrecentar esa tendencia. El control de Boca fue exclusivo, el partido se jugó casi siempre en campo santafesino y el local acumuló varias situaciones frente al arco de Nereo Fernández, por lejos la figura del encuentro.
Sin embargo, el elenco de Madelón acertó la única construcción asociada que generó en la segunda parte y se encontró inesperadamente con la apertura del marcador. La jugada se inclinó de derecha a izquierda para una buena combinación entre Pittón y Malcorra que derivó en un centro violento del 10. Orión dejó corto el rechazo y allí apareció Lucas Gamba para estampar el 1 a 0.
Pero, como pasa últimamente, le duró poco la alegría al tatengue. Porque cinco minutos después llegó el golazo de Nicolás Lodeiro para igualar la cuenta y tranquilizar un estadio que comenzaba a calentarse demasiado. Unión ni siquiera tuvo tiempo de sacar provecho de la presión que hubiese significado para Boca estar abajo en el marcador jugando en casa.
Al empate xeneise le siguió un dominio absoluto del local, ante la impotencia del cuadro santafesino que se equivocaba cada vez que intentaba golpear de contraataque. Hasta que en el último tramo, cuando parecía que Boca se había quedado sin nafta, llegó el triunfo que el conjunto de Guillermo había merecido con antelación en el trámite.
Luego de la goleada sufrida ante Racing, Unión intentó no ser tan vulnerable pero terminó resignando cualquier posibilidad de triunfo en pos de protegerse. El clásico aparece en el horizonte y, a pesar de ser un partido diferente, Madelón deberá decidir si repite esta postura pasiva o apuesta a un planteo más ambicioso. Por lo pronto, se pronostica como una parada definitoria para el futuro rojiblanco.

Primera División 2016 – Torneo Transición - Fecha 7: Boca 2 – 1 Unión

lunes, 14 de marzo de 2016

A pedir del clásico

Colón goleó a River en una ráfaga de seis minutos que fue letal. El sabalero enterró las dudas sobre su funcionamiento y recuperó el fuego ofensivo en la antesala del clásico. Todo en un instante.
El destino del partido cambió en un rato. El trámite parejo y los méritos repartidos quedaron de lado gracias a un momento de inspiración rojinegra que inclinó definitivamente la balanza. En el inicio del complemento, el sabalero utilizó cinco remates para anotar tres goles y alcanzar un triunfo tan impensado como necesario.
Durante el primer tiempo, Colón intentó “normalizar” su funcionamiento. Trató de no desprotegerse y ser ordenado, para luego ocuparse de atacar. Sin embargo, River lo dominó en el medio con la presencia de Nacho Fernández, D’Alessandro y Martínez, y aprovechó un error de escalonamiento en la defensa para ponerse en ventaja.
La historia comenzó a corregirse a partir de la aparición de Alan Ruiz. El equipo extrañaba y necesitaba de su capacidad de desequilibrio individual. Una acción personal transformada en golazo volvió a poner en partido al cuadro santafesino.
Con el ingreso de Bastía, por la lesión de Lagos, Colón sumó un elemento importante en la zona media para ganar la batalla de la recuperación. Su presencia liberó a Figueroa, que tuvo participación influyente en el sector izquierdo de la ofensiva y fue clave en las jugadas del segundo y tercer gol sabalero.
El equipo de Franco arrancó mejor parado el segundo tiempo y sorprendió a todos liquidando el pleito en un suspiro. Con mayor presencia en el mediocampo, presionó mejor a Domingo y Nacho Fernández y lanzó ataques rápidos. En el primero profundo encontró el desnivel y la colaboración de Vega para torcer el resultado.
Enseguida Figueroa leyó de manera perfecta la ubicación errada de Ponzio en el fondo para colocar una asistencia precisa y dejar a Alan Ruiz de cara a la goleada. El 10 definió de forma exquisita y comenzó a erigirse en la gran figura de la noche.
Y de modo inesperado, antes del primer cuarto de hora del complemento, Ruiz aprovechó el insólito error de Barovero para sellar la pesadilla millonaria.
Colón necesitaba cortar la racha negativa de tres caídas consecutivas y lo logró. Pero no se quedó solo en lo ineludible. Además, el sabalero recuperó el fuego ofensivo que lo caracterizó en las primeras fechas, afianzó su funcionamiento con un mediocampo más equilibrado y contó con el retorno a las tapas de su jugador más dotado.
Todo en el momento indicado. Todo a pedir del clásico.

Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 7: Colón 4 – 1 River

lunes, 7 de marzo de 2016

Defensas bajas

Unión ofreció un partido frenético contra Racing. Le propuso el golpe por golpe y terminó noqueado. La búsqueda permanente del tatengue, que quedó en desventaja a los cinco minutos, expuso en demasía su bloque defensivo. Errores colectivos producto de esa postura y yerros individuales difíciles de justificar configuraron un resultado demasiado abultado.
La Academia sorprendió con cuatro elementos ofensivos en cancha. Pereyra y Noir por los costados no retrocedían y jugaban cara a cara contra los laterales. Contra esto, y ya perdiendo, Madelón eligió desprotegerse y jugar mano a mano en línea defensiva. Eso le permitió libertad a Martínez y Villar para iniciar los ataques, pero debilitó mucho a una defensa que perdió siempre.
Así se construyó el partido más entretenido del campeonato. Porque Sava tampoco especuló y no resignó presencia en ataque a pesar de ir arriba en el marcador. El trámite fue palo por palo y la historia estuvo siempre abierta, hasta el último minuto del tiempo reglamentario. Unión logró llegar al empate tres veces, y en las tres Racing le volvió a convertir a los pocos minutos. Tal vez allí está una de las claves para entender el destino trunco para el rojiblanco. Nunca pudo sostenerse luego de cada esfuerzo por alcanzar la igualdad.
El técnico de Unión leyó claro el diagnóstico. Reconoció que el cuadro santafesino necesita encontrar un balance mayor en la zona media, sostener las intenciones ofensivas pero mejorar mucho en la transición defensiva y también a la hora de marcar en el área propia.
La sábana rojiblanca es demasiado corta. Por cubrirse la cabeza no solo se destapa los pies, sino mucho más. Pagó caro esos desacoples con un resultado exagerado en contra que puede marcar un mojón negativo si el entrenador no trabaja para levantar a un equipo que terminó desnudo y goleado.
Un párrafo aparte merece nuevamente Emanuel Brítez. El defensor de Unión volvió a dejar a sus compañeros en inferioridad cuando el equipo se encaminaba a un nuevo empate. Las reacciones del futbolista parecen no tener corrección y es hora de tomar una decisión definitiva en cuanto a su permanencia en la formación principal.
En el camino de Unión aparecen Boca y el clásico ante Colón. No es momento para improvisar ni equivocar el paso. Madelón deberá trabajar para recuperar rápido al equipo de esta caída y solucionar de forma urgente los desequilibrios en su funcionamiento. Para de esta forma afrontar mejor parado dos compromisos que pueden hacer tambalear su futuro.

Primera División 2016 – Torneo Transición - Fecha 6: Unión 3 – 6 Racing

domingo, 6 de marzo de 2016

Partido al medio

Colón ganó tres partidos seguidos de arranque y luego perdió tres en fila. Goleó y lo golearon. El sabalero es un equipo sin seguridades, que en las últimas presentaciones no pudo extender la contundencia en ofensiva que le servía para disimular lo mal que defiende. En ese sentido, es un error explicar la derrota de anoche a manos de Independiente justificando los errores defensivos porque estaba abajo en el marcador. La formación rojinegra dio ventajas atrás desde el inicio del torneo. A diferencia de las primeras fechas, ahora le convierten mucho y rápidamente queda descompensado.
Está claro que Colón necesita equilibrio. Pero no en el sentido que algunos entrenadores lo utilizan como excusa para incluir más defensores. Sino en relación a la eficiencia a la hora de desarrollar las transiciones. El elenco de Franco comete graves errores en el retroceso y se expone demasiado. Esto no sucede solamente porque ataca con muchos hombres. Principalmente ocurre porque realiza mal los relevos y no cubre bien los espacios cuando pierde la pelota. Tanto Rosario Central como Independiente podrían haber convertido más goles si no fuese por las intervenciones de Broun.
Es una situación compleja para el DT. Si se resiste a cambiar el sistema táctico es difícil que mejore. Porque está probado que no tiene jugadores que puedan asegurarle solidez en la última línea sin depender de una buena contención en la mitad de la cancha. Y para colmo de males perdió capacidad de gol.
Lo cierto es que se impone una vuelta de rosca a la composición del equipo. En el horizonte aparecen River y el clásico ante Unión. El sabalero no puede darse el lujo de seguir tropezando.
Franco juega en cada partido a matar o morir. Apuesta siempre “al oro o al barro”. Aunque esta vez, si no encuentra un punto de estabilidad en el rendimiento colectivo, el frenetismo del equipo se puede llevar por delante hasta su propio puesto.

Primera División – Torneo Transición 2016 - Fecha 6: Independiente 4 – 1 Colón