Unión pareció quedar atrapado entre los
lamentos por el récord perdido en Rosario, alargó su mal momento y cayó por la
mínima ante Sarmiento de Junín. El equipo de Madelón repitió algunos errores y
no se pudo recuperar, ni en lo anímico y
tampoco en el aspecto futbolístico.
El tatengue tuvo solo dos momentos de
lucidez a lo largo todo el partido, el resto del trámite fue controlado por el
visitante. En ese breve lapso convirtió a Rigamonti en figura. En la primera
parte, con un córner que le cayó sorpresivamente en los pies a Zurbiggen
pisando el área chica, pero el defensor definió al medio donde estaba el
arquero. Y en el complemento con una ráfaga de furia en tres minutos que
incluyó un tiro libre de Malcorra, un tiro de Gamba y un mano a mano de Villar.
Todo conjurado por Rigamonti.
Sin embargo, este recuento rápido no
debe sonar a producción excesiva, sino todo lo contrario. Lo único que produjo
Unión es eso y fue escaso para pretender superar al Verde. Por su parte,
Sarmiento no generó mucho más que el santafesino pero entendió mejor los
momentos del juego y sacó provecho de cada uno de ellos.
El visitante aguantó en el comienzo
cuando los de Madelón insinuaban mayor ambición, emparejó el trámite promediando
el primer tiempo y logró la diferencia antes del final de la etapa. El tatengue
descuidó a Nuñez en un lateral, el zurdo recibió solo y metió un centro que
picó en el área chica. Nereo Fernández salió desacomodado, chocó con Zurbriggen
y perdió la pelota, que quedó viva en el punto del penal. Allí apareció
Sebastián Luna para definir solo y con el arco vacío.
La ventaja mínima le brindó
tranquilidad al elenco de Junín para afrontar el complemento bien parado,
achicando espacios y buscando contragolpes que no aprovechó. La expulsión de
Figueroa y el paso del tiempo lo arrinconó cerca de su valla pero casi no
sufrió ante un rival impotente.
Por su parte, Unión fue la contracara.
La responsabilidad de revertir la imagen que mostró ante Newell’s le pesó
demasiado. Tuvo rendimientos individuales bajos, casi nula conexión ofensiva y
escasos recursos para quebrar a un oponente prolijo pero limitado.
La actuación del rojiblanco preocupa
porque dio un paso atrás y no exhibió signos de mejoría luego de perder la
confianza que le brindaba la racha de partidos invicto. Rápidamente cayó preso
del nerviosismo cuando no podía sostener la tenencia de la pelota y las
imprecisiones abundaban. Y careció de claridad durante todo el encuentro, no
solo cuando el reloj apremiaba las posibilidades de empatar.
El técnico tendrá que buscar reacciones
positivas en la semana para intentar dar vuelta esta realidad dentro de siete
días en Quilmes. Si esas reacciones aparecen en futbolistas que hoy están
afuera tendrá que provocar variantes. Hay pocos jugadores que tienen su puesto
asegurado si tomamos como referencia las últimas dos presentaciones. Unión necesita
una vuelta de rosca, sobre todo en la zona media, para no dilatar más este mal
momento.
La respuesta dentro de la cancha no fue
la esperada. Ahora el tiempo será de Madelón, para tomar decisiones que le
devuelvan al conjunto rojiblanco las luces que perdió.
Primera División – Torneo 2015 –Fecha 9:
Unión 0 – 1 Sarmiento (J)
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