Colón consiguió el triunfo más
importante del torneo en el momento clave. Destapó sus virtudes y contundencia justo
cuando el margen de error estaba agotado. La goleada sobre Arsenal lo deja, a
dos fechas del final, con la permanencia casi en el bolsillo.
La siesta del sábado no podía ser peor
para el hincha sabalero. Desde Mataderos no paraban de llegar goles de Chicago
y la previa se plagaba de nervios. Los jugadores no estaban exentos de esa presión.
La obligación de dar más de lo exhibido era inevitable, con un agravante: los ocho
partidos sin ganar de local, y los casi 500 minutos si convertir un tanto.
Sin embargo, el equipo respondió como
nunca. La necesidad de salir a matar o morir funcionó positivamente en virtud
del plan de juego que Franco había armado. Colon salió agresivo, hambriento de
goles y victoria. Ambos objetivos fueron alcanzados antes de la media hora del
primer tiempo, echando por la borda todos los antecedentes negativos que traía
como lastre.
Todos los miedos comenzaron a
evaporarse a los 7 minutos de la primera parte, cuando Pablo Vegetti atropelló
en el área en busca de un balón cabeceado por Llama y la empujó al gol
llevándose por delante al defensor y el arquero de Arsenal que querían detenerlo.
La apertura del marcador no solo le dio
tranquilidad al sabalero, sino que también lo llenó de confianza. Ese impulso demoró
solo seis minutos en convertirse en el segundo tanto. Un claro penal por mano
de Esmerado fue cobrado por Cristian Llama para ampliar la diferencia.
Y finalmente, sobre los 24 minutos la distancia
se transformó en goleada. Llama ganó de guapo una pelota que parecía perdida y
se fue hacia el arco de Andrada, que salió de forma débil y le sirvió el tercer
tanto para asegurar el triunfo.
El trámite estaba liquidado a falta de
una hora para culminarlo. Arsenal nunca dio signos de recuperación, ni siquiera
en el complemento cuando encontró el descuento por medio de Caneo. El elenco
santafesino transitó el resto del partido con una tranquilidad no habitual por
estos tiempos.
El final marcó un desahogo importante,
un festejo que hacía seis meses no se escenificaba en el Brigadier López. Colón
reaccionó en el momento límite y salió de la presión con una actuación
contundente para alejar fantasmas y aclarar el horizonte.
El sabalero se debía a sí mismo un
rendimiento de esta magnitud, un triunfo de estas características para
demostrar que posee las capacidades para seguir en Primera División. Y lo
encontró en el momento justo.
Torneo Primera División 2015 – Fecha 2:
Colón 3 – 1 Arsenal
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