Colón se salvó del descenso con las
botas puestas. Darío Franco recogió frutos de su insistencia y encontró el
funcionamiento deseado justo a tiempo. A dos fechas del final, y con la soga al
cuello, el equipo reaccionó de forma óptima para sellar su permanencia en base
a atributos futbolísticos que antes no había exhibido.
El polémico plan que el entrenador pergeñó,
y que incluía la ausencia de un delantero centro, fue asimilado a la perfección
por los jugadores. La rotación de los mediocampistas y la incorporación de los
laterales por las bandas fueron claves para el éxito de la receta.
Colón comenzó quitándole la pelota a Godoy
Cruz para luego agredirlo por los costados y rematarlo por el centro. Ledesma y
Guanca fueron pilares en la tenencia, Llama y Sperdutti ganaron casi siempre
los duelos cara a cara con los marcadores de punta mendocinos, y Alan Ruiz
cumplió un rol preponderante bajando unos metros para servir de estación
intermedia.
De esta forma, la defensa del Tomba
perdió referencias y desarmada otorgó el espacio que el sabalero aprovechó para
lastimar. La zona central del ataque, vacía en los inicios de las jugadas, se
poblaba por sorpresa en la definición. Allí fue fundamental el aporte de
Cristian Guanca, la figura del partido, que llegó siempre sin marca para recibir
en el área y en dos oportunidades anotarse en la red, ante el desconcierto de
los defensores locales.
El sabalero pegó en los momentos
indicados y fue inteligente para utilizar en su favor la ventaja. Construyó su
superioridad en base al control del balón en zona media para alcanzar como
resultado la apertura del marcador. Luego se replegó y aguantó la diferencia hasta
el final de la primera parte. De arranque en el complemento, cuando Godoy Cruz
pensaba salir agresivo en busca de la igualdad, le asestó el segundo golpe. Y,
por último, dos minutos después que el elenco de Oldrá consiguió el descuento y
parecía que la historia se complicaba, apareció el bombazo de Sperdutti para echar
por tierra cualquier riesgo y sellar la permanencia.
Colón logró por fin ser el “Colón de
Franco”. Tal vez no en la dimensión ofensiva que el entrenador se ocupó de
profesar desde su llegada, pero sí en cuanto a la identificación y ejecución
del mensaje emitido desde el banco. Cuando el margen se achicaba al máximo
apareció el equipo en su sentido más colectivo para dar respuesta y alejar
todos los peligros. De esta manera, el rojinegro se salvó del descenso jugando
al fútbol. Y que no parezca poco.
Torneo Primera División 2015 – Fecha 29:
Godoy Cruz 1 - 3 Colón