martes, 21 de abril de 2015

San Triverio

“Enrique Triverio es el alma de Unión” afirmó Leonardo Madelón y su sentencia es la mejor descripción de lo que significa hoy el goleador para el conjunto tatengue. Quique regresó con todo y se despachó con un hat-trick para sellar un triunfo vital frente a Quilmes.
La historia comenzó complicada, porque a los 30 segundos de juego el Cervecero ya ganaba con el gol de penal que convirtió Tito Ramírez, luego de una infracción de García Guerreño. Sin embargo, el cuadro santafesino se recuperó rápidamente. Allí estuvo una de las claves del partido.
Ocho minutos después de la apertura llegó el empate. Triverio recogió un rebote cerca de la medialuna y metió un zurdazo violento y preciso al palo izquierdo de Assmann.
En un partido parejo la diferencia la hizo Triverio. Cuando a Unión le costaba romper el cerrojo defensivo del elenco de Falcioni, el 7 fue a buscar una pelota aérea, recibió un codazo de Uglessich y tuvo a favor un penal a ocho minutos del final de la primera parte.
El defensor local se fue expulsado y el delantero visitante facturó desde los doce pasos con un tiro suave al costado. Así, gracias a Triverio, el rojiblanco se iba al descanso ganando 2 a 1 y con un jugador más que su rival en el campo.
El panorama tatengue se aclaró aún más en el complemento. Sobre los 18 minutos apareció otra vez Triverio para empujar un centro preciso que envió Malcorra desde la izquierda y ampliar la distancia en el marcador.
Enseguida Quilmes se quedó con nueve hombres producto de la roja que vio Ramírez por protestarle excesivamente al árbitro Penel. De esta forma, el contexto de partido lo favorecía a Unión y lo único que restaba era controlar el trámite y esperar que el reloj corra para sellar la victoria.
Sin embargo, el tatengue se relajó y permitió que el Cervecero lo atacara, sin demasiada profundidad pero generando varias acciones de peligro desde el balón detenido. Aunque siempre apareció Nereo Fernández, de gran actuación, para desviar cada uno de los tiros libres que ejecutó Rodrigo Gómez.
Unión se recuperó a tiempo gracias al retorno de su goleador, el as de espadas de este equipo. Es cierto que el conjunto de Madelón mejoró por los costados en defensa (gran noche de Britez), que el ingreso de Matías Sánchez le aportó recuperación y equilibrio al medio, que Malcorra y Gamba levantaron un poco su nivel en relación a los últimos partidos. Pero el protagonista estelar de la película es Enrique Triverio.
Quedó claro que la presencia del goleador contagia a sus compañeros, genera respeto y preocupación en los rivales y, lo más importante, colabora para ganar partidos. No los gana solo, eso sería imposible en un juego colectivo, pero influye de forma determinante.
Con San Triverio como estandarte, la armada rojiblanca volvió a la senda del triunfo y recuperó la sonrisa luego de dos derrotas en fila.

Primera División – Torneo 2015 –Fecha 10: Quilmes 1 – 3 Unión

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