martes, 20 de octubre de 2015

De mayor a menor

Unión quedó en deuda desde el juego y se trajo un empate ante Defensa y Justicia que suma en lo matemático pero preocupa en lo futbolístico. El equipo se mostró ordenado del medio hacia atrás pero perdió el fuego ofensivo que alguna vez tuvo. Sin dudas, el tatengue necesitará de un esfuerzo extra para soñar con la Copa Sudamericana.

Son escasos los elementos positivos que se pueden rescatar de la noche lluviosa de Florencio Varela y todos están relacionados al funcionamiento defensivo. El conjunto de Madelón pudo lograr orden y no ser sorprendido por un equipo que juega bien. La formación de Holan se destacó en este semestre por desarrollar una propuesta ambiciosa, con muchos jugadores en función de ataque y vocación agresiva permanente. En base a eso, el Halcón atacó con tres delanteros fijos, acompañados por un enlace, un mediocampista central que se sumaba y dos laterales que se turnaban para subir. Es decir, que Defensa intentaba avanzar siempre con seis hombres. Contra eso, Unión opuso un rendimiento alto de su última línea. García Guerreño fue la figura del partido, anulando a Sánchez Sotelo y ganando todos los duelos individuales. El paraguayo fue bien secundado por Fleita, que estuvo correcto en los relevos y la ayuda en la marca. Además, Zurbriggen y Cardozo se impusieron casi siempre en el mano a mano contra Barbieri y Rius, y lograron desactivar una de las armas más peligrosas del auriverde.
Los pocos inconvenientes que el rojiblanco tuvo hacia atrás fueron por deficiencias en la contención de la zona media por el bajo rendimiento de los volantes externos. Martínez y, sobre todo, Benítez preocuparon con sus escaladas por los costados, ganando la espalda de Malcorra y Montero. Sin embargo, Defensa y Justicia nunca pudo plasmar una clara superioridad sobre el cuadro santafesino.
Los puntos más bajos de la actuación de Unión los encontramos del medio hacia adelante. La otra mitad del libreto no le funcionó a Madelón. El equipo nunca tuvo claridad ni precisión para salir de contragolpe. Los mediocampistas erraron pases claves en los inicios de las jugadas, los delanteros no supieron aguantar la pelota ni sacar diferencias contra defensores corpulentos y en una cancha rápida. Ni siquiera apareció un arresto individual que rompiera el molde.
De un tiempo a esta parte, el tatengue carece de inspiraciones particulares que le sirvan para salvar rendimientos colectivos discretos. Triverio ya no está y Malcorra y Martínez ya no son lo que eran. El equipo ya no cuenta con tiros libres directos y tampoco aprovecha como antes el balón detenido.
Unión necesita una reacción de cara a la Liguilla pre Sudamericana. Debe recuperar esa vehemencia interna que lo caracterizó en algún momento y acercarse al techo de rendimiento que exhibió para poder sostener con argumentos el sueño de clasificar a la Copa.


Primera División 2015 –Fecha 28: Defensa y Justicia 0 – 0 Unión

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